Mariano Otalora: “Tener un hijo cuesta u$s 80.000”

Mariano Otalora: “Tener un hijo cuesta u$s 80.000”

Por Laura Mafud
Después de títulos como Del colchón a la inversión, Inversiones para todos y ¿Qué hacemos con los pesos?, el especialista en finanzas personales Mariano Otálora adelanta, en exclusiva, su próximo libro, que llegará a las librerías en abril: Amor… sos la inversión de mi vida. Cómo tomar las mejores decisiones para que tu pareja y tu economía crezcan juntas (Planeta). A través del volumen, aborda temas tan cotidianos -como controvertidos-, y pone en jaque la idea de que el amor es para toda la vida. “”Existe una relación directa entre el éxito y el fracaso en las relaciones amorosas con las decisiones financieras o económicas que toman las parejas””, comparte Otálora en diálogo con 3Días.
De hecho, el especialista pone sobre el tablero algunos números alarmantes: sólo el 50% de las parejas jóvenes que se casan o inician una convivencia siguen unidas después de 10 años y, en la Argentina, dos de cada tres parejas no terminan juntas. La principal causa no es la infidelidad, sino los desacuerdos de índole financiero. “”El amor se convirtió en algo descartable. Incluso, te encontrás con parejas que se divorcian y se separan por este motivo. Y hay un grupo que sigue casado o conviviendo y no se separa, justamente, porque no tiene recursos económicos para hacerlo””, comenta Otálora.
Es que, aclara, un divorcio, si no es de común acuerdo, puede “”sacarte hasta el pequeño patrimonio que tengas””. En cambio, si media la paz, y hasta si las cónyuges comparten abogado, puede costar “”menos de $ 8.000. Después, dependerá del nivel de patrimonio. Es mejor divorciarse por lo sano””, afirma.
Con una mirada original -y pragmática- el libro desarrolla temas cotidianos, como el manejo del dinero en las relaciones maritales, cómo hacer de la fiesta de casamiento un negocio, cuánto invertir en la educación de un hijo y hasta cómo educarlo financieramente. Un dato nada menor si se considera cuánto puede costar tener y mantener un hijo hasta que cumpla 18 años: “”Desde unos u$s 80.000, si se gastan, mensualmente, unos $ 3.000”, explica Otálora. “En cualquier parte del mundo está más o menos en eso. Incluye los gastos directos, como comida, educación y vestimenta, y los indirectos, como el hecho de tener que agrandar la casa o mudarse””, explica.
En línea, Otálora saca a luz un tema controvertido. El de las familias que gastan en la educación de sus hijos más de lo que sus ingresos les permiten. “”Lo hacen con mucho esfuerzo, pero dejan de ahorrar e invertir, de generar patrimonio. Entonces, a futuro, van a terminar dependiendo, económicamente, de que sus hijos los mantengan””.

En la piel de la mujer
El libro está orientado a la mujer, como una suerte de guía que puede acompañar al género femenino en las diferentes etapas de su vida. “”La mujer sola, la que está de novia, la que tiene que quiere dar un paso más y tiene que analizar si le conviene casarse o convivir””, adelanta los ejes que analiza.
Lejos de generalizar, Otálora aclara que, de algún modo, busca dar herramientas: “”El hombre es tremendo planificando el divorcio previamente. La mujer, también, es la que maneja la economía en el hogar. Me parece que es bueno que sepa que, si no está involucrada en la economía del hogar, puede caer en una ruptura absoluta y, muchas veces, queda desprotegida””.
Asimismo, Otálora desmitifica varias cuestiones vinculadas a la pareja y al manejo del dinero. Uno de los puntos que destaca son las ventajas y desventajas de convivir con y sin libreta matrimonial. “”La gente cree que convivir tiene los mismos derechos que casarse. Pero todo lo que compraron en pareja, sin casarse, queda a nombre de la persona que lo compró. Estás viviendo en mi casa, es mi casa, y todo lo que está dentro de ella es mío, salvo que la otra persona pueda justificar que eso lo compró con alguna factura. Después, nos separamos, no hay bienes gananciales. Me llega a pasar algo, no tenés derecho a herencia, sino a cobrar una pensión, siempre y cuando tengas realmente la convivencia durante cinco años o que tengas hijos y hayas convivido al menos dos años””.
En línea, agrega: “”El único beneficio que tenés, cuando convivís, es aquel que está en la posición dominante. Se beneficia el que más tiene. Se perjudica el que menos tiene porque pierde todos los derechos””.
¿Cómo manejar el dinero en pareja? ¿Es conveniente unificar las cuentas o es mejor que, cada uno, mantenga lo suyo?
– Eso es totalmente relativo. Cada pareja es única. Lo peor que hay es cuando no tenés los objetivos económicos. Este es el gran problema y por eso hay que discutirlo. Yo quiero comprar la casa; vos querés seguir alquilando y comprar el auto; yo quiero comprar la casa de fin de semana; vos querés viajar; yo quiero comprar colegios carísimos a los chicos y el otro dice que vayan al colegio público. En algún momento, esos desacuerdos explotan. Generalmente, el dinero es tabú en la pareja. En una primera cita hablás de mil cosas pero no le vas a preguntar cuánto gana. Muchas parejas se juntan, y no es un tema menor, sin saber si el otro tiene deudas. ¿Le debe guita a alguien? ¿Mantiene a los padres y a los hermanos? ¿Tiene un negocio que se está por fundir? Si no, te pasa la ‘gran Jelinek’. Y de última planificar, realmente, tu pareja, ¿quiere hacer la fiesta de casamiento, quiere casarse, quiere comprar una casa? Más allá de que algunas de estas cosas no las puede predecir pero sí desde la intención.
Con todo, ¿qué es lo más importante que tiene que tener en cuenta una pareja respecto a los temas económicos?
– Entonces, una vez que tenés todo eso, lo más importante que tiene que tener una pareja a la hora de manejar el dinero es cierta independencia. Los tiempos cambiaron. Cada pareja es única. Y no es lo mismo si el dinero te sobra. Cuando te sobra es más fácil administrar el hogar. Ahora, cuando estás acotado, y por eso digo que los problemas económicos destruyen el amor, cuando falta plata y vos estás haciendo todos los esfuerzos y el otro está gastando en boludeces, empiezan los descontroles. Cada pareja, si lo necesita, debe tener un espacio de autonomía para gastar en lo que quiera. Si estás con la pareja que querés y amar, trabajás como loco, ¿no te podés dar un gusto? Y hay muchas parejas que no se dan esa libertad. Más allá de si manejás el dinero con cuenta con pozo común o no, el tema es que cada pareja respete su autonomía. Pueden hacer plan común, ahorremos, consumamos, invertirnos pero si quiero comprarme algo no me controlés si gasto algo más en otra cosa.
EL CRONISTA