04 May Los nuevos protagonistas del furor de la música que viene de Corea del Sur
Por Diego Gez
Así como las publicaciones más respetadas del mundo de la música occidental pelean semana tras semana por dar a conocer a la nueva banda o solista de pop-rock que se debe escuchar, el fenómeno del K-Pop ahora también comienza a despertar el mismo efecto por esta parte del mundo, sobre todo luego de desembarcar en Europa y Estados Unidos como un género imposible de ser rechazado por miles de adolescentes.
Repasemos: nacido en Corea hace algo más de dos décadas, el K-Pop (o pop coreano, a secas) refleja la manifestación profunda por la música de carácter popular de adolescentes y no tanto en esa nación. Y si hubo alguien quien se encargó de llevar su imagen como sinónimo del género fue Psy con “Gangnam Style”, al punto de transformar al video que lleva el nombre de la canción en el más visto de toda nuestra historia. ¿Algo más significativo que eso en tiempos de una Internet que todo lo puede? El desafío actual de Psy pasará por transformar su música en algo que automáticamente no nos lleve a recordarlo como el autor de “el baile del caballo”.
En Argentina, la fiebre por el pop coreano tuvo su última manifestación esta semana. Con una casi nula promoción en los medios masivos, este martes último el Luna Park explotó con el concierto de Shinee, un quinteto que llegaba por primera vez al país después de girar por estadios de Sudamérica agotando tickets y desatando histeria. Pero ellos, junto con consagrados como 4 Minute, Girl’s Generation, Wonder Girls o –los ultra mediáticos– Super Junior, son el presente de una industria que sigue lanzando artistas multitarget (desde el dance music, R&B, rock o hip-hop) hacia los mercados del mundo entero, en una constante que lejos de terminar parece alimentarse todo el tiempo.
GRUPOS Y SOLISTAS
Sin armas como para detener una expansión que inunda los mercados, tanto productores europeos como estadounidenses optaron por asociarse con sus pares asiáticos para llevar todavía más lejos al K-Pop. Una posible lista de artistas a los que podríamos ver desfilando por Buenos Aires llevan el nombre de Got7, Henry, Winner, Beenzino o Ladie’s Code, todos diferentes en estilo, imagen y propuestas. Entonces, hagamos un paseo por alguno de ellos.
-Got7: un conglomerado multirracial de siete miembros, con el tema “Girls, Girls, Girls” como primer ultrahit en clave de hip-hop, donde cualquier aproximación con el tema del mismo nombre por parte de los ochenteros Mötley Crüe es pura coincidencia. Alcanzó la friolera de 1 millón de visitas a sólo 48 horas de su inicial exposición en la red de clips. Los integrantes hablan varios idiomas y hacen culto de su amor por los movimientos de las artes marciales, muchos de ellos incorporados en sus coreografías.
-Ladie’s Code: son cinco chicas (Ashley, Rise, Eun. B, So Jung y Zuny) con mucho de parecido a las Spice Girls de los años ’90 y con una marca escuchable: pop ganchero de guitarras funkies y coros exultantes. Como muchos de estos grupos, debutaron con un par de singles (“Hate You”, “Pretty, Pretty”), con los que fueron ganando gran aceptación. Hoy, su popularidad, va en constante alza.
-Beenzino: otro hip-hopero que con su disco debut (24:27) llegó al gran público, aunque su prestigio como artista más le viene desde sus días como artista del underground asiático. Es profundamente respetado, más allá de su gran hit “Dali, Van, Picasso”, por su fluidez para rapear y tener éxitos, algo obtenido sin campañas de prensa ni grandes presupuestos para su posicionamiento.
TIEMPO ARGENTINO