Para cuidar el cerebro hay que comer pescado y frutas secas

Para cuidar el cerebro hay que comer pescado y frutas secas

Por Valeria Román
“Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina”, aconsejaba el médico griego Hipócrates en la Edad Antigua. Si bien el tiempo pasó, la recomendación aún tiene actualidad. “El cerebro se encuentra afectado por lo que comemos”, afirma el neurocientífico Facundo Manes, de la Fundación Ineco, y su frase figura en el prólogo de la primera guía sobre “Comida para un cerebro saludable”, que se puede bajar gratis de Internet.
¿Qué tiene que ver la comida con la enfermedad de Alzheimer? Mucho. “La comida chatarra es un factor para aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, que es una forma de demencia que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento. En cambio, la alimentación saludable reduce la probabilidad de padecerla ”, contestó a Clarín el psiquiatra Pablo Richly, subdirector del Instituto Alzheimer de la Fundación INECO, presidente del capítulo de neuropsiquiatría de la Asociación de Psiquiatras Argentinos, y uno de los autores de la guía junto con Sol Vilaro, Santiago O´Neill, Julián Bustin y Daniel Martínez. La publicación (que se puede conseguir en www.fundacionineco.org ) se hizo con motivo del Día Mundial del Alzheimer que será mañana 21 de setiembre.
“Una alimentación saludable cuida al cerebro de distintas maneras. En primer lugar, fortalece los vasos sanguíneos, de manera tal que el oxígeno y los nutrientes que viajan por la sangre puedan llegar correctamente a cada célula. En segundo lugar, nutre áreas cerebrales encargadas del lenguaje, el aprendizaje, el razonamiento, entre otras. Protege al organismo de la inflamación, un proceso relacionado a muchas enfermedades, y, por último, una alimentación saludable aporta aquellos nutrientes que promueven y participan en el crecimiento de nuevas células cerebrales y nuevas conexiones neuronales”, escriben los autores en la obra, que también lleva un prólogo de Guillermo Calabrece, cofundador y director del Colegio de Gastronomía Gato Dumas. Hay que consumir varios grupos de alimentos: cereales integrales, frutas, verduras, lácteos descremados, pescado, pollo sin piel, cortes magros de carnes rojas y aceites vegetales. Comer variado, hacer las 4 comidas (desayuno, almuerzo, merienda y cena) sin saltear una. Comer con moderación y tomar abundante cantidad de agua. Informan que para cuidar especialmente el cerebro, hay alimentos que aportan nutrientes y que no pueden faltar diariamente.
Entre los recomendados, están los pescados como salmón rosado, trucha, sardina, atún, arenque, los mariscos, las nueces, las almendras y los aceites de soja o de canola son fuentes de omega 3, que son ácidos grasos poliinsaturados esenciales y que el organismo no produce. También aconsejan el consumo del tomate, las naranjas, los morrones, las hierbas como el perejil, los frutos rojos, las espinacas, los espárragos, entre otros, que tienen antioxidantes para defender al cerebro de sustancias que dañan a las células. Al consumir semillas de sésamo y girasol, aceites vegetales, almendras, nueces y castañas, se obtiene vitamina E. Otras sustancias claves son los polifenoles que están en frutillas, el té verde, o el tomate, y los diferentes tipos de vitamina B de las zanahorias y los espárragos, entre muchos otros. “No hay una única dieta”, aclaran. La clave, comer saludable.
CLARIN