Cuentos de carne y hueso

Cuentos de carne y hueso

Por Natalia Trzenko
Una trompa enredada con la otra. La reja de una jaula impide cualquier otro contacto entre madre e hijo. El pequeño llora y ni siquiera sus orejas extralarge que más tarde lo ayudarán a pasar de objeto de burla a héroe logran tapar la tristeza de la cruel separación. Desde que se estrenó, en 1941, el film de animación Dumbo se convirtió en uno de esos clásicos de Disney que pasan de generación en generación sin perder la magia, la capacidad de fascinar y, sí, de hacer llorar a quien se lo ponga enfrente. Tal vez sea por su continuo encanto con el público familiar que el film del elefantito volador acaba de sumarse a la lista de los clásicos del estudio del viejo Walt que tendrán una nueva versión. Esta vez, como sucedió con la Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton -que ya tiene una continuación en marcha centrada en el personaje de Johnny Depp, el Sombrerero Loco-, los cuentos dejarán de ser animados para transformarse en historias protagonizados por actores de carne y hueso. Tanta confianza ganó el estudio con el reciente éxito de la Maléfica de Angelina Jolie (la película lleva recaudados 630 millones de dólares) que hasta ya seleccionaron al guionista Ehren Kruger (Transformers 4) para que convierta los 64 minutos de Dumbo en un largometraje con actores y efectos digitales que harán creíble al paquidermo volador.
Ya hace unos años los cuentos de hadas modernizados, reempaquetados y hasta resignificados empezaron a ganar lugar en Hollywood. En 2012 se estrenaron, con diferencia de pocos meses, dos versiones muy distintas de Blancanieves y los siete enanos, y una de ellas, la que protagonizaron Kristen Stewart, Chris Hemsworth y Charlize Theron, fue tal fenómeno de taquilla que ya va camino a la secuela. El elegido para dirigirla es Frank Darabont, hasta ahora experto en adaptar los relatos de Stephen King, un material en principio un poco más terrorífico que aquel con el que tendrá que trabajar ahora.
Lo cierto es que cada vez que algunos de estos relatos reaparecen en la pantalla grande o en la chica (ver aparte) la referencia obligada son siempre los clásicos de la animación de Disney, sus princesas y sus príncipes, sus villanos y esos simpáticos y antropomórficos animalitos que los acompañan. Pero los estudios dueños de las imágenes que para muchos son la versión definitiva de los cuentos de hadas prefirieron mantenerse un poco al margen de todo el frenesí revisionista. De todos modos, poco afecto a revisar sus propios arcones, Disney se animó a reírse y reinventar su propia leyenda con Encantada, una historia de reino mágico, princesa despistada y príncipe valiente aunque algo tonto. Todo bastante cercano a los clásicos, aunque con un ingrediente de deformidad que los mantuvo impolutos. Hasta ahora.
Con la confirmación -traducida en millones y millones de entradas vendidas a nivel global- de que el público estaba esperando ansioso volver a ver, renovadas, las viejas historias que el propio Walt Disney había tomado de los relatos del folklore europeo recopilados por los hermanos Grimm y Charles Perrault, éste parece ser el año de su renacimiento. Y donde antes había personajes animados ahora habrá actores intentando no copiarlos tanto y en lugar de eso seguir la lección de Angelina Jolie, que consiguió tomar un ícono de la cinematografía infantil y hacerlo propio, igual a lo tantas veces visto pero distinto al mismo tiempo.
Para hacerse cargo de semejante desafío y para repetir los sucesos recientes, el estudio decidió que necesitaba de grandes actores que pudieran medirse con las leyendas que habitan en la imaginación de los espectadores desde la década del cuarenta. Para eso, en LaCenicienta, que se estrenará el 2 de abril de 2015, la joven Lily James (Rose en Downton Abbey), encargada de encarnar a la protagonista, tendrá como formidable antagonista a la doble ganadora del Oscar Cate Blanchett, que hará, por supuesto, de la malvada madrastra. Para compensar tanto carisma del lado de los malos en esta versión, Helena Bonham Carter aportará el suyo a la bondadosa hada madrina.
Claro que antes de que llegue a los cines esta versión que dirige Kenneth Branagh, Disney presentará otro film poblado por personajes de cuento como Caperucita Roja, el Lobo (interpretado por Johnny Depp), Rapunzel, otra Cenicienta (Anna Kendrick) y su príncipe (Chris Pine) y una bruja temible interpretada por Meryl Streep. El film está basado en Into the Woods, el musical de Stephen Sondheim y James Lapine. Es una puesta dirigida al público adulto y bastante lejos del espíritu de entretenimiento para toda la familia que suele ser sinónimo de Disney. Por eso, hace un par de semanas las declaraciones de Sondheim pusieron un poco incómodos a los puristas del musical y a los defensores de los cuentos de hadas por igual. Es que, según había dicho el compositor, el estudio había realizado algunos cambios en su trabajo original para hacer la historia más “amigable” con el público infantil. Una declaración que Sondheim rápidamente rectificó cuando se dio cuenta de que cuando se trata Disney y sus personajes todo el mundo está alerta esperando que se los cuide con reverencia. Algo que deberá tener en cuenta el director Bill Condon (Dioses y monstruos, Crepúsculo: Amanecer) cuando comience su trabajo en otra de las joyas animadas del estudio: La Bella y la Bestia. Considerada junto con La sirenita pieza fundamental del renacimiento del departamento de animación de Disney, el film fue nominado al Oscar como mejor película y se transformó en un exitoso musical. Una brillante marcha a la que se sumará una nueva aparición en pantalla, ahora con actores de carne y hueso.
LA NACION