12 Aug El mundo atraviesa el peor brote de ébola de la historia
Por Facundo Alé
La Organización Mundial de la Salud decretó una emergencia de salud pública de alcance mundial, luego de que el virus del ébola ocasionó la muerte de 961 personas en lo que va del año, mayormente en Guinea, Sierra Leona y Liberia, aunque también en Nigeria y Arabia Saudita. Cómo es y cómo se combate esta enfermedad que atraviesa el brote más grande de su historia, no tiene cura y es letal en un 90 por ciento. El ébola está ocasionando una tragedia humanitaria en algunos países de África Occidental. Con 1779 personas infectadas y más de 900 muertas, este filovirus, que antes era conocido como fiebre hemorrágica del ébola, amenaza con extenderse a otras regiones del mundo, ya que tres ciudadanos estadounidenses, un senegalés, un español y un saudita también la contrajeron luego de estar en las zonas de riesgo. El virus del ébola se conoció en el año 1976, luego de que se produjeran dos brotes simultáneos en Zaire, hoy conocida como la República Democrática del Congo, y en Sudán del Sur. Fue descubierto por el científico belga Peter Piot, director de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical. Lleva ese nombre porque la aldea en que se registró por primera vez está situada cerca del Río Ébola. El virus se introdujo en la población humana por el contacto con órganos y secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados. Se cree que existe más de una especie animal que puede albergarlo, pero son los murciélagos frugívoros los principales reservorios naturales del ébola. Asimismo, los chimpancés, gorilas, monos, antílopes y puercoespines son especies que también pueden transmitir el virus. Luego, el ébola se difunde en la comunidad mediante la transmisión de persona a persona, por contacto directo con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos, como agujas u otras cosas que pueden estar contaminadas con estos fluidos. El ébola no tiene cura y además no existe una vacuna para prevenirlo, pero sí hay tratamientos paliativos de los síntomas, los cuales son la aparición súbita de fiebre, debilidad intensa y dolores musculares, de cabeza y de garganta, lo cual va seguido de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas. Si bien el ébola puede ser letal hasta en nueve de cada diez casos, y es altamente infeccioso, por lo cual si alguien se infecta tiene grandes probabilidades de enfermarse, es un virus frágil, ya que, como tiene demasiada dificultad para volar, la enfermedad no se transmite por el aire. Para el director de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos, Tom Frieden, para prevenir el virus es esencial un ambiente higiénico. “Se inactiva con facilidad con los desinfectantes hospitalarios normales”, aseguró. Sin embargo, son muchos los médicos o enfermeros que se han contagiado luego de tratar a un paciente infectado con ébola. Para la doctora Claudia Ermeninto, quien trabajó con Médicos Sin Fronteras durante el brote de ébola de 2012 en el Congo, esto se explica por los problemas de infraestructura que tienen gran parte de los hospitales africanos. “Muchos países africanos cuentan con una grave crisis respecto del acceso a la salud pública. Esto hace que muchas veces no cuenten con las medidas de protección necesarias como guantes, máscaras y ropas especiales.” A las carencias infraestructurales de algunos países africanos se suman cuestiones culturales y religiosas que pueden hacer que se propague la enfermedad. “Algunas religiones tiene rituales de exhumación de cadáveres que los ponen en riesgo, ya que el período de mayor virulencia y de mayor contagio de este virus es cuando el cuerpo ya está sin vida. Esta enfermedad se choca con parámetros culturales respecto del tratamiento de los cadáveres, ya que muchas personas esconden a sus familiares por miedo a que se los quiten y terminan contagiando al resto de la familia”, explica Ermeninto. Respecto del tratamiento de los pacientes infectados, la especialista de Médicos sin Fronteras explica que “la tarea es aislar al paciente y realizar un seguimiento de las personas que tuvieron contacto con el enfermo para que el virus no se vaya diseminando”. El 21 de marzo se conoció la primera noticia de ébola en 2014. Fue en Guinea, que anunció que padecía el brote de esta enfermedad, el primero documentado en ese territorio. Lo que siguió fueron 495 personas infectadas, de los cuales 367 perdieron la vida. Luego, el virus llegó a los estados limítrofes, matando a 283 personas en Liberia y a 298 en Sierra Leona. A estas cifras alarmantes se sumó la noticia de que en Nigeria, el país más poblado del continente africano, dos personas perdieron la vida y hay nueve más que están infectados. El dato más dramático es que cualquier país del mundo se encuentra a sólo un vuelo de avión de importar este virus que se está cobrando tantas vidas en África. En Arabia Saudita, por ejemplo, se confirmó el primer caso de un enfermo de ébola en el mundo árabe, luego de que un paciente proveniente de Sierra Leona falleciera luego de acusar los síntomas de este virus. Por este caso, el gobierno de Riad decidió no otorgar más visas a musulmanes de Sierra Leona, Liberia y Guinea para peregrinar a La Meca. Dos ciudadanos de EE UU contrajeron el virus luego de realizar trabajos humanitarios en Liberia. Uno de ellos, el médico Kent Brantly, se encuentra en tratamiento en un hospital de la ciudad de Atlanta, y asegura sentirse “cada día mejor” gracias a un tratamiento experimental que recibe. La otra es Nancy Writebol, una misionera cristiana que ayudaba a los pacientes infectados de ébola en un centro hospitalario del grupo Samaritan’s Purse en Liberia. Su estado es delicado pero estable. Además, un sacerdote español de 75 años llamado Miguel Pajares que contrajo ébola en Liberia fue repatriado a España donde es tratado y asegura tener “muchas esperanzas” de recuperarse. Mientras algunas regiones con mayores recursos tienen mecanismos más sofisticados para el tratamiento de la enfermedad, el grueso de los contagiados sigue proviniendo de sectores humildes, con poco acceso a la información y poca infraestructura para evitar la epidemia. « “no existe solución porque sólo mata africanos” El médico liberiano Melvin Korkor, quien logró sobrevivir al brote de ébola, sostiene que la única razón por la que no existe una solución para el virus es porque sólo mata africanos. “Si esa enfermedad existiese en EE UU o Europa, mañana habría una cura. Hace 40 años todos saben que existe el ébola. Si fuera en Occidente, la medicina ya tendría una solución”, enfatizó Korkor. Luego de estar varios días en estado grave, el médico se convirtió en el único de los siete profesionales de la salud que atendieron a una mujer contaminada que logró sobrevivir. “No existe una solución para el ébola porque sólo mata africanos”, dijo Korkor, y contrastó con la situación de los dos estadounidenses infectados que reciben el suero ZMapp. “En cuanto dos estadounidenses fueron contaminados ya se habló de remedio experimental.” El liberiano habló sobre la falta de infraestructura en muchos países africanos: “En realidad, falta lo básico. No estamos esperando un remedio. Por lo que estamos luchando hoy, todavía, es para que los hospitales tengan comida. Sólo eso ya salvaría muchas vidas. En muchos hospitales los pacientes comen sólo una vez por día. No hay organismo que resista.”
FUENTE: TIEMPO ARGENTINO