15 Aug “La televisión argentina de hoyme da vergüenza ajena”
Por Manuel Torino
La periodista y ex conductora de Telenoche, Mercedes Martí, se cansó del fuego cruzado entre los medios locales y se refugió en Miami, donde escribe libros de salud y calidad de vida. A la distancia, cree que el país “atraviesa una grave crisis” y opina que la corrupción y la inseguridad son temas recurrentes en la sociedad argentina. Luego de 25 años ininterrumpidos trabajando en noticieros, en los que llegó a ser una de las caras más reconocidas de Telenoche, Mercedes Martídecidió cambiar de aire. Y vaya si lo logró: en 2012 abandonó la vorágine informativa argentina para radicarse con su familia en la apacible pero cada vez más cosmopolita Miami, donde actualmente escribe libros sobre salud y calidad de vida. En diálogo con 3Días, la periodista comparte su perspectiva del país y de los argentinos.
¿Cómo fue pasar de la vorágine del noticiero en Canal 13 a la vida de escritora en los EE.UU.?
– Después de 25 años de trabajar en noticieros todos los días de mi vida, sin parar un día y pasando por cuatro canales distintos de televisión abierta y cable, empecé a sentir la necesidad de hacer otras cosa: sobre todo, de estar en la radio y de escribir. Cuando uno lo desea, las cosas se dan, así que empecé a hacer cambios importantes en mi vida, a alejarme de las noticias y acercarme a eso que deseaba.
¿Cuánto influyó en su decisión el contexto político y las dificultades para ejercer el periodismo en la Argentina?
– Todo ayudó. Tomo las cosas como positivas, nunca en negativo. Si pasa algo, es por algo. Cuando las cosas están dadas para hacer cambios, hay que hacerlos. En estos últimos años, los periodistas hemos tenido muchos condicionamientos para hacer nuestro trabajo y, a esta altura de mi vida, ya no tengo ganas de que me digan lo que puedo decir y lo que no.
¿Qué sacó en limpio de la guerra declarada entre el Grupo Clarín y el Gobierno?
– No me interesa meterme en guerras que me son ajenas. El periodismo televisivo ahora es a favor o en contra del Gobierno. No hay puntos medios. Y a mí me interesa ser una periodista con autonomía y pensamiento propio. Además, no me interesan los temas de los noticieros de hoy y así, difícilmente pueda comunicárselos a la gente. La televisión ha bajado mucho de nivel, se ha vuelto muy amarrilla y dependiente del minuto a minuto. Sinceramente, no la pasaba bien haciendo tele.
¿Por qué elegió Miami?
– Trabajé en Miami hace 20 años en una cadena internacional de noticias como representante de Canal 13. Ahí conocí la ciudad, que era muy distinta a lo que es hoy, y pude echar algunas raíces que me hicieron volver en varias oportunidades. Tiempo después, al ver cómo Miami evolucionaba como ciudad y crecía culturalmente, me resultó mucho más atractiva para radicarme. En paralelo, empecé a escribir libros sobre temas que sí me gustan, como la salud y la calidad de vida. En vez de hablar de muerte, quería hablar de vida. Y esos temas interesan en todo el mundo, no solo en la Argentina, donde se publicaron inicialmente. Así que puse un pie en EE.UU., donde hay un mercado hispano de 50 millones de personas.
¿Qué desafíos tuvo al desembarcar en un mercado editorial tan competitivo como el norteamericano?
– Fue genial, porque mis libros apuntan a temas como la alimentación o los hábitos saludables y acá hay mucho interés por eso. De hecho, hay una política de Estado para abordar los trastornos de alimentación y de salud. Es una tendencia muy interesante. Los libros me abrieron muchas puertas acá y hoy soy más conocida como escritora que como conductora de noticieros.
Yendo a sus libros, ¿cómo comemos los argentinos?
– Yo hablaría de los porteños, que son los que conozco bien. Es una sociedad cada vez más consciente de lo que consume. En los 30 años en los que yo desarrollé esta búsqueda de una mejor alimentación, he visto como ha crecido esta tendencia. Cada vez hay más opciones de restaurantes, tiendas y hasta ferias naturistas en la calle. Y en la medida en que la gente consume más, hay más oferta y los precios bajan. Comer sano ya no es solo para una élite: acá en los EE.UU. hay cadenas de supermercados orgánicos con más de 3000 sucursales. Pero hay que tener cuidado con lo que comemos: hay una epidemia de enfermedades vinculadas a la industria de la alimentación.
¿Ve que el Estado hace algo al respecto?
– En el mundo se habla de estos temas, pero en la Argentina, como tenemos otras prioridades, estamos un poco rezagados. Tenemos temas como la pobreza, la inseguridad, la inflación o la corrupción que nos hacen vivir atormentados y no nos dejan tiempo para ocuparnos de otras cuestiones que también son importantes.
A la distancia, ¿qué es lo que más le preocupa de la Argentina?
– Son los mismos problemas que me han preocupado en casi 30 años de profesión. He visto que la falta de orden y de reglas ha hecho que la cultura involucione. En un mismo diario, ves una noticia emocionante como la de los miles de argentinos que ayudaron a la beba Helenita a operarse y, en la nota de al lado, te cuentan cómo mataron a un chico de 28 años para robarle la moto que se acababa de comprar. Pero claro, los periodistas nos centramos en los hechos negativos porque, lamentablemente, son más que los positivos. Muchas veces me siento impotente y me pregunto por qué tanta violencia y tanta intolerancia. Creo que estamos atravesando una grave crisis en la sociedad argentina.
FUENTE: EL CRONISTA