El Rey Midas y sus rápidos reflejos

El Rey Midas y sus rápidos reflejos

Por Belauza
Pese al maltrato que suele sufrir de propios y extraños, la televisión, tanto en su parte técnica como en su faceta social y cultural, es uno de los tantos inventos del hombre cuya lógica de funcionamiento el gran público no puede entender. Funcionan mágicamente. Y se sabe que nada peor para el público y para los magos que develar en qué consiste el truco. Pero hay un Rey Midas en especial, acaso el más mago de todos, por todos los años que lleva produciendo trucos que resultan uno tanto o más exitoso que otro: Marcelo Tinelli.
Este año, tal como viene sucediendo desde sus comienzos con VideoMatch, volvió a detectar personajes con potencial para hacer subir al rating. El mérito y talento es cómo hace para ver un potencial donde el resto de los mortales ven a un simple mortal, como si fuera Lio Messi recostado en la línea lateral izquierda del ataque argentino con Suiza, que de “la nada” armó una jugada de gol.
Sin duda alguna, Tinelli es un hacedor de figuras mediáticas y de personajes populares que salen de la nada, de un costado del escenario o del entorno de la producción.
Pablo “El Chato” Prada es uno de los principales productores de Ideas del Sur, y participa activamente en ShowMatch y el Bailando…, además de aparecer en la pantalla tanto como su colega Federico Hoppe, en general hablando desde el control sobre alguna participante ex novia suya. “El Peque –recuerda– apareció acompañando al Tirri y ahí Marcelo lo conectó. Ahora bien, si nosotros le decíamos que le traíamos a un personaje como El Peque, seguramente no pasaba nada o no le habría prestado atención.”
Con ese ejemplo, Prada se refiere a cómo fue que el llamado “Maldito Peque” terminó bailando con Noelia, algo que varios señalaron como mérito de la producción, pero que en verdad es parte de cómo funciona el programa más exitoso de la televisión argentina.
“Marcelo es un tipo que tiene buen predicamento, por lo tanto cualquiera que elija y lo ponga durante dos o tres semanas en cámara, se convierte en una figura mediática”, explica un célebre productor que trabajó con Tinelli en otros tiempos y que sólo prefiere aportar al conocimiento del fenómeno.
Este ex productor agrega que, en uno de los programas más caros de Latinoamérica, “no es una cuestión de producción sino que es algo que hace al programa, como si vieran ‘personajes’ todo el tiempo.” Pone el ejemplo del Dinosaurio Bernardo, un disfraz que vieron dando vueltas “por ahí” (en un pasillo el canal), lo probaron al aire por unos días y resultó un éxito casi inmediato, tanto que tuvo disco y obra de teatro para chicos. “Es la intuición de Marcelo”, completa.
Resulta interesante la diferencia que se hace entre un mediático y un personaje que luego tiene un recorrido televisivo. El ex productor trae al recuerdo algunos personajes surgidos de La noche del Sábado, el programa que conducía Gerardo Sofovich a finales de los años ’90, de los que hoy no se tiene la mínima noticia. Sin embargo, lo de Tinelli parece superar lo simplemente mediático. Es el caso de su primo de sangre, El Tirri. Allá por la segunda mitad de los años ’80, cuenta Tirri que se casó y se fue a vivir a Los Ángeles, y un día lo llamó su primo Tinelli y le dijo: “Me ofrecieron un programa en Telefe a la medianoche”, y él le respondió: “¿Qué es Telefe? ¿Tener fe a la TV?”. Según el primo, “No me cerraba, así que le contesté: ‘Venite conmigo acá que vamos a hacer fortuna’. ¡Pero a los seis meses lo veo en las tapas de todas las revistas y con un gran éxito en VideoMatch! Menos mal que no me escuchó… ”
La anécdota la usa el propio Tirri para ilustrar el derrotero de ambos, pero no comparativamente, sino como una especie de demostración de cómo en la medida que fue siguiendo más decididamente su intuición, Marcelo Tinelli creció a puntos inimaginables, tanto en éxito como en creatividad televisiva.
Claro que la intuición no es un don divino. Lo que tal vez haya de natural es un talento para el humor y la conducción entretenida, algo que Tinelli acaso tiene más afilado que ninguno. Lo demás es crear las condiciones y saber cómo aprovecharlas al máximo. En palabras del Chato Prada, “El programa es tan libre que cualquier puede circular y venir a verlo, así que si de pronto viene El Mago Sin Dientes, no pasa como con otros que vienen menos y se convierten en personajes.” Una libertad a la que se entregan, en primer término, ellos mismos.
Más allá de las posiciones a favor y en contra, trabajar el sketch espontáneo pone en evidencia una producción impecable para fabricar entretenimiento casi de lo que sea. “Esos personajes -apunta Prada- se van componiendo diariamente y trabajando con Marcelo, por nosotros, por los actores, por los guionistas y los caracterizadores. Por eso podemos responder tan rápidamente a una idea, porque le vamos dando forma entre todos y así va surgiendo la gracia, el humor. Es el caso de Freddy con Neymer, que lo tenía de ver los partidos, y nos agrarramos del hecho puntual que fue la patada y nos causó gracia al verla pegada en su espalda. Después, junto el médico brasileño que hizo Peña, ya estaba todo armado, porque tenía que ver con lo que había pasado.”
“Cuando estás haciendo el programa todo el tiempo, ves personajes dando vueltas”, explica el ex productor. Y agrega: “Cuando producís algo, es como ves todo ‘teñido’ de eso que estás produciendo, como buscando qué te puede aportar para que tu programa salga mejor. Encima, si sos como Marcelo, que tiene mucho las tipologías del argentino tan claras, sabés cómo es el huevón, cómo el gracioso, cómo el canchero, y te sale todo mucho más fácil.”
Algo parecido sostiene Prada: “Marcelo mira toda la periferia, y yo siempre digo que tiene ojos en la nuca. Está conduciendo el programa y mira todo lo que pasa alrededor y desde ahí conecta o no. Es todo muy espontáneo. Si no lo fuera no saldría así, no tendría sentido. Es como ir por la calle y ver algo que estás buscando o te interesa, así sucede.”
Sin dudas, Tinelli tiene una antena especializada en captar qué puede hacer mejor sus programas. Por eso Peluche, el ex novio dominicano de Vicky Xipolitakis que se convirtió en personaje cuando Tinelli lo vio al aire. En esos momentos poco importa cuánto haya tuiteado Xipolitakis sobre la historia con su ex, sino que pesa la mirada del Rey Midas para saber si ahí hay un truco para entretener y maravillar a su audiencia, o si es sólo un breve episodio de la vida mediática. El truco, en definitiva, es la ilusión de que alguien igual al que mira puede convertirse en uno de tanto éxito como el que es mirado.
TIEMPO ARGENTINO