24 Jul Maidana vs Mayweather: a la misma hora y en el mismo lugar
Por Osvaldo Príncipi
“Yo le voy a dar la revancha a Mayweather, ahora las cosas son así y la gente lo sabe: la gran pelea la hice yo, pero la silbatina y la victoria se las llevó él. Vamos a volver a pelear, me gané el derecho a combatir otra vez con Floyd”. Con estas palabras, y ovacionado por mas de 20.000 espectadores, el santafecino Marcos “Chino” Maidana descendió del cuadrilátero del hotel MGM de Las Vegas el 3 de mayo pasado y anticipó, de alguna manera, lo que el quíntuple campeón mundial norteamericano, Floyd Mayweather, corroboró en las últimas horas, en un escueto comunicado: “La revancha con Maidana es oficial. Será el 13 de septiembre y en el mismo lugar, el hotel MGM de Las Vegas”.
El actual campeón welter (AMB-CMB) descartó con este anuncio la posibilidad de realizar el combate en el estadio Barclays Center en Brooklyn, Nueva York. Como ese es el ámbito en el que su empresa Mayweather Promotions posee licencia organizativa habilitante, su presidente, Leonard Ellerbe, buscó -sin resultados positivos- activar al máximo las gestiones para promover el combate en esta sede. Por lo tanto, deberán incorporar como coorganizadores de esta reunión a Golden Boy Promotions, la compañía dirigida por Oscar de la Hoya, que cuenta con el permiso requerido para organizar reuniones de boxeo en el estado de Nevada. Mayweather Promotions no posee tal requisito, por lo tanto deberá asociarse nuevamente con el ex séxtuple campeón y su gente, en un momento tenso y poco amistoso entre ambas empresas.
Mayweather, de 37 años y con una carrera invicta de 46 peleas, retomará su rutina de entrenamientos en las próximas horas, luego de ser agasajado por las autoridades de la Asociación Mundial de Boxeo en Panamá. En tanto, Maidana, de 30 años y con un récord de 35 éxitos y 4 reveses, viajará en los próximos días hacia Oxnard, California, para diagramar el combate junto a su director técnico, Robert García.
¿Es conveniente este desquite inmediato para Maidana? Sí, totalmente. Está inmerso dentro de un proceso de continuidad, con rendimientos positivos, que rompió con todo tipo de cautelas y dudas en el tiempo de descanso requerido desde su pelea consagratoria con Adrien Broner, el 14 de diciembre pasado, hasta su choque con Mayweather. En este período logró profesionalismo, sacrificio y evolución. Bajar el nivel competitivo y enfrentar otro tipo de rivales lo hubiese llevado a una desmotivación anímica que iba a influir en su desempeño sobre el ring. Con esta revancha, continúa en las grandes ligas y en el deseado circuito de los millones de dólares. Un espacio donde no muchos pueden ingresar?.
Maidana tendrá que resolver para este ocasión un litigio interno en su equipo: la posible separación de su preparador físico colombiano, Alex Ariza, de su director técnico, Robert García. Un divorcio deportivo manejado con mucha reserva por el elenco del pugilista de Margarita.
Ariza llevó a Maidana a una entrega física inusual en su carrera, y García le otorgó óptimas variantes técnicas, muy productivas en sus últimas peleas. ¿Quién y cómo solucionará este contratiempo? Quizás este acertijo forme parte de las primeras conjeturas de un desquite que ya comenzó a latir.
En el mundo del boxeo no hay que dejar pasar el tiempo en circunstancias límites como éstas. Maidana es un boxeador joven, pero con mil batallas en su cuerpo. Fue relegado durante mucho tiempo por las promotoras norteamericanas, sobre todo por Golden Boy, que ahora le dará su respaldo y todo su apoyo. Su éxito significaría un quebranto para la empresa de Mayweather, algo muy esperado por distintos intereses del boxeo.
El Chino se acercó a Mayweather, lo pudo desbordar, y por momentos, pelearle de igual a igual. Esto rubricó para esta industria un desquite que garantizará – seguramente- un negocio aún más lucrativo que el anterior. Todos querrán ganar más dinero, gloria y promoción. Ahí estará otra vez Maidana, tratando de llevar miles de argentinos a Las Vegas, como aconteció en mayo pasado. Es seguir en lo más alto. A todo o nada, tal como lo exige este momento, sin otras salidas, sin diferentes caminos..
LA NACION