02 Oct Las Flores fue el mensajero, en la vidriera de la provincia
Por Sebastián Heredia
No fue una reunión más la del martes en el Hipódromo Las Flores. A la actividad hípica de siempre, la fuerza de un corcel en un mensaje que atravesó la misma pista. La unidad por sobre todas las cosas, como emblema de un símbolo de la provincia que unifica las fuerzas vivas de una sociedad. El mensaje fue fuerte y claro. Una multitud lo acompaño. Fue un evento con un horizonte de porvenir.
El turf no es sólo un deporte. Por su cadena de factores, es una fuente de trabajo incansable y que tiene al ser humano como arista irreemplazable. En el marco de un nuevo aniversario del Santo Patrono San Jerónimo, el hombre lo volvió a hacer posible.
Las glorias de Colón y Unión se juntaron y, en equipos combinados, contagiaron a los presentes desde el campo de juego. Pero no fue un partido de fútbol nada más: fue una demostración latente que no hay obstáculo más poderoso que la razón humana por el bienestar.
Víctor “Carucha” Muller, en su papel revelador de arquero, fue el hombre del partido. No obstante, otra vez, el hombre se hizo piel en un aplauso generalizado al terminar el show de calidad, sudor y diversión. En las gradas, rojo, negro y rojo fueron los colores predominantes. Empero, en el espíritu, el ideal de un color esperanza de terminar con las diferencias, desterrar la violencia y hacernos un hombre por otro hombre, en comunión.
Sí, todo eso sucedió en un circo de turf, que en su levantada ante la adversidad, no detiene su marcha. Las primeras cuatro carreras fueron antes del balón. La provincia se enteró del acontecimiento y acompañó desde temprano. Tras el pitazo final, las tres contiendas finales, incluso la central en una nueva fecha del Premio Copa Federación. La grey y los nuevos, no se fueron. La cálida tarde se alimentó del calor popular que luego se incrementó con el show de Kaniche. Mientras una suave brisa templaba esa llama espiritual, la caricia de un atardecer que se celebró en una paleta de sensaciones que dibujaron un convite bisagra.
Miguel Del Sel, diputado nacional por la provincia, arrojó una palabra que tal vez define la labor que desde su mismo prólogo en la industria pregona Carlos Felice, UTTA y OSPAT: “Un espectáculo donde todos podemos y nos sentimos identificados, que no sólo divierte, sino que además dignifica”. Las Flores fue el mensajero. El mensaje, en tanto, corrió por cuenta de todos los asistentes. Si se hace entre todos, la fortaleza es mayor y mayor con el correr de los tiempos. Es algo que está más que claro.
PURA HIPICA