15 Oct Amador Fernández-Savater: “Las licencias Creative Commons son para incentivar las ideas que nos convencen”
Por Laura Ventura
En su vida conviven la indignación y el arte. La primera expresión corresponde a su posición política; la segunda se refiere a su labor al frente de una editorial independiente. El español Amador Fernández-Savater, escritor, editor, bloguero y activista impulsa desde hace una década Acuarela Libros, pionera en la protección de las licencias Creative Commons (libre difusión de contenidos). Este hombre que hoy promedia la tercera década de vida fue durante su adolescencia la musa inspiradora de su padre, el filósofo Fernando Savater, en aquel texto de lectura obligatoria en escuelas secundarias de tantos colegios de Hispanoamérica, Ética para Amador. Pero eso no es algo de lo que quiera hablar este mediodía en Barracas.
Anclado en su Madrid natal, a menudo repite: “No encajo en ningún sitio”. Con ese espíritu hila sus ideas en el blog Fuera de Lugar en el diario Público, de España. Fernández-Savater fue uno de los principales expositores de la Conferencia Editorial 2014 celebrada hace unos días en Buenos Aires para reflexionar sobre la innovación en esta actividad. Compartió, sin afán didáctico, en tercera persona del plural, su experiencia en este emprendimiento -“una cuestión de supervivencia”- que se asemeja más a una reunión de amigos que a una empresa. “Hay una frase de André Breton que resume muy bien la filosofía práctica de la editorial: «Se publica para encontrar camaradas». Ése es nuestro santo y seña. Publicamos para encontrar camaradas, no en el sentido político estricto, sino gente con una sensibilidad que ha sido tocada por un libro en concreto y que cree que ese libro puede serlo para los demás.”
Acuarela Libros es una pequeña editorial con dos banderas. Por un lado, la del pensamiento crítico; por el otro, la del universo cultural. Además de haber editado a Guy Debord y a Cornelius Castoriadis, Acuarela publicó La taberna errante, “una novela loca” de G. K. Chesterton, a quien Fernández-Savater define como “un pensador católico y conservador que, al mismo tiempo, fue un revolucionario de los siglos XIX y XX”. El español habla de un cambio de paradigma en el histórico rol que se le había asignado al editor, cuya función como mediador y su posición de privilegio parecen haber llegado a su fin, para darle espacio a su participación como intermediario entre los lectores y los textos: “Los editores tenían el poder de decidir lo que se leía en un país. Hoy el poder pasa al lector, que es quien decide lo que quiere, cómo lo quiere y a qué precio. El editor entonces aporta algo, no es un simple puente entre la escritura y el mercado. Busca ser un estímulo creativo”.
Hijo de su tiempo y de su generación, incorpora las redes sociales a la tarea y gracias a ellas puede concretar su rol como intermediario: “El trabajo del editor durante mucho tiempo era un poco aislado. Con el blog y Facebook tenemos una conversación permanente con los lectores sobre los libros y sobre otras cuestiones. Es una constelación donde el libro es una estrella más. Hacemos un gran esfuerzo para sacar, a partir del contenido de un texto, otros contenidos”. A la vanguardia en esta práctica, Fernández-Savater es ortodoxo en otra y confiesa, como editor, su desinterés por el e-book. “Creemos en el libro también como objeto y nos parece que por más interesante que pueda ser el libro digital, hay algo del sentido del tacto que se pierde. Somos gente que hemos crecido leyendo libros y nos parece ésa una gran tecnología por la cual seguir apostando.”
A diferencia de lo que ocurre en la Argentina, donde cualquier libro puede ser fotocopiado, en otros países del mundo, como en España, esta actividad está penada por la ley. Desde Acuarela Libros se impulsaron licencias Creative Commons, es decir, un sello que autoriza que sus libros puedan circular y ser reproducidos sin ánimo comercial. “Es una manera que tenemos de incentivar la circulación de ideas que nos convencen.”
Cuando la crisis económica se desató en España, un grupo de personas salió a las calles. Cada vez fueron más y se autodenominaron “los indignados”. También conocido como el Movimiento 15-M, uno de los lemas que defendieron es el de “No somos antisistema, el sistema es antinosotros”. Este eslogan es uno de los favoritos de Fernández-Savater, quien participa de modo activo de esta iniciativa y busca transmitir una imagen inmune a los estereotipos que algunos medios y sectores de poder les brindan a quienes protestan, con el objetivo de lograr la desaprobación y el recelo de quienes no se manifiestan. “Con la crisis y con los movimientos que han surgido como respuesta en torno a la crisis se está leyendo muchísimo. La lectura tiene que ver con la necesidad de entender lo que te pasa, lo que vives. No es un adorno a la existencia o un lujo que te das. Es una necesidad la que te lleva a la lectura. Con la crisis se nos ha venido abajo un mundo de sentido y estamos en busca de nuevos sentidos, nuevas maneras de entender la política a través de los libros.”