Joel y Ethan Coen: “no hicimos un film biográfico”

Joel y Ethan Coen: “no hicimos un film biográfico”

A 30 años de su sorprendente debut con Simplemente sangre, los hermanos Joel y Ethan Coen no han parado de sorprender a seguidores y detractores con su variada producción de películas, que en su gran mayoría cuenta con guión y dirección propia.
Con motivo del estreno local de Balada de un hombre común (Inside Llevyn Davis), los creadores de Fargo y El Gran Lebowski dieron una conferencia de prensa donde contaron detalles del film, además de confesar su especial sistema de trabajo, perfeccionado a través de los años.
“Nos juntamos en la oficina –cuenta Joel– y nos quedamos un par de horas ahí. Cada uno se toma quizás una siesta, pero lo importante es que estamos en ese lugar y juntos, en caso de que surja una idea o una inspiración para ponernos a escribir algo”.
En el caso de Balada de un hombre común, se trata de un film ambientado en 1961, sobre la vida de un cantante folk en el legendario Greenwich Village de Nueva York, poco antes que Bob Dylan irrumpiera en la escena under. El resultado ya tuvo infinidad de premios y distinciones, entre ellos el Grand Prix en Cannes y tres nominaciones a los Globos de Oro (mejor película, mejor actor y mejor canción). Este jueves será el estreno en Argentina.
–¿Cómo fue la elección de Oscar Isaac para el rol protagónico?
Joel: –Sabíamos perfectamente que íbamos a estar en grandes problemas si no encontrábamos a la persona exacta para ese rol, y no fue una tarea sencilla porque había muchos criterios para tener en cuenta. Por un lado, necesitábamos a alguien capaz de cargarse la película en los hombros, porque aparece en todas las escenas del film. Pero también tenía que ser convincente como músicos, porque hay muchas partes donde canta y toca en vivo. Así que en realidad comenzamos buscando músicos. Pensamos: “Tiene que ser un músicos porque hay muchas partes musicales.” No queríamos arreglar eso en la post producción, o fingirlo. Vimos a muchos músicos, pero muy pronto nos dimos cuenta de que estábamos yendo por el camino equivocado. Seguramente hay muchos músicos que pueden actuar, pero deben ser muy pocos los que son capaces de sostener una película y estar en el centro de cada escena. Así que finalmente empezamos a buscar actores, y cuando apareció Oscar no nos quedaron dudas.
–El protagonista es casi insoportable, pero al final uno se siente atraído al personaje. ¿Cómo manejaron ese equilibrio de mostrar sus fallas y también hacerlo querible?
Ethan: –Una de las explicaciones es justamente Oscar, que es tan genial. Uno quiere lograr que el público te quiera, y en general ese es el objetivo del ejercicio, pero con Oscar no funciona así. Si es un personaje que debe conseguir empatía, hay que conocerlo y sentir algo, porque así es mucho más interesante que mostrarlo tratando bien a una mascota. No sé cuál es la palabra exacta, pero creo que al verlo se siente una afinidad y conexión.
Joel: –Además, cuando uno lo ve en la película, no parece un actor, sino un músico, porque lo hace muy bien y sus performances son muy buenas. Uno puede tener un personaje que no es un ejemplo a seguir y que hasta puede ser criticado por sus actitudes, pero igual se puede sentir una atracción y empatía por su arte.
–¿El casting de la mascota del gato fue más sencilla? (risas)
Ethan: –No lo hicimos nosotros. Hay un entrenador de animales que buscó diferentes gatos. Pero la experiencia de dirigir a un gato es muy diferente a dirigir un actor. ¡Fue difícil, sin más vueltas! Hay que filmar mucho y esperar que en algún momento haga lo que se le pide. En el trayecto, hace todo mal y uno se aburre muchísimo y se frustra bastante.
–Filmaron en cinta. ¿No hubo presiones para hacerlo en digital?
Ethan: –No. Todavía hay gente que filma todo en cinta. Lo hablamos bastante con el director de fotografía, y resulta que ninguno de nosotros tres jamás había trabajado en digital. Los tres sabemos claramente que todo confluye hacia lo digital, pero también decidimos no agregar un elemento nuevo al esfuerzo del hecho de trabajar juntos por primera vez.
–¿Cómo es la manera en que trabajaron con T-Bone Burnett en la parte musical, al ser un film tan centrado en las canciones?
Joel: –T-Bone es como mucha gente con la que hemos trabajado muchas veces a lo largo de los últimos 25 años. Ya hicimos cuatro películas con él, así que es una relación que funciona muy bien. Uno busca la colaboración con gente a la que uno le comprenda su punto de vista, y ellos comprenden la de uno. Es gente temperamentalmente compatible. Y T-Bone es brillante en lo suyo. Tiene un conocimiento enciclopédico de la música estadounidense y un punto de vista muy interesante al respecto, como productor y como músico. Y puede trabajar con actores que no necesariamente son músicos.
Ethan: –Creo que fue la primera persona a la que le mostramos el guión. Teníamos algunas canciones ya especificadas en la historia, pero el resto estaba por definirse, y cuando nos juntamos hablamos sobre cómo podrían ser. En forma paralela, íbamos avanzando con el casting, así que pensábamos en función de los actores que iban quedando elegidos. En cuanto la manera de filmar, aunque queríamos hacer todo en vivo, T-Bone planificó tener una semana de grabaciones previas, antes de comenzar el rodaje.
Joel: –Me acuerdo que en esos días vino Marcus Mumford, del grupo Mumford & Sons, que ayudó a tener otra perspectiva y también tocó. Justin Timberlake también estaba presente en esa etapa, así que teníamos varios músicos interesante a mano.
–La historia no es biográfica, pero se basaron bastante en la vida de Dave Van Ronk. ¿Por qué?
Ethan: –No era una historia sobre él, pero es cierto que antes de la aparición de Bob Dylan fue el músico más importante de esa escena musical. Por eso leímos la biografía que escribió un tipo llamado Elijah Wald después que murió. Tomamos algunas cosas de ahí, porque nos atrajo mucho el tono del libro. Pero es importante remarcar que el personaje de Oscar no es Van Ronk. No hay que confundir a uno con otro.
Joel: –Nunca nos interesó hacer un film biográfico, un biopic. No era el objetivo. La pregunta era: si queremos hacer una película sobre un cantante folk, ¿cómo sería? Así que nos basamos en algunos aspectos de Dave Von Ronk y también gente como Jack Elliott y otros de esa época de la historia. Me gusta pensar que esta película es un descendiente directo de la música de Hermano dónde estás. Es la base de la música que nos gusta desde chicos, o sea el rock & roll y Bob Dylan.
TIEMPO ARGENTINO