Amazon, Google y Microsoft, en carrera por el control de la nube

Amazon, Google y Microsoft, en carrera por el control de la nube

Por Shira Ovide
En la guerra por el futuro de la informática que libran Amazon, Microsoft y Google, los ganadores son ejecutivos como Michael Simonsen.
El presidente ejecutivo de Altos Research, una startup de bienes raíces, alquila de Amazon capacidad de procesamiento y de almacenamiento de datos para analizar la información de cerca de 100 millones de propiedades a la venta o alquiler en Estados Unidos. Hace tres semanas, Amazon redujo la factura de Altos casi a la mitad, lo que le permite a Simonsen contratar a otros dos programadores para desarrollar nuevos servicios. “Nadie te da una rebaja de 40% de un día para otro”, dice Simonsen. “Nuestro beneficio directo es la oportunidad de crear más productos, más rápido”.
Hace ocho años, Amazon Web Services fue la primera empresa en instalar el concepto del alquiler de capacidad de computación, que libra a los clientes de los costos de construir su propia infraestructura informática. Hasta ahora se ha concentrado principalmente en pequeñas empresas como Altos.
Microsoft y Google han reforzado su oferta de servicios similares, y con ello han desatado una guerra de precios a tres bandas. El mes pasado, en cuestión de días cada compañía recortó los precios de varias de sus prestaciones en hasta 85%.
Eso está cambiando los cálculos de empresas que gastan aproximadamente US$140.000 millones al año a nivel mundial en computadoras, cables de Internet, software y otros equipos para sus centros neurálgicos.
La lucha definirá cómo las empresas organizan las infraestructuras de computación que sostienen sus negocios, al tiempo que amenaza a los fabricantes tradicionales de equipos de centros de datos, como IBM y HP.
Desde su creación, hace cuatro años, la empresa de tecnologías de marketing Krux Inc. ha utilizado las computadoras de Amazon para personalizar la información o anuncios que aparecen en sitios web. Tom Chávez, presidente ejecutivo de Krux, dice que la compañía examina 160.000 datos por segundo. Chávez pensaba que Krux necesitaría sus propios centros de computación cuando sus servidores llegaran a recibir cada mes 750 millones de “requests”, que en el mundo de la publicidad web representa cada vez que un usuario de un sitio hace clic a un anuncio y esto dispara un pedido al servidor para que lo despliegue. El número de requests que recibe Krux está ahora en más del doble de ese nivel, pero Chávez indica que la firma no tiene planes a corto plazo de construir su propio centro.
“Estas guerras de precios entre los pesos pesados seguramente van a posponer (la decisión) aún más, lo cual es fantástico para mi negocio”, observa, que también está estudiando la oferta de alquileres de Microsoft, llamada Azure. Chávez calcula que si Krux operara su propia infraestructura informática gastaría cinco o seis veces más en personal y equipos. Tanto AWS, de Amazon, como Azure tienen centros de datos en Brasil, desde donde sirven a buena parte de los clientes de América Latina.
La firma de investigación Gartner Inc. estima que las empresas gastarán alrededor de US$13.300 millones este año en alquiler de capacidad de computación de Amazon y otros proveedores, 45% más que hace un año. La cifra equivale a menos de 10% del gasto total de las empresas en centros de cómputo.
Amazon es de lejos el mayor jugador en este negocio, con ingresos que el año pasado superaron los US$3.000 millones, un aumento interanual de 85%, según Bernstein Research, que calcula sus cifras de manera diferente que Gartner. Bernstein estima que Microsoft y Google facturaron varios cientos de millones de dólares, aunque ninguna de las compañías da a conocer sus cifras para este rubro.
Detrás del crecimiento de la computación en la nube están los ahorros que genera. Un sitio web de tamaño medio, con unos 50 millones de vistas al mes, gastaría alrededor de US$1.200 mensuales para comprar dos servidores, el hardware para enviar datos a la web y otros equipos, según los cálculos de Simon Margolis, de la consultora de tecnología SADA Systems. La misma empresa pagaría entre US$270 y US$530 para alquilar una potencia informática equivalente a Amazon, Microsoft o Google, dice el analista.
Sin embargo, hay obstáculos para el modelo de alquiler que pueden limitar su crecimiento. Usualmente es más barato y confiable para grandes compañías, con necesidades de computación predecibles, ser dueñas de su propia infraestructura y controlarla. A menudo, las empresas también tienen que reconfigurar muchos de sus programas antiguos para que funcionen en las computadoras de otra compañía.
En industrias muy reguladas como la de la salud, las empresas deben mantener la información digital sensible en sus computadoras. Las recientes revelaciones acerca de los programas de vigilancia del gobierno de EE.UU. han llevado a los clientes de servicios externos a hacerles preguntas más difíciles a sus proveedores sobre la seguridad de sus datos.
LA NACION