Aconsejan tener más de una caja fuerte para despistar a ladrones

Aconsejan tener más de una caja fuerte para despistar a ladrones

Por Mariano Gorodisch
La inseguridad está otra vez en la agenda. La declaración de emergencia dictada por las autoridades bonaerenses es una muestra de que tomar recaudos deja de ser una opción para ser, cada vez más, una necesidad.
En este aspecto, un recurso muy popular es el uso de una caja fuerte hogareña. La novedad de los últimos tiempos es que cada vez más personas optan por tener una adicional, destinada a ser entregada en caso de un robo. “Es una manera de evitar que los delincuentes se pongan violentos y ocasionen daños mayores, y de decirles que uno les está dando todos los ahorros que tiene”, señala un experto en seguridad consultado por este diario.
Para esta alternativa, hay recomendaciones adicionales: no tener pesos, ya que a los delincuentes los seducen más los dólares, y tener un fajo grande. Mejor que los billetes de u$s 100 es tener varios de u$s 20, para que el bulto sea de un mayor tamaño y parezca más dinero.
Ante la posible aparición de delincuentes con más experiencia, se han dado casos en los que exigen a los propietarios que entreguen la segunda caja fuerte, que los dueños tienen escondida en algún rincón de la casa. “También hay asaltantes que se ponen muy violentos y no se conforman con lo que encuentran en una sola caja, entonces piden más. Si le das la segunda, ya se van conformes”, expuso un consultor.
Por eso, los más precavidos prefieren incluso tener un tercer cofre, donde se guarde lo más valioso, tanto joyas como dinero, para que los bienes más valiosos queden a salvo. La ubicación es otro tema fundamental para que pase inadvertida: hay modelos que son para enterrar en el piso, otros escondidos detrás de la tapa de ventilación o de un reloj y hasta cofres simulados detrás de los enchufes con doble fondo de 10 centímetros de profundidad.
“No entiendo nada. Entraron a mi casa a robarme y me rompieron todos los enchufes. Para mí que estaban drogados”, fue el comentario que recibió el dueño de una compañía fabricante de cajas fuertes, cuando un cliente se acercó para comprar un cofre de seguridad luego del episodio vivido. “Es que antes se instalaban detrás de los enchufes para que estuviesen ocultas, donde la gente podía guardar hasta u$s 50.000. Pero esa técnica ya no está tan de moda, al igual que ponerla detrás de un cuadro, así que creo que los ladrones debían ser bastante veteranos”, explicó un conocedor a El Cronista.
En el mercado ahora se consiguen productos más sofisticados, como por ejemplo, cajas con compartimentos ocultos donde las empresas pueden guardar información confidencial, por si les llega a caer una inspección impositiva.
Uno de los grandes competidores que tenían los fabricantes nacionales eran las cajas chinas, que se vendían en los supermercados, a la mitad del valor que tenían las locales. El secreto del precio chino es que son de una calidad inferior, con una chapa más fina. La puerta tiene 2,5 milímetros de espesor, contra el doble de las nacionales, pero les ponen una pintura especial que las “engorda” para aparentar mayor consistencia. Hoy lo que más se vende en el mercado argentino es un cofre de un metro de altura para un comercio o para una pyme, que por lo general se utiliza para resguardar documentación y generar una protección adicional en caso de incendio.
EL CRONISTA

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