“Ascender siempre fue la prioridad”

“Ascender siempre fue la prioridad”

La historia de Marcos Díaz en el fútbol profesional no es justamente un lecho de rosas. Debutó en Colón de Santa Fe, club donde hizo todas las divisiones inferiores, en el año 2009, pero a pesar de ser un jugador de la casa no fue tenido en cuenta en el club santafesino. En su búsqueda por tener continuidad, el paso siguiente fue Gimnasia y Esgrima de Jujuy, pero tampoco logró su objetivo: atajó sólo ocho partidos y nunca pudo consolidarse como titular. Tras un regreso sin más opciones a Colón, recién en 2013 se incorporó a Huracán, por pedido especial de quien era el entrenador por entonces: nada menos que el Turquito Mohamed. Acostumbrado a las paradas complicadas, a Díaz le tocó competir por el puesto con Diego Pozo y Gastón Monzón en su primera temporada en Parque de los Patricios.
Le sobraba confianza en sí mismo y sabía que sólo era cuestión de esperar su oportunidad. Suplente de Pozo, una lesión de su compañero le permitió ser titular en la quinta fecha del torneo del año pasado. No tuvo ni un poco de suerte Díaz. Se lesionó a los cinco minutos de aquel partido ante Ferro y así de rápido se esfumaron sus chances de ganarse el puesto.
Nada menos que seis meses debieron transcurrir para tener revancha. Y paradójicamente, otra vez ante Ferro. “Ahora o nunca”, se dijo, tal vez exagerando porque sólo tiene 28 años, pero ese era su sentimiento. Aquella tarde ante el conjunto de Caballito llamó la atención de los hinchas del Globo por sus atajadas pero también por la personalidad demostrada. Ese día se hizo dueño del arco quemero, que ya no abandonó en lo que siguió del torneo y que lo catapultó a ser el titular indiscutido. Le quedaba el trago amargo del desempate del campeonato pasado nada menos que ante Independiente. Fue derrota en el estadio Unido de La Plata y a volver a empezar. “Los dirigentes se portaron bien conmigo. Confiaron en mis condiciones y me renovaron contrato por tres años”, recuerda ahora que son días felices, aunque al fin de año le reste un sólo pasito para transformarse definitivamente en inolvidable. “La obtención de la Copa Argentina se fue dando mientras nuestra prioridad siempre fue lograr el ascenso a Primera y volver a Huracán al lugar que se merece.”  Claro que lo suyo fue sublime: el Globo pasó tres definiciones por penales, ante Banfield, Estudiantes de La Plata y la final ante Rosario Central, y Marcos Díaz atajó nada menos que ocho penales para darle a su equipo una vuelta olímpica y la impensada clasificación a la Copa Libertadores 2015. Claro que ahora está a cuatro días de la final más importante: el desempate ante Atlético Tucumán para subir a la máxima categoría del fútbol argentino. “Estamos muy felices por lo conseguido pero estamos mentalizados para el domingo. Dicen que nosotros llegamos mejor, pero será un partido aparte, noventa minutos donde vamos a dejar el corazón”, concluye Marcos Díaz, que sabe de esas cosas.
TIEMPO ARGENTINO