Ciberbullying: acosan a chicos subiendo sus fotos íntimas a la Web

Ciberbullying: acosan a chicos subiendo sus fotos íntimas a la Web

Por Pablo Mannino
A comienzos del mes de noviembre, un grupo de maestras mendocinas que participaba de una reunión se sorprendió cuando una de ellas tomó su celular y le mostró al resto fotos de chicos, incluso alumnos suyos, desnudos en Facebook en el perfil de la comunidad “Mendoza sabe”, con comentarios denigrantes debajo de las imágenes.
Este caso, que combina ciberbullying y pornografía, revela un fenómeno cada vez más extendido entre los chicos a nivel global. En la mayoría de los casos quienes aparecen en esas fotos no lo saben y son exhibidas como trofeos sexuales para que el resto de la comunidad emita opiniones. La víctima generalmente no conoce el post y las imágenes terminan viralizándose rápidamente por Internet.
“Este fenómeno se da en todo el país y también es bastante internacional. Estos casos no dejan de ser resultados que tienen que ver con una historia. Lo que hace el bullying es pegar el empujón final”, opinó Adrián Dall’Asta, de la Fundación Padres.
Pero en Mendoza una de las maestras decidió tomar cartas en el asunto y denunció los diferentes perfiles, con nombres casi idénticos, que se multiplican en la red social.
“Todavía no puedo creer lo que se ve en esas fotos. Imágenes y escenas explícitas, y algunas tomadas desde algún lugar de una escuela. No sólo se mandan al frente, sino que generan mucho nivel de violencia con comentarios de las situaciones de otros chicos”, expresó a LA NACION Mónica Andrea Helou, profesora de Lengua del colegio Antonio Tomba de Godoy Cruz.
En las distintas páginas -algunas ya fueron bloqueadas- se pueden observar no sólo fotos de chicos y chicas desnudos, sino todo tipo de comentarios íntimos, algunos hasta amenazantes e injuriantes, identificando claramente a la víctima y a su escuela. También ocurre que algunos suben sus propias fotos para exhibirse. En el muro del perfil de Facebook Mendoza Sabe -que desencadenó el escándalo, tras la publicación del diario local El Sol- pueden leerse incluso hoy un montón de supuestas intimidades de chicos al estilo de chismes.
El revuelo que se generó con estas imágenes hizo reaccionar a decenas de padres, algunos afectados directos, quienes decidieron movilizarse y realizar un encuentro en una de las escuelas para abordar la problemática. “Estamos destruidos”, se limitó a decir desde el anonimato uno de los papás, que ya sabía que circulaban fotos íntimas de su hija, por lo que busca la forma de iniciar acciones legales contra quienes las subieron.
El especialista en violencia escolar Alejandro Castro Santander, director general del Observatorio de Convivencia Escolar de la Universidad Católica Argentina y miembro del consejo de Directores en el Observatorio Internacional de Violencia Escolar, indicó que se trata de una problemática que se agudiza con el paso del tiempo y que es determinante la intervención de las autoridades educativas. “La primera responsabilidad es de la familia, pero los controles a veces son ineficientes. Por eso es fundamental el trabajo temprano, desde el Estado, pero no se está ocupando. Hay una política de negación y light, de currículum diluido, que no enseña a usar las herramientas desde la alfabetización emocional y la educación sexual integral”, expresó el especialista, autor de 12 libros sobre la problemática.
Los docentes y directivos consultados hicieron hincapié en la necesidad de mayor participación familiar en la vida social y escolar de los chicos, pero también en que la escuela aborde integralmente la problemática. “Hay casos de acoso muy graves y permanentes, estamos al tanto, pero lamentablemente no hay una legislación”, expresó Miriam Lunello, una de las vicedirectoras de la escuela Departamento de Aplicación Docente (DAD) de la UNCuyo, que aparece citada en los perfiles de Facebook. También deslizó la falta de compromiso de los padres, sobre todo cuando se los cita a reuniones. “Parece que se hacen los distraídos, cuando se les informa dicen que todo eso forma parte de la privacidad de su chico, aunque a veces saben lo que pasa”, comentó.
“Los jóvenes sólo replican modelos que fuimos preparando los adultos. La naturalización con lo que la viven los chicos es diferente de cómo los adultos lo terminan moralizando. Pero es en ese corrimiento de las barreras que hicieron los adultos de lo que está bien y mal donde entraron y donde actúan los chicos. Si instalamos modelos exitosos inmorales o amorales, ¿por qué los chicos van a ser culpables de estas conductas?”, opinó por su parte Dall’Asta. Y agregó: “La clave es recuperar esas barreras y valores morales que los ayuden a vivir con un mayor reparo y cuidado de las nuevas tecnologías. Ayudarlos a tomar conciencia de sus actos y que estos actos tienen un impacto en los demás”.
Por lo pronto, en la justicia mendocina admitieron que no han trabajado en este tipo de casos y que es difícil prohibir la pornografía, al igual que penar a algún adolescente por subir las fotos, ya que no estaría cometiendo un delito si lo hizo por diversión. De todas maneras, reportan casos a la red de Puntos de Contacto contra la Pornografía Infantil, el cual las deriva a la ONG de Estados Unidos Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados.
LA NACION