Los mitos y errores que se pueden cometer la hora de bajar de peso

Los mitos y errores que se pueden cometer la hora de bajar de peso

Se acerca el calor y, junto con él, la advertencia de lo cerca que está el verano. Para muchas mujeres, buscar las bikinis usadas el último año implica evaluar si están en condiciones estéticas de usarlas y ese análisis tan subjetivo lleva habitualmente a considerar la necesidad de una dieta. Algo similar ocurre con ellos, que agarran el short de baño y se encuentran con una panza que preferirían no lucir en la playa en las próximas vacaciones. Los vendedores de productos y soluciones mágicas conocen este ritual, que se repite cada año, y lanzan sus colmillos hacia los clientes más vulnerables.
Ante ese panorama, el Ministerio de Salud de la Nación, a través del Plan Nacional Argentina Saludable, busca divulgar una información precisa sobre las dietas, con la intención de desterrar mitos sobre los alimentos light y los sacrificios innecesarios para combatir el sobrepeso e incluso la obesidad. Desde esa cartera detallan, incluso, cómo lograr una adecuada alimentación para un peso saludable y evitar enfermedades como diabetes, hipertensión y afecciones cardiovasculares, entre otras.

MITO 1: “Se puede comer alimentos light libremente y no engordar”.
Una de las aclaraciones que subraya el Ministerio de Salud es que “un producto light es aquel que ha sido reducido en al menos un 25% en el contenido de calorías o en algún nutriente (carbohidratos, grasas totales, grasas saturadas, colesterol y sodio)”.
El hecho de que un alimento sea “light” no significa necesariamente que sea reducido en calorías. Por ejemplo, el dulce de leche light ha sido reducido en grasas pero tiene el mismo aporte de calorías debido a que posee un mayor porcentaje de hidratos de carbono. Por eso, es necesario que en el rótulo se especifique si está reducido en calorías o en algún nutriente y cuál es el porcentaje de reducción.
Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles de la cartera sanitaria nacional, detalla: “Es un error muy común sobrepasarse en la ingesta de productos light pensando que no engordan y, en esos casos, la persona termina consumiendo más calorías que si hubiera elegido la versión tradicional”.

MITO 2: “Para adelgazar, es necesario eliminar el pan y las pastas”.
Esta idea surgió a partir de la creencia popular de que los hidratos de carbono engordan y que las personas deben suprimirlos si quieren bajar de peso.
Sin embargo, la aclaración de la cartera sanitaria es que “los hidratos de carbono son la principal fuente de energía y, al restringirlos, la persona puede sentir cansancio, fatiga, irritabilidad y menor resistencia cuando realiza alguna actividad física”.
A partir de esa aclaración, los especialistas del ministerio señalaron que lo importante es controlar el tamaño de las porciones. Emilia Barrionuevo, nutricionista del equipo del Plan Argentina Saludable, propone algunas alternativas para hacer rica, saludable y liviana una comida con esas característica: “En el caso de las pastas, por ejemplo, lo ideal es combinarlas con verduras cortadas en juliana, que pueden ser cocinadas al wok, o si las queremos consumir con salsa, es importante que sea liviana, de tomate, en lugar de las de cuatro quesos o de crema”.

MITO 3: “Para bajar de peso no hay que mezclar carne con papas o pastas”.
Los nutricionistas sostienen que no hay ninguna evidencia científica que sostenga esta creencia popular. De hecho, la fundamentación médica indica que el aparato digestivo cuenta con enzimas que son capaces de digerir, al mismo tiempo, los hidratos de carbono y las proteínas. Incluso, el aparato digestivo es capaz de combinar estos nutrientes y hacer que dicha comida brinde mayor saciedad.

MITO 4: “Al hacer dieta, hay que abandonar todos los dulces”.
Esta afirmación es un mito, ya que los alimentos, además de nutrientes, le brindan placer a quien los consume. Esto significa que, si bien es importante cuidarse de los excesos, no sólo en relación a los dulces, no es recomendable eliminarlos completamente. Por ello, se sugiere consumir productos dulces, siempre y cuando sean en una porción justa. Para conseguir calcular en qué consiste lo “justo” de la porción, la propuesta de los especialistas es comprar aquellos dulces que se venden por unidad.
La nutricionista Barrionuevo aclara: “Cuando prohíbo un alimento, aumentan mis deseos de consumirlo. Entonces, si en lugar de prohibirlo lo incluyo dentro de mi alimentación, el deseo disminuye porque sé que al otro día puedo volver a consumir una porción”.

MITO 5: “La dieta debe comenzar el lunes”.
Según indican desde el ministerio, postergar el comienzo de la dieta para el lunes siguiente se convirtió en una frase que sólo resume la intención de posponer un hecho que podría iniciarse antes. “Muchas personas que quieren bajar de peso comienzan la dieta el lunes a la mañana y la terminan a la noche, o adelgazan de lunes a viernes y suben de peso los fines de semana”, repasa Barrionuevo y propone: “Un desafío que nos podemos plantear es tomar la decisión de cuidarnos a partir de la próxima comida. No es necesario empezar un lunes”.

MITO 6: “Si quiero bajar de peso, tengo que pasar hambre”.
Esta frase, además de un mito, implica un riesgo, ya que seguir dietas muy bajas en calorías, que en muchos casos son las que están de moda, no se puede sostener en el tiempo. Esto significa que, en lo inmediato, se recupera el peso perdido, y en el largo plazo, el gasto energético disminuye y el metabolismo de las personas se hace más lento.
“Cuando pasamos períodos de hambre, el organismo detecta esa falta de alimentos y para lograr su objetivo, que es comer, aumentan los niveles de una hormona llamada grelina, conocida como la hormona del hambre, que hace que tengamos ganas intensas de comer. Entonces, para que esta hormona se mantenga en niveles normales no deben pasar grandes períodos de tiempo sin ingerir alimentos”, justifica Barrionuevo.
Estas dietas, conocidas como “planes de adelgazamiento rápido”, llevan a quien las realiza a perder más músculo que grasa. “Si se baja un 1% por semana, se pierde alrededor de un 75% de grasa y 25% de músculo. Si se supera esa velocidad, se pierde alrededor de 50% de cada uno”, detalla Jonatan Konfino, coordinador del Plan Nacional Argentina Saludable.

MITO 7: “Comer sólo frutas durante el día es una buena alternativa para bajar de peso”.
Aclaran desde el ministerio que “ningún plan basado en un solo grupo de alimentos puede tener éxito. La alimentación debe ser variada y completa. Para eso, es necesario consumir frutas, verduras, carnes y legumbres en proporciones equilibradas. Una dieta exclusiva en frutas, como por ejemplo la dieta de la manzana, debilita al organismo y provoca el efecto contrario al deseado una vez que se la deja de consumir”.

MITO 8: “Mejor no cenar porque engorda”.
Esto no es así, ya que el motivo que realmente provoca un aumento de peso es consumir mayor cantidad de calorías que las que se gastan a lo largo de todo el día, y nada tiene que ver con el momento del día en que se come. Por eso, es importante no saltear ninguna comida, ya que esto disminuye el metabolismo –el organismo quemará menos calorías–, y hace que la persona llegue a la siguiente comida con mucha más hambre.
TIEMPO ARGENTINO