Alerta: hay cada vez más drogas de diseño

Alerta: hay cada vez más drogas de diseño

Por Daniel Gallo
Mientras el mercado narco local se consolida a partir del mayor consumo de drogas y de la expansión de las bandas criminales, el mundo se prepara para el impacto de una nueva oleada de sustancias de diseño que, según los especialistas, dejará atrás en un futuro cercano a la cocaína y la marihuana.
Cada semana, el laboratorio antidrogas de la ONU recibe informes sobre la aparición de una droga sintética. En la Argentina empezaron a llegar esos nuevos piscotrópicos desde 2013.
Cannabis sintetizado, variedades de estimulantes y alucinógenos, la oferta se expande y preocupa a los expertos mundiales. “Es una nueva era de drogas emergentes en el mundo y presenta un desafío importante a la salud pública”, definió Marilyn Huestis, directora de investigaciones químicas del instituto sobre abuso de drogas del Departamento de Salud de los Estados Unidos.
En la Argentina ya apareció el GHB, éxtasis líquido que se mezcla con alcohol, y la Metilona, un psicotrópico de similares características al MDMA-éxtasis, entre otras sustancias.
Cuando se habla de drogas sintéticas, la mención primaria refiere a éxtasis y LSD, pero esos serían hoy apenas nombres genéricos, casi comerciales, para las más de 400 sustancias marcadas por la ONU. Con un problema adicional, la reinvención constante obstaculiza la persecución penal ante variantes que no se encuentran en la lista de sustancias prohibidas.
“Estamos muy preocupados, el cannabis sintético es hasta cien veces más fuerte que el natural y está asociado a muerte por ataques cardíacos incluso en adolescentes. Ya se conocen más de 75 variantes de cannabis sintético y las encuestas de consumo muestran que el 14 por ciento de los universitarios ya lo probaron en los Estados Unidos”, comentó Huestis, quien estuvo en Buenos Aires para participar de la 52». Conferencia anual de la Asociación Internacional de Toxicólogos Forenses. Fue la primera vez que esa reunión tuvo su sede en América latina.
Huestis expuso casos de las variantes de drogas sintéticas, como la metilendioxipirovalerona (MPDV), con fuertes tendencias a la violencia física por parte del consumidor hacia otros y contra sí mismo. Una de las reacciones que fueron registradas en numerosos casos -sin encontrar explicación- fue la tendencia del consumidor a disparar desde ventanas o terrazas sin blancos fijos. Una actitud similar a la conocida aquí, hace pocos días, con el tirador venezolano desde un edificio en Palermo.
Y la Argentina no quedó fuera del nuevo circuito de la droga. La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito presentó este año un informe sobre uso de drogas sintéticas entre estudiantes secundarios en América latina y los argentinos quedaron con el mayor nivel de consumo, con 2,3%. El trabajo tomó como base la encuesta entre estudiantes secundarios de 2011, cuando la disponibilidad de esas drogas en las calles no tenía el nivel del alcanzado ahora.
Mariano Donzelli, integrante de la Procuradoría de Narcocriminalidad señaló, minutos después de la presentación de Huestis, que desde 2013 aparecieron aquí varias de las sustancias reseñadas por la experta norteamericana. Entre ellas señaló a la metilona, un psicotrópico de similares características al MDMA-éxtasis, con dos organizaciones que comerciaban esa sustancia en 2013 en la ciudad de Buenos Aires y en Misiones. Además de conocerse que ya se introdujo el GHB, éxtasis líquido.
También se desbarataron cinco grupos (cuatro en la ciudad de Buenos Aires y uno en Tucumán, con el mercado universitario como blanco central) que producían y vendían alucinógenos del grupo Nbome, con aparición local de las variantes 25C y 25I, dentro de un núcleo de 33 ramificaciones del compuesto básico. Esa cantidad de modificaciones tiene que ver con los vacíos legales por los que se introducen los nuevos narcos.
Donzelli manifestó que en la Argentina -al igual que en muchos países europeos- la droga debe estar concretamente señalada en la lista de sustancias psicotrópicas para hacer la persecución judicial. La metamorfosis permanente de los psicotrópicos lleva en muchas ocasiones a no poder tipificar el delito como comercialización de drogas ilegales. En los Estados Unidos se penaliza una sustancia y aquellas aún desconocidas que causen efectos similares.
El Ministerio de Seguridad preparó una actualización de la lista de estupefacientes y demás sustancias químicas que deberán ser incluidas en los alcances de la ley 23.737, que reprime el narcotráfico. La Anmat y la Sedronar tienen ese listado que espera por la firma del correspondiente decreto para reemplazar la nómina de 2010, que controlaba 218 sustancias. En esta ocasión de quitaron 23, por estar incluidas entre las 49 sustancias que se agregarán, por lo que se llegará a la regulación de 244 compuestos. La ONU recomienda el control de 243 sustancias pero, como se consignó, tiene en espera de actualización a otras 400.
En la lista se incluirán al menos cuatro variantes de cannabis sintético, la familia de 33 derivaciones de Nbome (tomada como una sola sustancia), el GHB, la Metilona, el MPDV, diferentes variantes de éxtasis y el Popper, entre otras.
Esa puesta a punto frente a la amenaza de las drogas sintéticas cobra importancia en la Argentina por tratarse de un mercado en expansión. En silencio, sin el componente de violencia callejera que atrae la atención pública sobre la venta de cocaína y marihuana, las nuevas drogas exhiben una penetración local proporcionalmente superior a las sustancias de origen natural. Entre 2011 y 2013 aumentó 2000 veces el decomiso de drogas sintéticas. Y aparecieron laboratorios con capacidad para producir individualmente más de medio millón de unidades.
LA NACION