16 Oct Ingenio o talento, todo vale para ganar plata en la Web
Por Déborah de Urieta
Con más de 1000 millones de visitas de usuarios diferentes por mes que ven más de 6000 millones de horas de videos, YouTube es una plataforma en la que el número de reproducciones que puede alcanzar un video es inimaginable. Y, si a esto se le suman las oportunidades de negocio que genera, pasó de ser una mera plataforma para el entretenimiento a convertirse en una herramienta para que los jóvenes con algún talento que mostrar puedan hacerlo, y gratis.
Tanto en el nivel mundial como en la Argentina, donde 77,5% de los usuarios de Internet consumen videos en YouTube, el fenómeno de los Youtubers crece. Se trata de jóvenes que generan audiencias leales con los contenidos que suben a la plataforma, y logran ingresos a partir de ellos.
Instructivos de belleza, música o sketches, son algunos de los contenidos que más éxito tienen. “YouTube es una vidriera para ese talento”, afirma Carolina Bertoni, gerente de alianzas de contenido para YouTube Argentina y Chile. Y asegura que en la plataforma de Google “el negocio, primero, es generar una audiencia” y es a partir de ellas que los nuevos talentos buscan distintas opciones para monetizar sus habilidades.
Los modelos de negocio para quienes logran generar una audiencia significativa pueden darse dentro de la plataforma, a partir del Programa de Socios, del que ya participan más de un millón de canales en todo el mundo. Éste “permite a los creadores monetizar su contenido en YouTube”. Esto es a partir de la opción que tienen los creadores de contenidos de habilitar a Google a que venda publicidad, para que ésta sea mostrada al reproducir sus videos.
Daiana Hernández es una de las argentinas que apuesta a YouTube a través de sus videos humorísticos. Con 23 años, encontró en YouTube un medio para mostrar su talento como actriz y directora. Y no le fue nada mal. Actualmente, recibe 1,3 millones de visitas mensuales en su canal -que lleva su nombre- y calcula que si sigue así, en un año logrará su meta: cobrar US$ 1000 mensuales.
De lunes a viernes, Hernández se dedica de lleno a la producción de los videos que protagoniza, guiona, filma y edita ella sola. Es un trabajo de tiempo completo que define como una inversión: todo el dinero que gana -unos 500 dólares mensuales- los destina a la producción de nuevos contenidos. “Sé que si sigo trabajando así, voy a poder vivir de esto”, cuenta. Otro de los youtubers argentinos con más éxito es Julián Torres. Con sólo 19 años, logró que su canal de “humor sincero”, Julianero Vlogs, superara las 4,8 millones de reproducciones. Aunque él no se lo toma como un trabajo, como Daiana, sino como un hobby, hoy destina todas sus ganancias a producir nuevos contenidos.
Los ingresos que obtienen Daiana y Julián provienen de los avisos que aparecen en sus canales. Cada 1000 reproducciones que tenga un video, comienzan a percibir ingresos, que se reparten casi a medias con YouTube. Se calcula que por cada 1000 reproducciones, los creadores ganan, como mínimo, uno o dos dólares. Pero esto depende del lugar en que esté radicada la audiencia. En países con mayor competencia por la publicidad digital, los ingresos son mayores. Es por esto que los youtubers aspiran a captar audiencia de países como Estados Unidos, donde las ganancias pueden triplicar a las de la Argentina.
Cecilia Saia, de 29 años, comenzó hace tres meses a dedicarse de lleno a su canal Vitamina Ce. Allí sube sketches cortos sobre “cosas que le apasionan”. Su canal ya superó las 116.000 reproducciones, y Saia está preparando el terreno para generar más ingresos que los que obtiene a partir del Programa de Socios: prevé conseguir patrocinadores particulares, que serían incluidos dentro del contenido.
Pero las oportunidades de negocios pueden ir más allá de lo que se ofrece en la plataforma. Incluso, a veces los ingresos que se obtienen a partir del programa de YouTube son mínimos, como les ocurre a los hermanos Jorge, que integran la banda de heavy metal Gauchos de Acero. Si bien ellos sólo reciben algo más de US$ 100 por mes, YouTube les permitió hacerse conocidos a nivel mundial. Luego de que su canal se popularice -hoy supera las 26 millones de reproducciones-, fue que lograron participar en festivales como Pepsi Music y Cosquín Rock y hasta de un aviso de Motorola, además de grabar dos discos. Y todo esto comenzó de casualidad. En 2006, un amigo de su papá los grabó mientras tocaban en su casa -tenían ocho, 10 y 12 años-, subieron el video a YouTube y se volvió un éxito en la Web a nivel mundial.
A Azul Sad, YouTube tampoco le genera ingresos muy significativos -unos 150 dólares por mes-, aunque admite que ya no le dedica tanto tiempo, como los Jorge. Pero fue gracias a su canal Azumakeup, que tiene más de seis millones de reproducciones, que consiguió su trabajo como maquilladora en Neuquén. Desde su canal difunde instructivos de maquillaje que se consumen en distintos países.
LA NACION