Etios Cross: el guerrero de Toyota

Etios Cross: el guerrero de Toyota

Por Gabriel Tomich
Las versiones aventureras de los autos chicos atraen a muchos compradores. Se podrá discutir mucho sobre ellas, pero configuran un segmento muy atractivo para las empresas y los usuarios.
En este contexto, Toyota se suma a esta franja de mercado con el flamante Etios Cross, que utiliza la silueta de cinco puertas del Etios. Sobre esta base, los cambios se resumen a la estética exterior y la regulación eléctrica de los espejos laterales. No hay modificaciones en la mecánica ni en el reglaje de las suspensiones, que tienen un despeje adecuado.
Así, el diseño exterior del Etios Cross se destaca por el frontal que combina un paragolpes negro de líneas musculosas y un aplique en forma de trapecio color plata, que enmarca la parrilla y la toma de aire inferior, para lograr un conjunto estético de aspecto robusto.
En los laterales se aplicó una moldura plástica negra que recorre la silueta entre los paragolpes, cubriendo también los pasarruedas. En la vista lateral sobresalen las llantas de aleación de diez rayos (de bonito diseño), para calzar neumáticos 185/60 R15″, y los nuevos espejos retrovisores, que ahora incorporan las luces de giro. Otra novedad del Etios Cross son los rieles portaobjetos longitudinales en el techo.
El portón trasero también cuenta con el aplique plástico negro que enmarca la parte central del paragolpes color plata. El conjunto se completa con un alerón superior. A diferencia de otros modelos del segmento, la rueda de auxilio no está sobre el portón.
imagen-41749-0
Con estas modificaciones, el Etios Cross es apenas un poco más largo (11,6 cm), ancho (3,9) y alto (4,3) que la versión hatch normal.
En el interior no hay cambios de diseño respecto de la versión full del Etios, con excepción de los tapizados con costuras blancas y la inscripción Etios Cross. Así, el Etios Cross goza del amplio habitáculo de la gama, que permite que dos adultos viajen atrás muy cómodos. Eso sí, el baúl es muy pequeño (270 litros).
La posición de manejo es elevada (sólo se regula la altura del volante), aunque confortable. El instrumental y los comandos no han sido modificados. Están en el centro del tablero (posición controvertida, porque hay que desviar la vista). Tiene velocímetro y cuentavueltas, más un pequeño display digital con una barra para el nivel del combustible y el odómetro. El resto son testigos luminosos.
Además de los nuevos espejos, el equipamiento XLS incluye aire acondicionado, apertura y cierre a distancia, levantavidrios para las 4 puertas, volante forrado en cuero con comandos de audio, doble airbag frontal y equipo de audio (con puerto USB, sin Bluetooth).
1966_980
El Toyota Etios Cross está equipado con el mismo motor 4L 1.5 del resto de la gama. Es un propulsor diseñado para este modelo, que también se vende en la India y Brasil. Cuenta con doble árbol de levas a la cabeza y 16 válvulas para entregar 90 CV a 5600 rpm y un par motor máximo de 13,4 kgm a 3000 vueltas.
Este motor tiene cadena de distribución, que no requiere cambio, en reemplazo de la clásica correa (que se debe cambiar cada 50.000 km, aproximadamente) y otros avances técnicos para alcanzar la norma antipolución Euro 5. El conjunto motriz se completa con una caja de velocidades manual de 5 marchas.
El Etios Cross se destaca por su buena respuesta a bajo régimen, lo que contribuye a una conducción urbana ágil y cómoda, además de un consumo bajo en toda situación de marcha (ciudad y ruta). Sólo se le puede reprochar (en combinación con la insonorización del habitáculo) que es ruidoso a alto régimen.
Al no haber cambios en los reglajes de suspensión ni en el tipo de neumáticos, el Etios Cross mantiene un equilibrado comportamiento dinámico. Las suspensiones son firmes, pero cómodas, lo que implica un muy buen confort de marcha urbano. Dobla bien y frena adecuadamente (100 km/h a 0 en 43 m). La dirección eléctrica aporta mucha comodidad, aunque es algo lenta para responder.
El Etios Cross, a muy buen precio, se suma a un segmento con varios rivales directos, apostando a la confiabilidad y robustez que caracterizan a los productos de Toyota.
LA NACION