23 Aug Kia Sorento: clase ejecutiva
Por Jorge Pandini
De un golpe de vista no todos pueden darse cuenta de que se trata de un vehículo totalmente nuevo, ya que los cambios estéticos entre la versión anterior y la actual no son tan significativos.
Sin embargo, el nuevo Kia Sorento tiene diferencias muy importantes respecto del modelo que lo antecede. Y esos cambios son muchos y significativos. Para empezar está desarrollado sobre una nueva plataforma, que le otorga mayor rigidez torcional; también disminuyó el peso de la carrocería.
La historia de este vehículo no escapa a lo que se puede aplicar a los modelos coreanos en general. Primero fueron vehículos de precio competitivo, con buena calidad y un diseño no muy refinado. Rápidamente, la industria coreana ganó en calidad, pero todavía quedaba el diseño como la gran asignatura pendiente. Se había alcanzado la confiabilidad mecánica y los precios muy agresivos, pero esos modelos carecían de una identidad definida.
Para remediarlo, Kia no se anduvo con chiquitas y en 2006 contrató a Peter Schreyer, uno de los mejores diseñadores del mundo, que tenía, entre sus antecedentes, el haber sido el creador del Audi TT.
En una entrevista que le hicimos en Fráncfort hace cuatro años, Schreyer nos dijo que su estrategia fue que Kia tuviese una clara identificación. “Es muy importante que cuando la gente vea un auto en la calle sepa a primer golpe de vista de qué marca se trata, sin importar el modelo. Eso es el ADN de una marca, su identidad, por eso trabajamos con el concepto de Nariz de Tigre para los modelos de Kia”, explicó el diseñador, que desde hace poco es uno de los tres presidentes de la compañía. El éxito de los diseños está a la vista.
Volviendo a la Sorento, la primera generación de este SUV nació en 2002, desarrollada sobre chasis con largueros y motor longitudinal. En 2009 llegó el gran cambio; carrocería monocasco y motor transveral; más confort y mejor equipamiento.
Ahora, el modelo 2013 que está en nuestro país llega con dos versiones de motor. Uno es el naftero de 2349 CC y 174 CV de potencia máxima, con caja automática de 6 marchas y versiones 4×2 y 4×4.
El otro motor, que es el que nosotros probamos, es un diésel 2.2 con turbo, que entrega 197 CV de potencia máxima, también con caja automática de 6 marchas, pero únicamente con tracción 4×4.
LA EVOLUCIÓN
Como dijimos, los cambios estéticos no son revolucionarios, sino una evolución del modelo anterior; conservando las medidas de largo, ancho, alto y distancia entre ejes sin cambios.
El diseño sigue siendo atractivo, con una combinación de elegancia y deportividad; la principal diferencia se ve en los antinieblas que dejaron de ser redondos para ser rectangulares y bien destacados integrados al paragolpes.
El interior se distingue por una distribución sobria y bien dispuesta de instrumentos y comandos, con volante multifunción de cuatro rayos.
Esta versión diésel 2,2 tiene además la ventaja de ofrecer tres filas de asientos, y si bien los dos de la tercera fila son más aptos para niños que para adultos, es una propuesta que muchas familias buscan. Los dos asientos de la tercera fila se repliegan y quedan guardados bajo el piso, lo que resulta muy práctico.
Todo en el nuevo Sorento está pensado en función de un viaje confortable y seguro, como lo demuestran los seis airbags de serie, los frenos ABS, los apoyacabezas activos, los controles de estabilidad y de ascenso y descenso en pendientes, entre otros elementos.
A la hora de disfrutar la vida a bordo, ayudan y mucho la asistencia de dirección que permite elegir entre tres modos, el climatizador dual, el control de velocidad de crucero, el sistema de audio de alta fidelidad con entrada auxiliar y las cortinas para sol en la segunda fila de asientos que evita que andemos colgando toallas para que los chicos no se quejen.
Confort, seguridad y espacio se disfrutan más cuando nos ponemos en marcha. Allí sí se luce un motor que se destaca por potencia y torque, acompañado de manera excelente por una caja automática que no sólo permite sacar el mejor partido del impulsor, sino que también ayuda a una conducción segura y descansada. Cuando la caja va en sexta, la relación de 0.772 lleva al motor en pocas vueltas, lo que permite alcanzar un consumo promedio de menos de 7 litros cada 100 kilómetros. En definitiva, el nuevo Sorento es confortable y seguro. Y Kia está tan convencida de su confiabilidad que ofrece una garantía de 5 años o 100.000 kilómetros.
LA NACION