28 Nov El auto de lujo más exitoso del mundo
Por Sebastián Ramos
Muchas veces me preguntan cómo saber cada día más de la industria automotriz. Y la respuesta mía es siempre la misma: “Si querés saber el progreso no podés dejar de leer la historia de Mercedes-Benz, especialmente del Clase S.”
En promedio sale una nueva generación de este modelo cada siete años y en él esta la evolución del automóvil. Siempre estoy atento y vivo con gran expectativa cada lanzamiento para saber ¿con qué me van a sorprender esta vez?
Cuando uno analiza la historia y conoce los elementos de seguridad innovadores, las nuevas tecnologías en confort, el progreso de las prestaciones, el rendimiento del motor o detalles que parecen mínimos, leyendo la evolución del Clase S se puede conocer el progreso del automóvil.
Fue el primer auto del mundo con el sistema de antibloqueo de frenos, el primero con airbag (industrializado en serie), sorprendió al mundo con los controles de tracción y de estabilidad y leyendo sus orígenes (cuando aún no era llamado Clase S, pero era el Mercedes más caro) nos vamos a encontrar que fue el primer auto del mundo con carrocería de deformación programada. Además, asientos con masajes, desactivación de los cilindros del motor, aerodinámica ejemplar y una cantidad de detalles de fabricación que lo ubican en el número 1.
En la presentación de su última generación Mercedes-Benz lo presento como el mejor automóvil del mundo, y si bien para algunos puede ser una estrategia de marketing y para otros demasiado creídos, lo cierto es que hay que estar muy convencido del producto y tener muy en claro lo que se esta diciendo. Yo creo que, una y otra vez, la innovación los hace líderes. A la gran mayoría nos encantan los Ferrari y los Porsche, pero como alguna vez lo he explicado, son los autos de lujo como el Clase E y el BMW Serie 5 o los más grandes como el Clase S, BMW Serie 7 y Audi A8 los que deben asumir con mayores compromisos. Ofrecen mucho más que los autos deportivos; aunque para explicarlo con detalle no me alcanzarían todas las páginas del diario, pero por eso siempre se dice que ellos son los mejores.
No existe en el mundo un auto de lujo más exitoso que el Clase S. Es el preferido de los ricos y sus números de ventas no dejan de sorprender. Se acaban de cumplir un año de esta generación y ha alcanzado patentamientos por 100 mil unidades. China, Estados Unidos y Alemania son sus principales mercados. Su supremacía es apabullante. De la generación anterior se vendieron 500 mil unidades.
Sin dudas, el nuevo Mercedes es el mejor ejemplo de su slogan preferido Das Beste oder nicht, dicho en castellano “Lo mejor o nada”, la frase que ha quedado en la inmortalidad de uno de sus creadores, Gottlieb Daimler, y que hemos elegido para darle el título a la nota.
Entrar al Clase S y conducirlo te transporta a otro mundo. El diseño me parece espectacular porque uno lo identifica claramente como el sedán más lujoso de la marca y al mismo tiempo ha logrado que sea uno de los autos más aerodinámicos del mundo alcanzando un Cx de 0,24.
Te sorprende con sus detalles
Su interior no deja de darte mimos. Desde la exquisita posición de manejo que te ofrece su asiento con calefacción, ventilación y varios tipos de masaje (incluyendo uno que simula el masaje con piedras calientes, que es el que más use) hasta ajustes mínimos de todo lo que se te ocurra. Diferentes tonalidades de luces en su interior a elección de color y nivel de intensidad te llevan al diseño llamado de claridad sensual tan admirado de su creador Gordon Wagener, el director de diseño de la marca. Los posavasos pueden calentarte o enfriarte las bebidas y en el caso de la unidad probada con 10 mil dólares más accedés a un nivel de confort superlativo. Mientras tu chofer conduce, atrás podés disfrutar de dos pantallas para ver películas, las funciones de un Ipad y la información de varios sistemas del auto, entre otras cosas. Además, auriculares inalámbricos, mesitas plegables, y una heladera capaz de dejarte el champagne listo para festejar en cualquier momento.
El summun del placer esta reservado al asiento trasero derecho que te permite un nivel de confort superior al de una Bussines Class de un avión.
Durante muchos años la presentación interior del Audi era la referencia, pero ahora el Clase S es el nuevo ejemplo a seguir. Además, la calidad de materiales, el cuidado de los encastres y la terminación demuestran un nivel de calidad superior.
Pensado para ser número 1
El S 500 tiene un motor naftero de 8 cilindros con dos turbos. Desarrolla una potencia de 455 CV y un par motor de 71,4 kgm entre 1800 y 3500 rpm. Limitada electrónicamente la velocidad máxima alcanzada fue de 253,6 segundos. Necesita apenas 3,4 segundos para pasar de 80 a 120 kilómetros por hora y en cuanto se pisa el acelerador a fondo te ofrece un empuje descomunal. Si lo llevás tranquilo, la falta de vibraciones y de ruidos junto a su excelente suspensión te permiten disfrutar de un confort de marcha soberbio. Los frenos también demuestran una eficacia fuera de serie.
En la ruta los consumos son contenidos, pero en ciudad necesita 15,5 litros cada 100 kilómetros. Por otro lado, es meritorio su trabajo de reducción del consumo porque en la generación anterior se necesitaban alrededor de 20 litros para cubrir la misma distancia, pero en el mismo segmento este auto con un motor diésel o en su versión naftera-híbrida puede consumir menos.
La dirección te sorprende por su suavidad en la ciudad y el excelente endurecimiento en la ruta, y la caja automática con siete marchas tiene una relación exquisita con el motor, sin importar en qué marcha lo estás llevando. No tiene la posibilidad de pasar totalmente al modo manual, pero no es algo que sus usuarios pidan. El promedio de edad de sus dueños es de 55 a 65 años, pero últimamente, debido a los nuevos ricos chinos, hay un gran número de nuevos propietarios con 40 años de edad.
Existen muy pocas contras en un coche de este tipo. Para empezar, en nuestro país su precio es completamente desorbitado. Se encuentra en otra galaxia ya que en Estados Unidos tiene un valor de 94.400 dólares, equivalentes a 801.018 pesos argentinos, y aquí cuesta 400 mil dólares, equivalentes a 3.394.146 pesos argentinos. En la Argentina suele ser uno de los autos de Mirtha Legrand y Susana Jiménez, pero los últimos impuestos internos han creado un verdadero disparate y una distorsión de precios que no existe en Europa y Estados Unidos.
Además, si bien tiene toda clase de elementos de seguridad –hasta airbags dentro de los cinturones– también es cierto que a pesar de su costo todavía quedan elementos que no están disponibles, como el control de crucero con frenada total de emergencia, el sistema que evita los choques en las intersecciones y cruces, o el Magic Body control, una innovación mundial que utiliza cámaras para ver el camino y preparar las suspensiones para cambiar su ajuste al detectar pozos, lomos de burro, etcétera.
Por otro lado, los neumáticos con medida 245/50 18 complican la existencia de una rueda de auxilio convencional y el sistema Run Flat no llega a remplazarla por más que en algunas situaciones puede permitir seguir circulando. Y la garantía de dos años a esta altura es una cargada o un chiste de mal gusto para su exclusivo comprador.
En suma, Mercedes-Benz ha hecho otra vez el mejor automóvil del mundo, pero en la Argentina con su costo de 400 mil dólares se nos hace imposible comprarlo.
TIEMPO ARGENTINO