28 Jul Ahora los médicos también se buscan por Internet
Por Esteban Lafuente
Internet es una plataforma casi indispensable para la vida actual. Desde manejar una cuenta bancaria hasta conseguir una cita, la web agilizó tareas y modificó hábitos. Incluso, los vinculados con la salud. Tiempo atrás, las recomendaciones de amigos y familiares eran la instancia casi exclusiva para elegir un médico y la información disponible sobre el profesional se limitaba a los escuetos datos ofrecidos en una cartilla. Pero el mundo 2.0 modificó el escenario. Hoy, son cada vez más los pacientes que recurren a Internet para encontrar el doctor indicado.
El boca a boca, antes limitado al entorno de cada persona, potenció su alcance gracias a la web. Tal como ocurre con los restaurantes o los hoteles, es posible encontrar información sobre profesionales de la salud o centros médicos, junto con comentarios de pacientes que ya utilizaron sus servicios. “Hay un cambio de paradigma. Hoy, está todo globalizado e interconectado. Cualquiera googlea sobre el currículum de un médico antes de una visita para cerciorarse sobre la calidad del profesional. Por eso me interesó tener presencia en Internet. Es una herramienta más para darse a conocer”, grafica el oftalmólogo Pablo Paoloni, que atiende a sus pacientes en Pilar.
Él es uno de los más de 86.000 médicos que cuentan con un perfil en Doctoralia.com, el mayor directorio de profesionales de la salud y establecimientos médicos de la Argentina. Presente en 21 países, esta plataforma creada en Barcelona, en 2007, ofrece un esquema similar al de sitios como Guía Óleo (gastronomía) o Tripadvisor (turismo), en el cual cada médico cuenta con un perfil con la información de su trayectoria, formación académica, datos profesionales y las vías de contacto, accesibles de forma gratuita a cualquier visitante. A su vez, permite buscar aplicando filtros por nombre, zona geográfica y especialidad, para simplificar la elección.
“Nos costaba encontrar médicos directamente en Internet y por eso empezamos estructurando la información disponible para los usuarios, para ver si se buscaba o no un doctor en la Web. Siempre hubo recelo de dar una imagen pública y profesional entre los médicos y quisimos contribuir a que fuera más práctico”, explica Frederic Llordachs, médico y cofundador de Doctoralia junto a su colega Albert Armengol (quien había creado la red social eConozco, vendida a Xing) y al diseñador web David Díaz. Luego, la plataforma se expandió a Francia y otros países de Europa. Actualmente, explica Llordachs, Doctoralia tiene 1 millón de visitas mensuales en la Argentina y se financia con publicidad integrada en el sitio y un fee para los usuarios premium.
Economía colaborativa
El aporte colectivo de la comunidad de usuarios es lo que le confiere utilidad a plataformas como Doctoralia. Los perfiles de cada profesional en la red se nutren, principalmente, de las opiniones de los pacientes, que pueden calificar y escribir comentarios sobre su experiencia, para compartir la referencia con el resto de los miembros de la red en una suerte de boca a boca virtual. A su vez, el sitio permite realizar preguntas anónimas acerca de tratamientos, patologías y problemas de salud, que son respondidas y certificadas con la firma de los especialistas de la red. “Es un diálogo en tiempo diferido que sirve para hacerse una idea de cómo es ese médico. Nuestro objetivo es que antes de ir al médico, el paciente tenga una idea de lo que sabe, cómo trabaja y cómo trata a la gente”, comenta Llordachs.
Ese feedback propio del mundo digital presenta nuevos de-safíos para los médicos, quienes deben incorporar a su actividad cotidiana la gestión de sus perfiles online. Así lo asumió la ginecóloga Claudia Rodari, quien administra un sitio web personal con reserva de turnos online, un perfil profesional en Facebook y su cuenta en Doctoralia. “Me gusta la difusión en la Web. Subo artículos de interés, intercambio con los pacientes, contesto preguntas y siempre cuido las maneras. Es una forma de darse a conocer”, comenta. Dos de cada tres pacientes que llegan a su consultorio la conocen a través de Internet.
El escenario, no obstante, creó nuevos desafíos para el trabajo de los médicos. Muchos pacientes acuden a Internet para informarse sobre un problema o tratamiento antes de su visita al profesional, pero suelen estar expuestos a información errónea o imprecisa .
“Es algo cotidiano. El paciente viene informado porque Internet le abre el abanico. Llega solicitando un determinado tratamiento y, a veces, tenemos que desarrollar una medicina defensiva. Cuesta hacerles entender cuáles son las contraindicaciones o que no todo es para cualquiera”, relata la odontóloga Patricia Agranatti, que ya cuenta con 10 opiniones de usuarios en su perfil de Doctoralia.
Un diagnóstico equivocado o la automedicación son algunos de los problemas que, cada vez más, deben enfrentar los profesionales. “A veces las pacientes leen una ecografía y vienen al consultorio con los pelos parados porque entienden cualquier cosa. Internet es útil pero no se puede usar de manera indiscriminada, porque hay información real y otras cosas que no se sabe de dónde salieron”, advierte Rodari.
Sus palabras reflejan el doble desafío que hoy, con nuevas herramientas de interacción y mayor exposición, experimentan los médicos: gestionar la salud de sus pacientes y, como nunca antes, su propia reputación.
EL CRONISTA