21 Jan Dos historias prematuras
La tendencia va en aumento. Por la presencia cada vez mayor de patologías como obesidad, diabetes e hipertensión y por la concepción en edades muy avanzadas o, a la inversa, muy tempranas, los partos prematuros, aquellos que suceden antes de la semana 37 de gestación, son cada vez más frecuentes a nivel mundial. Para advertir sobre los riesgos de este fenómeno y con la intención de instalar en la agenda pública la problemática desde una perspectiva de derechos y con la participación conjunta de los equipos de salud, la familia y la comunidad, Unicef presentó en noviembre, en el aniversario del Día Mundial del Niño Prematuro, un libro que cuenta la historia de diez familias que pasaron por esta situación y que se reparte gratuitamente en la sede de esa organización o se puede bajar de Internet. El lanzamiento coincide con la conmemoración de los 25 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, que se celebra el próximo 20 de noviembre.
La tapa de Historias Prematuras fue diseñada por Milo Lockett, y es una obra elaborada especialmente para este fin. Y su difusión estuvo a cargo de un emotivo spot con los relatos de dos embajadores de Buena Voluntad de Unicef, Manu Ginóbili y Diego Torres, junto a su mujer, Débora Bello, padres de bebés prematuros. Allí cuentan sus historias personales.
“Tuve la suerte de poder presenciar el nacimiento de mis hijos, fue increíble –relata Ginóbili, papá de mellizos–. Pero nos asustamos un poquito. Nico, que nació primero, estuvo internado, no tenía bien desarrollados los pulmones y no respiraba del todo bien, no mantenía el calor. Fue un momento duro (era nuestra primera vez como padres y uno siempre tiene un montón de miedos) que se lo llevaran para otro lado y ver la cara de preocupación de los doctores, y saber que no iba a estar con nosotros. Y a veces nos sentíamos un poco injustos: teníamos a una mimándolo todo el tiempo y el otro iba a estar solito en una incubadora, conectado. Hay que apoyar a la madre que lo sufre aun más, porque es la que lo tuvo adentro y siente que no hizo lo suficiente, y mostrarle cariño al nene. La medicina avanzó muchísimo tanto en hospitales públicos como privados, y casi siempre todo termina con una sonrisa.”
Por la conmemoración del día del prematuro, ayer distintos especialistas en Neonatología advirtieron sobre algunos mitos y prejuicios que es importante erradicar. “Algunos son exactamente lo opuesto a lo recomendado. Por ejemplo, se dice que es conveniente que los bebés no estén en contacto con los padres. Esto es completamente falso. El contacto físico del bebé con su madre es esencial para el desarrollo físico y fisiológico”, señaló Guillermo Colantonio, jefe del servicio en la Maternidad Suizo Argentina.
El especialista desanduvo también otro mito: que los bebés prematuros no toman leche materna. “Esto es falso. La alimentación puede realizarse con leche materna por medio de una sonda que va desde la boca hasta el estómago, ya que no tienen desarrollado el reflejo de succión. La alimentación por sonda permite estimular la maduración y la movilidad del intestino del prematuro mientras permanece en internación, por lo cual es altamente recomendable.”
Otro prejuicio erróneo marca que todo bebé prematuro tendrá complicaciones en su desarrollo cognitivo, neurológico o motor. Esto no es necesariamente así. Por el contrario, depende de los cuidados especiales proporcionados durante sus primeros días de vida y el seguimiento posterior. En este sentido, el Ministerio de Salud de la Nación y Unicef realizaron una campaña centrada en la prevención de la ceguera por retinopatía del prematuro (ROP), una de las posibles complicaciones de los nacidos antes de las 37 semanas.
Otra complicación habitual de los bebés prematuros tiene que ver con el tema pulmonar. “Es muy común que al nacer presenten displasia broncopulmonar, la cual provoca dificultades para respirar, requiriendo ayuda para asegurar niveles adecuados de oxígeno. También tienen un mayor riesgo de padecer infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB) y dificultades cardiovasculares”, detalló Colantonio. Finalmente, el neonatólogo indicó que “el último gran mito es que no se puede prevenir. Esto no es así: en muchos casos los controles prenatales permiten detectar factores de riesgo o las condiciones que pueden generar complicaciones.”
TIEMPO ARGENTINO