Final Alemania-Argentina: un tatuaje azul

Final Alemania-Argentina: un tatuaje azul

Por Maxi Friggieri
El último cruce entre la Selección y Alemania fue en un amistoso en el 2012, donde Sabella empezó a jugarle un pleno a los Cuatro fantásticos: fue 3-1 y con camiseta alternativa, la que usará el domingo en el Maracaná.
El 15 de agosto del 2012 fue la última vez que argentinos y germanos se vieron las caras en una cancha de fútbol representando a sus selecciones. Fue un amistoso, es cierto, pero siempre se les quiere ganar. Sobre todo teniendo en cuenta que Argentina – Alemania ya es un clásico mundial, que tuvo dos finales entre sí, repartidas en festejos, y más cruces picantes en Copas. Brasil 2014 los volverá a enfrentar nada menos que en el último partido del torneo, el domingo en el Maracaná. Acá te recordamos el duelo de hace dos años, donde Sabella empezó a jugarle un pleno a los Cuatro Fantásticos y fue con la camiseta alternativa, la que lucirá en la final. Un tatuaje azul…
Fue un miércoles en el Commerzbank Arena de Frankfurt, donde Pachorra empezó a enamorarse del cuarteto Messi-Di María-Higuaín-Agüero. Aquel día, el DT arrancó con un 4-4-2, entre los que estaban Romero, Zabaleta, Garay, Rojo, Leo, Masche, Fideo y Pipita. Todos ellos repetirán en Río de Janeiro. Fernández, Gago y Sosa completaban el 11. Cuando ingresó el Kun (por Sosa), en el arranque del ST, el dibujo cambió al 4-3-3 y Argentina tuvo su mejor momento. “Fue un baile”, dijo Sergio, sabiendo que “igual era un amistoso”. Entre los germanos jugaron Boateng, Hummels, Müller, Khedira, Ozil, Klose (titulares), Hówedes, Kross y Gotze (entraron). Claro, Löw en un banco y Sabella en el otro.
El primer tiempo fue parejo y no se desniveló más allá de la roja al arquero Zieler, que bajó a José Sosa y le dejó el penal a Messi. Sin embargo, el 10 falló. En realidad, Ter Stegen, su futuro compañero en el Barcelona, le adivinó la intención. Khedira, en contra, movió el tablero. En el segundo tiempo, con el ingreso de Agüero y la mutación de sistema, la cosa cambió y la Selección hizo lo que quiso. Di María buscó al Kun, que alargó para Gonzalo, el 9 mandó el centro y la Pulga la mandó a guardar de una: 2-0. La fórmula al cuadrado empezaba a dar frutos. Más tarde, Pipa se la dio Masche, Messi la llevó, Agüero la buscó y Fideo sacó un remate a distancia para clavar un golón: 3-0. Antes del cierre descontó Howedes, pero no sirvió para nada. Argentina, con la camiseta azul, empezaba a tatuarse una forma de jugar.
DIARIO OLE