23 May Internet: el 36% de los chicos se vio con alguien que conoció en la Red
Por Fernando Massa
La mayoría con los que chatean son amigos, o amigos de amigos. Pero una porción de esos cientos -tal vez miles- de contactos que tienen en Facebook o en otras redes sociales pueden ser sólo virtuales. ¿Cómo saber si son quienes dicen ser o si acaso tienen la edad que dijeron tener durante esa conversación en el chat? Esta pregunta se vuelve más relevante si se tiene en cuenta un dato que arrojó la última encuesta de Seguridad y Privacidad que realizó Microsoft, que indica que tres de cada diez menores de 17 años compartió datos personales con desconocidos y cuatro se encontraron personalmente con un contacto que era sólo virtual. De los resultados de la encuesta, realizada durante la 7° Semana de la Seguridad Informática Microsoft y respondida por 1400 personas en charlas presenciales en colegios públicos y privados de la Capital y el Gran Buenos Aires, y a través del portal MSN, se concluye que el riesgo que corren los chicos menores de 17 años es muy alto por la forma en que usan las redes sociales e Internet. ¿Cómo las usan? Un 30% comparte información personal como la edad, el colegio, el mail, el teléfono, la dirección o los nombres de familiares con gente que no conocen en la vida real; un 39% sube fotos personales, y un 36% se ha encontrado personalmente con contactos virtuales. “La gran mayoría se comunica con amigos y amigos de amigos para reforzar relaciones ya existentes, pero hay casos en que en los chats se encuentran con desconocidos. El desafío para los padres no es invadir la privacidad de los chicos y espiar el contenido de sus conversaciones online sino cerciorarse que aquellos con quienes conversan o se contactan por Internet sean gente que ellos conocen”, dice a LA NACION Roxana Morduchowicz, especialista en cultura juvenil y autora del libro que estará a la venta desde la semana que viene Los chicos y las pantallas. Prevenir cualquier situación de riesgo con un buen diálogo entre padres e hijos basado en la confianza mutua. Ésa es la clave para Morduchowicz, que resalta este dato en el que coinciden los estudios internacionales: la mayoría de los chicos está solo cuando navega con su celular o computadora. “Lo más importante es saber que cuando alguien cree que conoce al contacto virtual en realidad no lo conoce -dice Jorge Cella, director de Ciudadanía de Microsoft para Argentina y Uruguay-. La recomendación, sobre todo si se trata de un menor, es no reunirse. Y si lo hace, avisar. No es un tema de temor, pero sí de cuidarse.” El acceso a nuevos dispositivos es cada vez mayor. Por eso, Cella insiste en la importancia de tomar conciencia de los riesgos que corren los más chicos en el uso de Internet y ayudarlos a resguardar su seguridad y privacidad en línea. Problemáticas que no suelen variar de un país a otro, pero sí, si se trata de un área urbana o no. “Rotan las herramientas (antes eran los Fotologs, hoy es Twitter y Facebook), pero algunos problemas siguen siendo los mismos pese a que la concientización ha avanzado”, dice. Justamente la encuesta revela que aún en tres de cada diez hogares no hay pautas claras sobre el uso de Internet y qué tipo de información publicar. ¿Y por qué comparten los adolescentes sus datos personales? El objetivo principal para el 64% es compartirlo con sus amigos. El problema, según Morduchowicz, es que los adolescentes no miden el alcance de Internet y se aferran a la creencia de que a un desconocido no le tiene por qué interesar leer lo que ellos escriben. Esta situación se agrava porque a pesar de la exposición sólo uno de cada diez usuarios lee las políticas de seguridad como principal cuidado a tomar y sólo un 7% revisa las políticas de páginas a las que entrega sus datos personales, cifras que llamaron la atención a los autores de la encuesta. Porque no se trata sólo de una cuestión de chicos: los adultos tampoco están ajenos a estos riesgos. De hecho, el 43% de los consultados está al tanto de alguien que sufrió el hackeo de su cuenta o perfil o de la difusión de fotos y videos personales sin autorización, y un 7% fue víctima de fraude informático. A pesar de esto, la mayoría afirma conocer cómo protegerse de hackers y delincuentes y conocer los riesgos del software no original. “El aprendizaje de nuevos hábitos que permitan cuidar la privacidad en Internet para disfrutar de la experiencia de uso de las nuevas tecnologías es clave conforme las amenazas crecen”, concluye el informe. Y entre ellas está nada menos que la explotación de menores. LA NACION