Peugeot 208: actitud sport

Peugeot 208: actitud sport

Por Augusto Brugo Marcó
Durante el verano Peugeot exhibió en su stand de Pinamar el flamante Peugeot 208 GTI que se acababa de presentar en nuestro convulsionado mercado, impuestazo mediante. Este Peugeot poco tiene que ver con el exitoso 208 de producción Mercosur. En primer lugar, el GTI se importa desde Francia, y posee diferencias en su plataforma, otro motor y, sobre todo, otro nivel de seguridad. Por lógica tiene un precio más elevado, aunque ya demasiado alto con la reciente devaluación y los impuestos: $351.055.
Este modelo, con diseño atractivo, llega en carrocería de tres puertas y se complementa con otra variante denominada XY que cuenta con estética y equipamientos similares, pero con un propulsor de inferior potencia (156 CV). Lo interesante del GTI, más allá de su estética personal y exclusiva, es que, mediante el propulsor 1.6 turbo alimentado que desarrolla 200CV junto a una caja manual de seis velocidades, logra prestaciones más que interesantes: alcanza una máxima de 223 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en apenas 7,2 segundos con un nivel de comportamiento excepcional. La dirección y las suspensiones funcionan en armonía y, a pesar de su carácter sport es un auto que permite viajar más descansado en comparación con otros de su tipo.
Lógicamente, como buen deportivo debe sacrificar algo de confort de marcha, debido al bajo perfil de sus neumáticos. Tampoco ofrece demasiado espacio en las plazas de atrás y el baúl no es muy generoso. Como detalle mejorable tenemos que mencionar la garantía: dos años es un plazo acotado para un modelo de su categoría. Por su tipo de carrocería y motorización no tiene un rival directo, aunque se pueden considerar como tal al MINI, el Alfa Romeo MiTo y el Audi Al S Line. En definitiva, un auto que funciona como vector de imagen de marca con atractivo diseño y moderna tecnología, pero que hoy resulta un capricho caro mientras la economía así lo disponga.
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