23 Jun Mecánico de día, monarca de noche: la curiosa doble vida en Alemania de un rey de Ghana
Por Laura Lucchini
Cada mañana Céphas Bansah se levanta temprano, abre su taller y dedica el día a ensuciarse las manos entre los Volkswagen y Mercedes-Benz de sus vecinos. La suya parece una historia de éxito más de un inmigrante en Alemania.
Por lo menos, es así hasta las seis de la tarde; a esa hora vuelve a su casa y comienza su otra tarea, su otra vida. A través de Skype o vía mail administra a la distancia los destinos de la enorme tribu de los ewe, en Ghana, donde su nombre es mucho más que el de un profesional de los motores.
El mecánico Céphas es allí el rey Céphas Bansah, heredero de la corona de una ilustre familia que reina desde siempre en la región de Hohoe. Es el soberano de unas 300.000 personas y guía espiritual de más de dos millones entre Ghana y Togo.
Desde que el diario alemán Süddeutsche Zeitung reveló, recientemente, su curiosa historia, el interés hacia este hombre no dejó de aumentar. Sin embargo, su vida no cambió.
Según contó a la nacion su mujer, Gabriele Ganesh, por mail, el rey-mecánico sigue con su actividad del taller y viaja unas ocho veces al año a Ghana y Togo. Precisamente en Ghana está ahora coordinando las actividades que programó en los últimos meses.
Bansah nació en 1948 y, a los 30, accedió a un programa de intercambio para formación profesional en Alemania. En la ciudad de Limburgerhof se hizo una vida y una reputación como campeón de peso liviano de boxeo.
ADMIRACIÓN
Hace 22 años, cuando ya había decidido quedarse a vivir en Alemania, heredó la corona antes de lo previsto, al ser elegido por el consejo de ancianos de su etnia tras la muerte de su abuelo. Ni su padre ni su hermano pudieron ser designados a la sucesión por un problema que desde afuera parece trivial: ambos eran zurdos, una peculiaridad incompatible con la tradición para llevar la corona de los ewe.
En 1978, Bansah dejó su país precisamente gracias al apoyo de su abuelo, que admiraba Alemania pese a que nunca había tenido la ocasión de visitar este país. “Uno de mis nietos tiene que formarse ahí”, expresó un día el emperador. Céphas Bansah fue el elegido y así cumplió con su destino.
Ghana es una de las democracias parlamentarias más desarrolladas del continente. Pero, como señala Bansah, de todos modos, la monarquía conserva su arraigo.
Las 10 provincias de Ghana están bajo tutela de monarcas, que se encargan en particular de asuntos sociales. “A pesar de que es una democracia parlamentaria, en Ghana nada funciona sin el apoyo de la monarquía”, escribió en su sitio.
Aunque Bansah no fuera el primero en la línea sucesoria y a los ancianos les pareciera extraño elegir un rey en ausencia, el consejo se convenció gracias a una razón emocional. Su abuelo, que tuvo 12 mujeres y muchos nietos, tenía infinito respeto hacia este joven que había transpirado para obtener varios diplomas de mecánico en Europa.
Las dudas sobre cómo ser gobernados a la distancia se disiparon enseguida. Las primeras comunicaciones fueron por fax. Sucesivamente, Bansah empezó a organizar sus actividades a través del mail y de Skype. Al final, también los miembros de su tribu empezaron a apreciar las ventajas de tener un rey con buenos contactos y visibilidad en un rico país europeo.
“El rey utiliza su popularidad en Alemania para promocionar proyectos de ayuda y asistencia en su país, como, por ejemplo, la instalación de bombas hidráulicas en su región de origen y la conexión a la red eléctrica de hasta ahora cuatro comunidades rurales, el envío de contenedores con sillas de ruedas y otro material médico para necesitados”, señala un texto en su web.
En sus frecuentes estancias en Ghana y Togo se mantiene en contacto con otros reyes, así como con políticos y líderes de gobierno.
En el tiempo que logra desconectarse de sus actividades mecánicas y monárquicas, compone música: ya sacó a la venta dos discos.
Sólo en una ocasión tuvo miedo, según relató al Süddeutsche Zeitung. Fue cuando la policía tocó a su puerta para ponerlo sobre aviso: su nombre estaba entre los objetivos de la célula terrorista neonazi Resistencia Nacionalista. A este grupo se le atribuye haber asesinado por prejuicios raciales a nueve ciudadanos alemanes de origen extranjero.
LA NACION