Roland Garros triunfó en la Argentina

Roland Garros triunfó en la Argentina

Por Daniel Balmaceda
El 18 de marzo de 1912 arribó a Buenos Aires el experimentado aviador francés y tenista amateur Roland Garros. El objetivo del viaje era realizar exhibiciones para fomentar los vuelos en la Argentina, donde había poco más de una veintena de entusiastas aviadores. Su presentación tuvo lugar al día siguiente, en el sencillo aeródromo de Villa Lugano, donde voló con una aeronave prestada porque la suya todavía estaba siendo desembalada. Algo falló y caía en picada con el motor encendido. Corrigió la marcha a pocos metros del suelo y la aterró (no se decía aterrizó, sino aterró) como si fuera un avioncito de juguete en sus manos. Dejó a Buenos Aires con la boca abierta. Continuó con los vuelos y las destrezas en Lugano y Palermo, más precisamente en la Sociedad Sportiva -actual Campo Argentino de Polo-, con más tribunas que el aeródromo. El domingo 31 se sumaron a las locuras aéreas el francés René Barrier y el argentino Teodoro Fels. Ese día, Garros se dirigió a Martínez (San Isidro), para saludar con vuelo rasante al presidente argentino Roque Sáenz Peña.
Pero la actuación más difundida fue la del domingo 14 de abril, cuando se llevó a cabo una carrera de aviones a la que asistieron dos ex presidentes, Julio Argentino Roca y el brasileño Manuel Campos Salles. Desde Palermo despegaron las cuatro avionetas, piloteadas por el suizo Edmund Audemars, Roland Garros, René Barrier y Teodoro Fels. Llevaban distintos banderines de colores para ser distinguidos en tierra. El circuito era hasta San Isidro, ida y vuelta. Ganó Garros.
En Europa siguió con los vuelos, estableció récords, continuó practicando tenis como entusiasta amateur y mantuvo la relación con sus colegas argentinos, hasta que la Primera Guerra Mundial lo llevó a integrar la incipiente fuerza aérea francesa. Garros peleó con bravura, pero su principal aporte fue un dispositivo que inventó para que los aviones utilizaran ametralladoras, sin peligro para sus hélices. El sistema pronto inclinó la balanza de la disputa por el espacio aéreo, ya que, con su ametralladora, Garros derribaba todos los aviones alemanes que se le pusieran en la mira. Se convirtió en el enemigo número uno de los germanos. Salían a cazarlo con bandadas de aviones. Lo derribaron en abril de 1915.
Fue entonces cuando el ingeniero aeronáutico Anthony Fokker, nacido en la isla de Java, pero al servicio de Alemania -el mismísimo Fokker que creó los aviones que llevan su nombre-, pudo copiar el sistema cubrehélices del aparato de Garros y emparejó los combates aéreos. Roland logró huir de su cautiverio y se sumó al valiente escuadrón aéreo de Las Cigüeñas francesas.
El 6 de octubre de 1918, cuando ya faltaba poco para que concluyera la guerra, perdió la vida en combate. París bautizó su estadio de tenis con el nombre del héroe: el torneo parisiense que venía llevándose a cabo desde 1890 pasó a ser el torneo de Roland Garros.
Antes de que algún argentino triunfara en Roland Garros, Roland Garros ya había triunfado en la Argentina.
LA NACION