08 Jul La fuerza de los sueños abrieron las puertas en Las Flores
Por César Gonseski
El “pueblo” santafesino se hizo presente el último domingo a la inauguración de las obras del Nuevo Hipódromo Las Flores, donde se recuperó un espacio cargado de historia para la cuidad, en un ambiente popular, cómodo y familiar. La mística de un espacio, con la diversidad y la inclusión como banderas. Fue más que una tarde de turf. Fue un nuevo palpitar, dentro de un sentimiento de todos los tiempos.
La ceremonia contó con autoridades importantes de la provincia. El acto comenzó cerca del mediodía, con las palabras del animador Diego Romero, quien describió al detalle las mejoras realizadas. Tras esa descripción, fue el turno de los dirigentes, quienes destacaron el emprendimiento del Dr. Carlos Felice y de todo el equipo de la UTTA, responsables de las obras hechas realidad, destacando la inserción laboral que todo este movimiento provoca. Y, se sabe, que un hipódromo abierto son miles de puestos de trabajo en acción.
Varios fueron los oradores del acto y, resumiendo las declaraciones, las más destacadas fueron las del Intendente de Santa Fe, José Manuel Corral: “Se recuperó un patrimonio importante para la provincia y en este logro tienen que ver todos los trabajadores y los dirigentes que hicieron un esfuerzo adicional para concretar esta realidad”. También, claro, las palabras de Carlos Felice, Secretario General de la organización que desde hace algunos años dirige los destinos del escenario, fueron emotivas y reivindicó la importancia de la “inclusión social y de la dignidad que otorga el trabajo”.
Antes del corte de cinta, entraron a escena lo hijos de los trabajadores del turf, quienes montados en caballos de cartón dignificaron el oficio de sus padres, ofreciendo un mensaje de futuro y lleno de esperanzas. La emoción de ver la alegría a estos chiquitos encolumnados uno detrás de otro, con sus caras angelicales y sus gorros multicolores, le dieron un final emocionante y afectivo al acto; una idea ingeniosa, puesta a punto por la gente de UTTA, que vale la pena enmarcar.
La nueva temporada del Nuevo Hipódromo de Las Flores quedó abierta. En la prueba inicial triunfó un tal Sí Profe, desatando el bullicio general. La gente aprovechó el clima casi primaveral e invadió las instalaciones. Ver a las familias disfrutando de la fiesta, con sus hijos corriendo y jugando por el hermoso parque resultó un panorama encantador, algo que las reuniones en los máximos no suele ofrecer tan habitualmente. La pertenencia que tiene la afición santafesina con su hipódromo se notó, porque todos se sintieron cómodos, a gusto, y llenaron las tribunas de calor y color.
Ya entrada la tarde, llegaron las victorias clásicas de El Gran Barullo y de los experimentados Imperio Gaucho y Felist, los que hicieron bramar a más de un apostador. Se hizo sentir la emoción como el Carlos Pellegrini o el Nacional, dejando en claro que no hay una hípica mejor o peor, sino diferente. Lejos de la “Gran Ciudad”, el palpitar del corazón es el mismo. Ese es un valor sin latitud.
Se apagó el sol y comenzó la retirada. En orden y cansado por la faena de jornada vivida, en un hipódromo que lució espléndido, con el sueño latente. El que se atreve a soñar siempre tiene algo por qué pelear.
PURA HIPICA