11 May Volver al gym después de los 40
Por Ángeles Alemandi
Nunca es tarde para subir a las pistas! Como no ser una deportista golondrina. Por que una caminata diaria debería ser tan habitual como lavarse los dientes. Empezamos hoy?
MAS MOVIMIENTOS , MAS BENEFICIOS
la gimnasia refuerza las defensas, mejora la presión arterial, ayuda a reducir el colesterol malo y a prevenir enfermedades metabólicas como la obesidad o la diabetes tipo II. En la premenopausia contribuye a evitar la osteoporosis. Las várices se sienten amenazadas porque los vasos sanguíneos se hacen más fuertes. Esto también ayuda a prevenir los ACV y los infartos. Se comprobó en el 2002: el ejercicio físico disminuye la incidencia del cáncer de mama. Y algo no menor: baja el estrés, sube la autoestima, renueva las pilas y genera endorfinas, las hormonas que producen bienestar y buen humor.
NO TENGO TIEMPO!
Según la Organización Mundial de la Salud lo ideal es entrenar como mínimo una hora diaria. Pero es real que la vida agitada que llevamos nos ayuda a encontrar excusas. Lo importante: hacer algo. Descomprimir la agenda, armar una rutina y apostar a la calidad del ejercicio las veces por semana que se pueda. Que entrenar se transforme en un hábito a sostener en el tiempo.
PUESTA A PUNTO
Para evitar riesgos es excluyente y necesario someterse a un control. El chequeo medico debe incluir análisis de sangre, electrocardiograma y ergometría . Lo principal: evaluar el estado cardíaco. Los resultados van a definir el tipo de ejercicio más saludable para cada una. Ahí, la figura del entrenador, sobresale. Tenerlo cerca en este proceso de salir del sedentarismo es fundamental. Primero porque nos ayuda a hacer las cosas bien y segundo porque son la mano que encontraremos cerca si de golpe sentimos que algo anda mal. Después de años de no correr ni siquiera el colectivo, un bajón de presión, un dolor raro, la vista que se nubla, el corazón que se agita, puede darnos un buen susto.
MI RUTINA
La actividad física de hoy no tiene nada que ver con los recuerdos que tenemos de las clases de gimnasia de la escuela. Ni hablar de la carrera de los 12 minutos: el test de Cooper! Ahora se busca que sea un momento placentero, que cada una haga lo que más le guste. La meta: encontrar el equilibrio cuerpo – mente. Los objetivos del entrenamiento pueden ser de lo más diversos: para muchas mujeres es una oportunidad para socializar, otras siguen una recomendación médica. Muchas quieren bajar de peso. ¡Todas las razones son válidas!
CORRER NO VOLAR
A esta altura aparecen las alumnas golondrinas: entrenan los últimos meses del año. Si, se empiezan a sentirse acorraladas por los aires tibios de la primavera( y el fantasma de la playa!). Y buscan la actividad física solo como un fin para verse bien. Y ni siquiera esto posible: el cuerpo necesita tiempo para mostrar los efectos. Entrenar siempre acarrea el plus de la estética. Pero primero, ejercicio tiene que rimar con placer.
REVISTA ELLE