16 May José Litvak: “el juego es algo serio, una forma de vivir”
Por Clara Encabo
Es un profesional con una larga carrera en Derecho Tributario. Se cansó de dar cursos y conferencias en todo el país, fue profesor titular en varias Universidades, dirigió un posgrado y llegó al cargo de juez en el Tribunal Fiscal de la Nación. Sin embargo, desde hace diez años, José Litvak se dedica, según su definición, a “cosas importantes”: investiga, escribe y estudia uno de los juegos más complejos del mundo, el póker. Aprendió a jugar mirando a su padre de chico cuando sentarse en su mesa lo apasionaba. Hoy dirige Pensar Poker, una editorial y productora de contenidos multimedia de habla hispana, que espera legar a su nieto de tres años, junto a su pasión.
–¿Es difícil jugar al póker?
–Es muy fácil aprenderlo y muy difícil jugarlo bien. No hay métodos ni sistemas infalibles, sólo hay jugadores. El póker no es un juego de cartas, sino entre personas que juegan con cartas.
–¿Qué se necesita?
–La nueva modalidad Texas Hold’em requiere conocimiento, experiencia y mucho control emocional; tiene una incidencia muy fuerte de matemáticas, psicología y estrategia de guerra. Yo lo llamo un juego ciencia y es más complejo que el ajedrez: es el deporte mental por excelencia.
–¿Quién gana?
–Normalmente gana el que sabe porque no es un juego de azar. No gana quien tiene mejores cartas sino quien mejor las juega. El más perspicaz, el más audaz, el más hábil o el más mentiroso. Estrategia pura, al punto que la Asociación Internacional de Deportes Mentales lo reconoció como tal.
–¿Se entrena?
–Como cualquier deporte, si se lo quiere jugar en serio. Los nuevos jugadores estudian y practican, investigan, cultivan su mente y cuidan su físico para no estar en inferioridad de condiciones. Yo juego muy poco, estudio y escribo mucho.
–¿Cómo capitalizó las enseñanzas del juego?
–El póker es un remedo del juego de la vida. Si tenés condiciones para jugarlo vas a tenerlas para decidir. También sirve para leer a las otras personas, desarrollar el temple y la paciencia, darle tiempo a todas las cosas, saber cuándo tomar decisiones y aprender que no todo es tan dramático como parece.
–¿Cuál es el rol del dinero?
–Es el condimento, el premio para que se juegue seriamente. El póker tiene un vicio de origen porque nació como un juego de azar por dinero y en ámbitos poco adecuados como los garitos, pero puede jugarse por algo mucho más importante que es el honor o el placer del triunfo.
–¿Por qué dejamos de jugar al crecer?
–El juego está mal visto, hay una concepción social de que es un alejamiento de las responsabilidades, lo que es un error garrafal. El juego forma parte del ser humano desde que nace hasta que muere; una forma de vivir. Está bien visto que jueguen los chicos y los viejos cuando dejan de ser activos, para pasar el tiempo y sentirse bien. Un preconcepto, como si el juego no fuera algo serio.
Para Litvak, es “algo serio”: desde hace 30 años ininterrumpidos se junta semanalmente con un grupo de amigos con la excusa de las cartas. “El póker es un juego formativo, aquel que en su vida no sabe jugar, no valora el juego y ya envejeció. Uno puede ser muy serio, responsable, dedicado en lo suyo, pero el juego forma parte de la vida.
TIEMPO ARGENTINO