06 Jun Antes de la lluvia, California Chrome encabezó una mañana de formalidad
Por Sebastián Heredia
Cada uno de los 11 competidores para el Belmont Stakes (G1) del sábado decidió salir rápido, a poco de abrir la pista, antes que lloviera; se trató de completar formas, con cuidado, con las mayores luces para el héroe del Derby y del Preakness, aunque con los otros sumando protagonismo
La jornada del jueves en Belmont Park amaneció gris y fría. Con pronóstico de lluvia, la historia era salir a la pista más temprano de lo habitual. Entre los entrenadores surgió un sinónimo: “con pista pesada, nada”. A dos días del Belmont Stakes (G1), los competidores galoparon o caminaron. Ya no hay exigencia. Simplemente se trata de mantener la forma. La estrella, claro, California Chrome, aunque, después del sorteo, los demás también recibieron parte de la atención.
A las 6 de la mañana se abrió el fuego. El héroe del Kentucky Derby (G1) y del Preakness Stakes (G1) hizo la misma rutina que tiene desde el sábado, posteriormente al único trabajo serio que tenía estipulado. Su andar desde la cuadra número 28 se asimila a la de una estrella de rock. Una, dos, tres, cuatro personas lo observan en sus primeros pasos. En tránsito, ya hay cientos. Cuando atraviesa la grande del circo de Elmont, miles.
El descendiente desde Lucky Pulpit giró dos vueltas y retornó. Su estado es perfecto, a pesar de no ser un ejemplar que impacta a primera vista. William Delgado, su galopador, sonríe de satisfacción. Art Sherman le pregunta cómo estuvo todo. El pulgar hacia arriba es la señal inequívoca de la confianza hecha trabajo. Sigue todo en orden. Está todo en orden. Hay un favorito que quiere hacer historia.
Ride On Curlin, escolta en la segunda gema, está en el mismo establo que su vencedor en la cita de Pimlico. Así, los pasos se le siguen casi instantáneamente al que puede cortar con el maleficio que existe desde 1978. Llegó también a poco de su último esfuerzo. “Lo tenemos cerca, lo podemos espiar, pero eso no servirá para vencerlo. Lo ideal es hacer las cosas de la mejor manera. Lo estamos haciendo. Lo queremos hacer”, expresó Daniel Dougherty, titular del hijo de Curlin.
El placé por “Las Rosas” fue Commanding Curve. De las conocidas sedas para nosotros del West Point, ayer celebraron el partidor número 4. Por esa acción en Churchill Downs, el Master Command puede achicar en grande a la hora de la verdad. “Ese es el objetivo. Se sabe que el Belmont se corre de la mitad en adelante. Ahí es donde sabremos la resistencia de cada uno”, sentenció el trainer Dallas Stewart.
Tonalist viene de otra línea. Por su impacto en este entramado en el Peter Pan Stakes (G2), de punta a punta, es acaso el contrincante con una esencia diferente: su itinerario no fue tan exigente y está a punto. “No creo que sea una ventaja, pero sí que es mejor. La Triple Corona es muy exigente y, si te salís de ese carril y llegás en forma al Belmont, hay menos de qué preocuparse”, describió Joel Rosario, quien montó al pupilo de Christophe Clement todos los días.
Matterhorn y Commissioner, del escuadrón de Todd Pletcher, siempre juntos, no fue la excepción en esta mañana. Wicked Strong le hizo honor a su nombre y empujó mucho en su paseo que se pretendía sin exigencia. General A Rod, el Roman Ruler, es vistoso y atlético. Medal Count, Matuszak y Samraat, a pesar de ser subestimados en el dividendo previo, también sueñan con la historia. Se largó a llover fuerte en Elmont, pero nadie se toma un respiro.
PURA HIPICA