Un relato que no teme abordar el vínculo entre fútbol y corrupción

Un relato que no teme abordar el vínculo entre fútbol y corrupción

Cada cuatro años el mapa anímico de la Argentina replica una explosión de emociones sin par: euforia, excitación, alegría y un estado de nerviosismo permanente elevan la pasión pseudo patriótica a niveles alarmantes. Una bola de nieve emotiva tan grande que hasta tiene lugar para los sentimientos opuestos a los mencionados: el tedio, la indignación, el hastío y la irritación que provoca en más de uno tanto abuso de la argentinidad al palo. Todo eso provocan en nuestro país los mundiales de fútbol. Atentos a todas estas reacciones inevitables, las casas editoriales también se suben a la montaña rusa mundialista y saturan los anaqueles de las librerías con títulos dedicados al deporte más popular del mundo. Y en ese cambalache editorial hay para todos los gustos. Ensayos, investigaciones, libros de historia, humor, ficción y biografías se amontonan, contagiados de la omnipresente marea albiceleste.
Entre toda esta oferta, la novela Tres actos y dos partes, del escritor italiano Giorgio Faletti, se destaca justamente porque está libre del sobrecargado tono épico de las propagandas de cerveza. Se trata de una novela breve que se adentra en el universo futbolístico para contar, con prosa directa y concisa, la historia de un utilero que debe enfrentarse a un episodio de corrupción en el que está involucrado su hijo, la estrella de un equipo de segunda división. Oportunamente, Faletti no le escapa al vínculo entre fútbol y corrupción que los grandes apologistas de este deporte suelen evitar.
El narrador de la novela es Silvano Masoero, conocido como Silver, hombre criado en la pobreza, que tuvo una buena racha como boxeador durante algunos años, pero que terminó preso por participar de una pelea arreglada que le prometía un futuro sin preocupaciones.
Luego de ese período oscuro de su vida, Silver sufre otro impacto: la muerte de su mujer, quien lo ayudó a reconstruir su vida después de la prisión y con quien tuvo un hijo, Roberto, conocido como el “Grinta”, un notable jugador de fútbol que con el tiempo se convierte en la promesa del equipo local. Ahora, frente a la evidencia de que su hijo va a ser parte de un arreglo para perder el partido que la ciudad espera con ansias, Silver se encuentra en medio de una situación delicada que lo lleva, a partir de reflexiones sobre sus propios errores, a tomar una decisión que cambie el rumbo de ese engaño.
Giorgio Faletti (Asti, 1950) es escritor, cantante, compositor y comediante. Publicó las novelas Yo mato (2002), El tercer lado de los ojos (2004), Fuera de un evidente destino (2006), Yo soy Dios (2010) y Apuntes de un vendedor de mujeres (2012), que tuvieron un gran éxito en ventas y lo posicionaron como uno de los novelistas más notables de su generación.
Frases cortas y contundentes, capacidad para la intriga y la tensión y un logrado equilibrio entre las descripciones del lugar y la psicología de su narrador, hacen de Faletti un escritor que alcanza la reflexión filosófica sobre la existencia y, a su vez, avanza a gran velocidad sobre la escenas, casi cinematográficas, que configuran la historia.
“En mi barrio los buenos modales no existían. No en el sentido canónico del término, al menos. Cuando uno tiene ganas de orinar, debe recorrer un balcón y pasar por delante de tres o cuatro puertas para ir al baño, la confianza es un derecho con el que se nace. El váter une a los seres humanos más que las ideologías”, reflexiona Silver en un momento de la novela.
“Las familias tenían el sentido de colaboración de las ratas atrapadas en una trampa, por culpa de una situación que todos vivían: la dificultad crónica de llegar a fin de mes”, agrega. El fútbol, que en el libro aparece como fondo de las situaciones, es también una metáfora sobre las formas de comportamiento en la sociedad. “Donde el ser humano no puede llegar, un golpe de suerte puede ayudar mucho. Así es el mundo y así es por tanto un partido de fútbol”, define el protagonista en un momento crucial del relato. La novela de Faletti, traducida por Juan Manuel Salmerón, se destaca por su exploración certera del comportamiento de las personas frente a la circunstancias decisivas, las complejidades que implica hacer una elección y descartar otra, y la ambigüedad que se presenta ante cada oportunidad que nos ofrece la vida.
TIEMPO ARGENTINO