Una asociación centenaria

Una asociación centenaria

“El auto no es sólo un pedazo de metal, sino un ser vivo con un corazón que late, que se pone feliz o triste dependiendo de cómo se lo trata. Es necesario conocerlo bien y saber cómo ayudar a liberar a su personalidad”. Estas palabras del gran Juan Manuel Fangio representan el espíritu de la colaboración que ha unido a Pirelli y Maserati durante un siglo, tanto en la competencia como en la ruta. El “Chueco” fue, probablemente, el mayor exponente de la colaboración entre dos empresas que se han convertido en íconos de la industria automotriz italiana.
Las raíces de la asociación técnica entre estas dos terminales se remontan a la época en la que los neumáticos de Pirelli fueron llamados “Stella Bianca”. De hecho, Pirelli y Maserati ya se unieron en las primeras décadas del siglo pasado, cuando Giuseppe Campari Maserati ganó en el Gran Premio francés de 1933. Esta época triunfal llegó a durar más de 30 años, justo cuando el neumático radial comenzaba a evolucionar. Luego llegó la época dorada de Gigi Villoresi y Giuseppe Farina, con la Pirelli Stelvio. Desde el Gran Premio de Italia 1953 en adelante, la estrella Fangio realmente comenzó a brillar.
La alianza que unió Maserati y Pirelli en la pista también tuvo un profundo impacto en los productos para las carreteras. El mundo Pirelli se transformó a partir de 1960 con la introducción del nuevo neumático Cinturato: un nombre que todavía sigue vigente en la actualidad. Para la temporada de 1961, el Maserati 3500 GT Spyder y cupé fueron ambos equipados con el Cinturato S. Este neumático pasaría a convertirse en un hito en 1963.
En la década de 1970 la magnífica Ghibli irrumpió en la escena, con neumáticos de perfil bajo como el primer Pirelli “Serie 70”. Estas gomas Cinturato de referencia llevan el marcado CN72, también conocido como “el americano”.
Pirelli y Maserati se reunieron muchos años más tarde, tras un largo período de cambios. A principios de la década de 2000, el buque insignia de los neumáticos Pirelli fue llamado P Zero, convirtiéndose en el “neumático de victorias” al igual que sus ilustres predecesores. En 2002 el P Zero fue confiado para apoyar el retorno de Maserati a la competencia con el Trofeo Maserati; un campeonato para los nuevos y potentes modelos cupé y Spyder, que volvió a encender la pasión deportiva en todo el mundo. En 2003 nació el proyecto MC12. Fue un superdeportivo de 12 cilindros que llegó a afirmar el reconocido campeonato FIA GT en 2005, los neumáticos eran naturalmente Pirelli P Zero.
Ahora, el último capítulo de esta colaboración de un siglo lo escriben los actuales modelos Quattroporte y Ghibli. Estas Maserati más recientes son equipadas con neumáticos Pirelli, pero a diferencia de sus antecesores, los neumáticos están hechos a medida. Estas gomas pueden ser identificadas por marcas distintivas “MGT” en las paredes laterales.
Los neumáticos Pirelli únicos en cada Maserati contribuyen a la personalidad individual e inconfundible de un auto: un siglo lleno de pasión y tecnología de última generación.
EL LITORAL