Las nuevas redes no (tan) sociales

Las nuevas redes no (tan) sociales

Por Natalia Foletti
Cuántas veces fue caminando por la calle esperando no encontrarse con alguien determinado? Para evitar esta situación, Brian Moore y Cris Baker, ex director creativo del sitio de noticias Buzzfeed crearon ‘Cloak’ (que en ingles significa capa). ¿Su particularidad? Habilitar el armado de una red ‘anti social’basada en la aplicación del mismo nombre. Una vez instalada en el celular, la app ubica a los contactos no deseados en un mapa y emite un sonido de alerta. Funciona usando datos de localización pública de otras redes sociales. Por el momento, sólo puede usarse en dispositivos con sistema operativo iOS (Apple).
Desde su sitio oficial, se promociona como la app ideal para evitar ex parejas, compañeros de trabajo y todos aquellos ‘amigos’, que no son tales. No es la primera vez que Baker trabaja en este rubro, el año pasado ya había sido famoso por la app ‘Hate with friends, de Facebook FB, si bien, en esa ocasión, señaló que se trataba de una iniciativa para que la gente tenga una forma nueva y divertida de interactura, en FB. La aplicación se activaba desde la página www.hatewithfriends.com. Una vez que se la autorizaba a acceder a los contenidos del usuario, presentaba una lista con los contactos y sus fotos. Debajo, un botón que decía: ‘Hate Him’(odialo) o ‘Hate Her’ (odiala). Los destinatarios sólo se enteraban si implementaban también la aplicación. Es decir, si el malestar era mutuo.

Privacidad
Para Ignacio Conti, Regional Manager SOLA, en Blue Coat Systems, el fenomeno de las redes sociales en general siempre implicaron las consecuencias tanto de su buen como mal uso. “Con el tiempo, los usuarios aprendieron a manejarse con las redes sociales; a investigar los temas que le interesan. Hoy, saben cómo y de qué manera buscar lo que prefieren”. Sin embargo, el hecho de que se genere este nuevo uso antisocial es un tema de preocupación, advierte el especialista. “La utilización está cambiando y la inquietud reside en cómo hago para bloquear a alguien determinado sin generar un malestar”, dice Conti.
El ejecutivo de la firma, que generó u$s 530 millones en el último año fiscal y que cuenta con 1.500 empleados a nivel mundial, explica que las redes sociales pueden ser maravillosas pero que las consecuencias de un uso erroneo son un riesgo del que el usuario no debe olvidarse. “La solución, antes, era decir: permito o bloqueo a alguien. Si lo permitía le estaba abriendo la puerta a cualquiera y si lo bloqueaba generaba un malestar, un sentimiento de rechazo”. Hoy, destaca que, desde las empresas, se está generando más conciencia en resguardar la privacidad del empleado. “Se trata de un tema de política corporate: la empresa trata de protegerlos implementando servicios de seguridad. O sea, no desde el punto de vista de estar observando al empleado si no brindando una solución mediante programas que bloquen el malware o que avise si al acceder a una red social se está frente a un posible problema”.

Lo antisocial como moda
Fabián Herrera, CEO de Marketing Digital y Social Media, una compañía que se encarga de hacer tanto estrategias de Marketing para redes sociales como medir la reputación online y el branding empresarial comenta que, en las compañías (salvo las ONGs), tienen un único objetivo de existir: “ser financieramente rentables”. Por lo tanto, si las redes anti sociales llegan a ser un buen negocio, encontrarán -al igual que las tradicionales- el apoyo de aununciantes. Herrera recuerda que los usuarios ya se aburrieron de utilizar Facebook o Twitter. La red antisocial hoy, se presenta como una alternativa atractiva y con el potencial de transformarse en una tendencia. “Los usuarios son personas y, al igual que en la vida real, tenemos gente que nos quiere y otras que no tanto. Entonces, creo que, al igual que en la vida real, si alguien no nos quiere, no debemos generar una conexión, sin tener en cuenta otras razones”, afirma Herrera.
“Las redes denominadas antisociales, son, creo, una consecuencia natural de las redes sociales. Es decir los seres humanos llevamos intrínsecamente la dualidad del carácter. Por lo tanto, si existe lo bueno y lo malo en nosotros mismos, la tecnología es sólo el vehículo que permite mostrarnos y expresarnos cómo somos. En definitiva, definiría a las redes antisociales cómo un paso más allá del fenómeno social”.

Los diferentes modelos
Un ejemplo, que desde su sitio la autoproclaman como “la red antisocial”, es ‘Hell is Other People’. Esta se usa sobre la base de las herramientas de la aplicacion de geolocalización Foursquare y permite localizar a los ‘amigos’ y advertirles que se mantengan a una distancia prudencial, mediante un mapa. Es decir, se trata de un modelo similar al del mencionado ‘Cloak’, pero con capacidad para funcionar más allá del universo de queipos Apple.
Otra de las más radicales puede ser la app para Facebook, ‘Enemybook’, que propone señalar entre los contactos a quién se debe detestar e, incluso, tiene la opción para marcar por qué motivo se trata de un enemigo.
Juan Ignacio Cidre, fundador de TeraCode, empresa de desarrollo de software, cuenta que las redes antisociales ya son una realidad. El emprendedor explica que Facebook y Twitter tuvieron una explosión y, ahora, se encuentran en una meseta que es lo la gente realmente necesita. “Al comienzo, uno las usaba por moda pero después te das cuenta de que hay cosas que molestan, como la gente que escribe demasiado y más si se tiene relacionado al celular. También, la gente se empezó a darse cuenta de que no está bueno tener una vida pública muy abierta y comenzaron a cerrar su privacidad o controlarla de manera mucho más estricta y Facebook acompaño ese proceso” – dice Cidre – “Las redes, como Cloak, son herramientas que uno elige usar o no usar”, agrega. Al respecto, recuerda a aquellas personas que optaban no tener celular para no ser rastreados todo el tiempo.
Otra de las redes antisociales más resonantes es ‘Unbaby. me’, una aplicación de Facebook, que se creó frente al hastió de los usuarios, de que sus contactos subieran fotos de recién nacidos. Y para no bloquearlos, pueden optar por reemplazarlas por las imágenes que más les gusten. Entre las más elegidas figuran las fotos de gatitos u otras chachorritos. Su evolución fue ‘Rather’. Esta red le permitía al usuario no solo reemplazar bebés sino todo contenido que no sea de su agrado. Otra de las redes curiosas, es ‘Snapchat’, un servicio de mensajería efímera, que sirve para enviar mensajes de texto que se autoeliminan segundos después de ser leídos.
“Creo no son las redes poniéndole límites a la gente sino la gente queriendo utilizar las herramientas de esa manera. Estas redes nacen porque detectan que hay un nicho que cubrir”, señala Cidre. Ya sea una moda o una variante en redes, las antisociales llegaron para quedarse: a veces, ayudando a resguardar la información privada, y, a veces, fomentando la intolerancia. “Una red antisocial es atractiva al principio, pero debemos tener cuidado porque la moda puede convertirse en tendencia”, resume Herrera.
Las comunidades antisociales vuelven a recordar una vez más que, en la Red de Redes, la evolución no siempre muestra su mejor cara; pero, también, que ésta puede ser un negocio.
EL CRONISTA