07 Jan Hace 100 años se patentaba el primer corpiño de la historia
A lo largo de este primer siglo de vida, hubo en la historia de los corpiños algunos que llevaron a la prenda femenina por excelencia a la popularidad masiva. El soutien que vistió Sophia Loren en Ayer, hoy y mañana es uno de los más recordados, así como el corpiño de canillas que lució la cantante Thalía en el video de su canción “Piel morena”.
A principios de noviembre, el corpiño cumplió 100 años desde su creación. Lo inventó la neoyorquina Mary Phelps Jacob cuando tenía 19 años, un día en que, harta del corset clásico con ballenitas metálicas que cubría toda la zona abdominal, ató dos pañuelos con una cinta rosa para evitar que se viera, y así lograr que su vestido de noche luciera en todo su esplendor. En 1914 el mundo entraba en la Primera Guerra Mundial y Mary Phelps Jacob, a instancias de un fabricante, pidió un registro de patente de una innovación que remplazó el rígido armazón de varillas usado para levantar el busto.
Jacob emprendió el negocio con el nombre de Caresse Crosby y tiempo después vendió la patente por 1500 dólares a los hermanos Warner, de la compañía Corset Company, quienes recaudarían 15 millones de dólares en 30 años, cifras exorbitantes para la época.
El corpiño, como se lo conoce en la actualidad, hizo su primera aparición en 1907. Hace un siglo, era rudimentario pero eficaz, pero los estadounidenses fueron, años más tarde, quienes se ocuparon de perfeccionarlo de acuerdo con la evolución de materiales y las necesidades de las mujeres. Los modelos más evolucionados llegaron en la década del ’30, cuando la inmigrante rusa Ida Rosenthal fundó la empresa Maidenform, que se hizo famosa por introducir tazas de distintos talles. Tanto auge tomaron los corpiños en estos 100 años que, ya en la década de 1950, la figura femenina ideal eran las mujeres con mucho busto, como Sofía Loren, Gina Lollobrigida y Marilyn Monroe.
TIEMPO ARGENTINO