08 Sep Elegancia clásica en los caminos serranos
Por Jorge Pandini
Hace tres años que venía peleando con muchas posibilidades hasta el último kilómetro; hace tres años que a pesar de una performance excelente tenía que conformarse con el segundo lugar. Nada mal, claro, pero siempre muy cerca de ganarlo. Dicen que no hay dos sin tres, pero la cuarta fue la vencida. Cuando en la noche del domingo último, durante la cena y entrega de premios, anunciaron al binomio ganador, Daniel Erejomovich por fin alcanzó el tan ansiado primer puesto. Con Gustavo Llanos como navegante y al volante de un AC 16/80 Comp. Sport de 1938, ganó el Rally de la Montaña (RDLM), la tradicional prueba de automóviles clásicos que se disputa en los atractivos caminos cordobeses.
Fueron 44 máquinas de distintas épocas la que formaron parte de la competencia. Como es habitual, el espíritu de camaradería es el común denominador de esta actividad en la que cada año hay reencuentros de habituales competidores a los que se suman algunos que por primera vez se animan a la prueba.
Siempre hay figuras invitadas y repite esta vez no fue la excepción. Con ganas de competir, pero también de disfrutar, se sumaron Ernesto Tito Bessone, al volante de un Fiat 1600 Sport que fue elegido mejor auto de producción nacional, y David Nalbandian, que después de dejar la raqueta se dedica a su otra pasión que es el automovilismo en el Rally Argentino y que para esta prueba manejó un Corvette Stingray de 1964.
Otro de los que se sumó a la competencia fue Martin Christie, navegante de Jorge Recalde, el único piloto argentino en ganar una fecha del mundial. Los tres, Nalbandian, Bessone y Christie recibieron como reconocimiento un cuadro del artista plástico Jorge Ferreyra Basso.
Este rally mantiene inalterable su espíritu de evocar el automovilismo deportivo nacional. Prueba de eso es que en esta edición se usó el mismo recorrido del Super Prime donde se disputa el Mundial del Rally (se festejan los 30 años de la prueba mundial en Córdoba); hombres y máquinas pasaron por el circuito callejero del año del GP de La Cumbre; también se recordó el GP de Fórmula 1 del año 60 en parte del mismo trazado en el Parque Sarmiento.
Además, para festejar que se cumplen 25 años del último Desafío de los Valientes, la competencia ideada por Alcides Raies, los organizadores agregaron pruebas especiales por parte del recorrido original en los caminos inigualables de las Altas Cumbres.
La competencia es organizada por el Club Córdoba Clásicos & Sport con la colaboración de Claramunt Garage, tiene el apoyo oficial del Ministerio de Turismo de la Nación y de la Agencia Córdoba Turismo, y este año fueron sponsors Fiat, Nestlé, Norton, Eco de los Andes, Triunfo Seguros y Oreste Berta.
Fueron tres días de dura competencia por distintos caminos serranos y los valles de Punilla y Calamuchita, donde autos como Porsche, Jaguar, Fiat, Ferrari, Chevrolet, Alfa Romeo, MG, Austin Healey, Lancia y Mercedes-Benz, todos históricos, le pusieron color a la competencia.
Con la última prueba se tuvieron los cómputos finales que coronaron a Erejomovich como triunfador, y a Alejandro Tait (Porsche 911 T 1970) y Leonardo Zerbini (Porsche 911 T 1972) en la segunda y tercera ubicación, respectivamente.
Pero, en verdad, es una prueba sin vencedores ni vencidos; todos los participantes se llevan el premio de manejar autos que hicieron época por circuitos que ya son leyenda.
LA NACION