Maidana, protagonista de una pelea cumbre

Maidana, protagonista de una pelea cumbre

Por Osvaldo Príncipi
El piloto de la máquina S 80 de American anuncia una mañana tranquila y soleada, para volar el último tramo que nos llevará de Dallas a Las Vegas. Tres horas más, en el aire, para completar las 17 horas, en total, que nos convertirán en parte del “desembarco argentino” en el desierto de Nevada. El avión está completo. Más de 50 compatriotas viajan allí. Con prudencia y sin la efervescencia futbolera que acompañó a los hinchas de Sergio “Maravilla” Martínez hace un par de años, para retar a Julito Chávez, en esta misma zona.
Ellos saben, en esta oportunidad, que el “torero” que vive en esta ciudad es muy listo. Superior al “toro” que viene a pelearlo desde el pueblo de Margarita, en Santa Fe. Sin embargo, no disimulan entusiasmo y, a media voz, preguntan: “¿Usted recomienda apostar a Marcos, a los puntos o al KO?”.
El vuelo avanza y otra vez desde la cabina invitan a mirar por la ventanilla todas las bellezas que exhibe el Gran Cañón del Colorado con sus grietas de color rojo. Este cronista también piensa en su propio “desembarco” y de la participación que tendrá LA NACION deportiva en esta pelea histórica, entre el norteamericano Floyd Mayweather y Marcos Maidana, el sábado próximo en el ring del Hotel MGM. Uno de los desafíos cumbre de un púgil nacional al mejor boxeador del momento. Al número 1, sin lugar a dudas.
Quien esto escribe se esfuerza por querer saber en qué se motivaron los analistas de antaño al cubrir los excepcionales combates como éste, que marcaron un punto diferencial en la historia de nuestro pugilismo. Me pregunto cómo diseñaron las páginas deportivas, en vísperas al cotejo entre Luis Ángel Firpo y Jack Dempsey, los editores de 1923: Eduardo y Luis Mitre, con todos los límites informativos de aquel entonces. Me esfuerzo por deducir cuál fue la conclusión laboral extraída por Alberto Laya (Olímpico) y Emilio Ferés en torno a la realidad y a la fantasía del cotejo entre Muhammad Alí y Oscar Bonavena, en 1970, en aquel seguimiento intenso efectuado por el diario. Creo que la practicidad, la ejecución y el entendimiento entre Ernesto Muñiz, como jefe, y Carlos Losauro, como enviado, agilizó a pleno los envíos desde aquí, cuando “Martillo” Roldán retó a Marvin Hagler, en 1984.
Escribir en primera persona, como en este caso, es una de las vanidades máximas del periodismo, pero no hacerlo, en estas experiencias comparativas, sería restarse compromiso en esta cobertura y no revitalizar el pasado de este periódico que siempre tuvo banca y credencial en las peleas célebres. En todas esas ocasiones se utilizaron dos calificativos que repetiremos en este comentario previo: mesura y prudencia. Claves para analizar lo que harán sobre el ring un campeón fenomenal, Mayweather, y un púgil en su mejor momento, Maidana.
Todos los argentinos que protagonizaron combates cumbre ante los boxeadores top cumplieron. Así lo dice la historia: Firpo sacó del ring a Dempsey, Bonavena tuvo sentido a Alí y Roldán derribó a Hagler. Ello les dio crédito para quedar en el recuerdo. Si Maidana consigue un par de desbordes claros sobre Mayweather, tendrá también sus posibilidades para lograr algo más que una buena actuación.
LA NACION