Nobel a los investigadores del “GPS interno” del cerebro

Nobel a los investigadores del “GPS interno” del cerebro

Los descubrimientos de John O’Keefe, May-Britt Moser y Edvard Moser resolvieron un problema que ocupó a filósofos y científicos durante siglos: ¿cómo hace el cerebro para crear un mapa del espacio que nos rodea y cómo podemos hacer nuestro camino a través de un ambiente complejo?” Con esas palabras el Instituto Karolinska, cuya sede está en Estocolmo, premió ayer con el Nobel de Medicina 2014 al estadounidense O’Keefe y al matrimonio noruego Moser, la quinta pareja en recibir un Nobel. Entre los tres se repartirán 870 mil euros.
El galardón, que se realiza desde 1901 y continúa hoy con el de Física, se centró en la revelación del “GPS interno” del cerebro, las células que constituyen el sistema de posicionamiento que hace posible la orientación en el espacio. “Estos hallazgos suponen un cambio en el paradigma de la comprensión de funciones cognitivas superiores y abren nuevas vías para entender el funcionamiento de la memoria, el pensamiento o cómo hacer planes”, indicaron desde el instituto.
Inicialmente fueron descubiertas en ratas. Quien inauguró el camino fue el norteamericano O’Keefe, en 1971, cuando reveló –utilizando métodos neuropsicológicos– que en el momento en que el roedor se encontraba en un lugar determinado de una sala, siempre se activaba un tipo de célula en el hipocampo que no sólo registraban un impulso visual, sino que construían un mapa interno del medio. El hipocampo, entonces, genera múltiples mapas representados por la actividad colectiva de las células activadas en diferentes lugares, las “células de orientación”.
Tres décadas después, el matrimonio Moser descubrió en la corteza entorrinal, un área cerebral vecina, otras células que se activaban cuando pasaban localizaciones múltiples dispuestas en una grilla hexagonal. Cada una se activaba siguiendo un patrón espacial único, y en conjunto formaban un sistema de coordenadas que permitía el desplazamiento espacial (“Células en red”), al mismo tiempo que creaban circuitos con las células del hipocampo, lo que constituía ese “GPS interno” del cerebro. En 2008 encontraron además “células de frontera”, que emiten señales cuando una rata se acerca a un gran obstáculo, y una “brújula” formada por células que captan la dirección de la cabeza. También se guardan recuerdos de experiencias junto con las informaciones sobre el lugar.
“Recientes investigaciones mostraron que esas células existen también en seres humanos, por lo que el conocimiento del sistema de posicionamiento cerebral podría ayudar a entender la pérdida de memoria espacial de los enfermos de Alzheimer”, dijeron desde el Instituto Karolinska. En estos pacientes serían las primeras células que se destruyen.
O’Keefe, de 75 años y doctorado en psicología fisiológica, ejerce en el University College de Londres. Los Moser, nacidos en la primera mitad de los sesenta, se conocieron estudiando psicología en la Universidad de Oslo. Él se enteró del premio al llegar al aeropuerto de Munich. Le preguntaron cómo continuar motivado para seguir investigando después de este galardón. Respondió: “Si la única motivación es la de ganar el Premio Nobel, entonces probablemente no se gane.”
TIEMPO ARGENTINO