Narconegocios: crecen los delivery de comida como pantalla para vender drogas

Narconegocios: crecen los delivery de comida como pantalla para vender drogas

Por Gabriel Di Nicola
La primera intención es no levantar sospechas entre los vecinos para evitar ser denunciados. El segundo objetivo es utilizar el delivery para entregar, camuflada, la mercadería pedida por los clientes que sí conocen el verdadero negocio detrás de la fachada: la venta de marihuana, cocaína y paco. Así surgieron, en territorio bonaerense, las denominadas narcopizzerías, narcopanaderías y hasta narcocarnicerías.
La “especial Dolores Fonzi” en la pizzería Naty, de Lanús, fue la oferta que desenmascaró esta nueva forma de ocultar la venta de droga al menudeo. En los últimos 70 días, por lo menos otras dos narcopizzerías, en Pilar y en Tigre, y una narcopanadería, en La Matanza, fueron descubiertas en el conurbano.
Hace 25 días, la policía bonaerense, que ahora puso la lupa en esta nueva modalidad, desbarató en Lobos y en Navarro, una banda de narcotraficantes que escondía la droga en criaderos de pollos, debajo del excremento que dejaban las aves.
“Los narcotraficantes comenzaron a utilizar esta metodología para vender droga porque hacerlo bajo las fachadas de comercios legales no llama la atención. En cambio, los domicilios particulares son más identificables para los movimientos extraños, cualquier vecino que ve entrar y salir gente a cualquier hora de una casa puede hacer una denuncia anónima.
En cambio, en principio, “nadie va a sospechar de un negocio que vende pizzas y empanadas o de una carnicería, porque no debería ser extraño que entre y salga gente del local”, explicó a LA NACION el titular de la Jefatura Departamental de Quilmes, comisario mayor Fernando Grasso.
Personal de las comisarías a cargo de Grasso desbarataron bandas que comercializaban drogas camufladas en locales de venta de pizzas y carnes y hasta descubrieron, tiempo atrás, a las denominadas narcopalomas, la distribución de estupefacientes con palomas mensajeras.
El 21 de mayo pasado, las narcopizzerías se hicieron conocidas por la opinión pública cuando personal de comisaría de Villa Diamante, en Lanús, al mando del comisario Blas Mpatsios, detuvo a tres personas por vender droga en los pedidos de pizzas y empanadas. Se sospecha que por día los narcos hacían entre 14.000 y 20.000 pesos con la comercialización de la droga. La clave para los clientes de la pizzería Naty era pedir la “especial Dolores Fonzi”.
En la narcopizzería, situada en Manuel Castro 5190, en la localidad de Villa Diamante, se secuestró un listado de precios en el que se destacaba la “especial Dolores Fonzi” a 100 pesos: el combo, además de la pizza, incluía envoltorios de marihuana (“tres bolsitas verdes”) o de cocaína (“tres bolsitas negras”). La “promoción” de empanadas más drogas -dos “bolsitas- también llevaba el nombre de la actriz y tenía un costo de 50 pesos. La “docena especial” de empanadas costaba 700 pesos, el doble que la media docena.
Por la comercialización de la droga que se vendía en la pizzería Naty, dos personas fueron procesadas con prisión preventiva. El tercer sospechoso detenido fue liberado pocos después del allanamiento.
Un mes después del descubrimiento de la “especial Dolores Fonzi”, en Tigre se desbarató otra narcopizzería. La investigación, a cargo de la Fiscalía Especializada en Investigaciones de Drogas Ilícitas, comenzó tras una denuncia de un vecino al 0-800-drogano (3764), número para hacer denuncias anónimas implementado por la municipalidad local.
“Esta metodología de utilizar como fachadas para la venta de estupefacientes a comercios legales es la nueva tendencia en la zona de influencia de la fiscalía”, explicó Diego Callegari, representante del Ministerio Público, a cargo de la Fiscalía Especializada en Investigaciones de Drogas Ilícitas de Tigre.
Según el fiscal Callegari, usar como fachadas para la venta de droga este tipo de negocios posibilita usar los delivery para distribuir la droga encargada por los clientes sin levantar sospecha alguna.

LLAMADA ANÓNIMA
En la llamada anónima, un vecino aportó el nombre de una persona que comercializaba droga en la zona de Troncos del Talar. Callegari comenzó a investigar y después de varios meses llegó hasta el local desde donde salían las motos que hacían el delivery con la droga. La narcopizzería estaba en la avenida Cazón, en pleno centro de Tigre.
Hay dos personas de 32 y 39 años procesadas con prisión preventiva. Se sospecha que vendían entre 50 y 100 dosis de cocaína en pedidos de pizzas, empanadas y pollos que distribuían los encargados de hacer el delivery.
“En la mayoría de los casos investigados, los dueños de los comercios no están en el negocio del narcotráfico, sino que son los empleados con poca antigüedad que se dedican a la venta de la droga”, explicó el comisario mayor Grasso.
LA NACION