18 Apr Y vos, ¿de qué mano estás?
Por Gisela Carpineta
Tal vez hoy suene ridículo pero durante la Edad Media se creía que los zurdos eran más propensos a cometer crímenes o que estaban poseídos por el diablo. En la actualidad, por suerte, ya no se piensa de esa manera pero aún persisten algunas dudas: ¿por qué una persona es zurda o diestra? ¿Todavía existen diversas incógnitas en torno a los zurdos? Más allá de estos misterios para la ciencia, la realidad es que quienes pertenecemos al 10% de la población zurda debemos acomodarnos a un mundo diseñado para diestros; y además a aceptar ser señalados como esos bichos raros que hacen todo al revés o de la manera más complicada.
Algunos –tal vez irónicamente- dicen que los zurdos somos más inteligentes y un halo de misterio nos rodea; pero, obviamente, se trata de supuestos no comprobados científicamente, y eso a veces nos hace creer que simplemente es algo así como un premio consuelo a la minoría. No quieseira caer en el dramatismo pero hay un tema que hay que atender: un poco más de 4 millones de argentinos debemos hacer malabares a la hora de realizar tareas tan sencillas como pasar la tarjeta en el subte, descorchar una botella o escribir sobre un pupitre, cosas que –no está mal recordarlo- están diseñadas para diestros.
“Nuestra cultura está organizada según los parámetros de los diestros”, afirma la doctora y pediatra Lorena Romano. El mouse que no llega hasta el lado izquierdo del teclado, escribir a 45 grados, agarrar el lápiz como si fuésemos Cuasimodo, lastimarnos con los cuadernos espiralados, o simplemente, ser vistos de mala manera por saludar con la mano izquierda… y podrían seguir los ejemplos. Párrafo aparte merece la lucha contra todo lo que implique girar algo: destornilladores, picaportes, abrelatas o sacacorchos; todo gira en el sentido contrario al de un zurdo.
“Mi mayor problema es al comer. Además de que parezco muy torpe con los cubiertos, más de una vez me pasó de sacarle la copa al que se sienta conmigo a la izquierda; y ni hablar de lo complicado que puede ser quedarse en el medio de la mesa, sobre todo con un diestro a la izquierda”, relata Paola (32), una de las tantas zurdas que hay por todos lados.
Hoy en día, además de que existe una mayor aceptación y ya no se los obliga a pasar horas y horas practicando el uso de la mano derecha, existen diversas tiendas reales y virtuales para facilitar estos suplicios diarios. La primera fue “Anything Left-Handed”, en Londres, mientras que en nuestro país el pionero en crear una tienda virtual zurdo-friendly fue Néstor Maldonado, fundador de “Tienda de Zurdos”: “la creamos con mi esposa Analía en agosto de 2006, básicamente porque siendo zurdo renegaba por no poder utilizar algunos artefactos de manera cómoda y eficiente”. Así es como hoy los zurdos podemos conseguir desde escuadras con la escala numérica de derecha a izquierda, tijeras, sacapuntas, palos de golf, o juegos de naipes con las marcas del palo en las cuatro esquinas. Eso sí, el precio de estos productos es casi el doble que en el caso de los diestros.
Para Pablo (24), el ser zurdo no fue una complicación, sino un desafío constante. Cansado de mancharse la mano con la tinta de la lapicera hizo lo que aún hoy considera su mejor invento: “estaba en cuarto grado y encontré la ‘solución’ a mi problema: un ojalillo”. Sí, cada mañana Andrés se sentaba y se colocaba uno de esos papelitos adhesivos en la mitad del dedo meñique y así eso le servía de secador de tinta. “Lo reponía varias veces al día, así como mi paciencia al escuchar las burlas de mis compañeros”.
Según explica la doctora Romano, los chicos son zurdos desde su nacimiento a causa de una configuración cerebral. Sin embargo, todavía hoy es una gran interrogante al porqué hay mayor cantidad de personas diestras: “Por el momento, lo que sí se puede aseverar es que existe una influencia genética: un niño tiene 10% de probabilidades de ser zurdo si su padre lo es, el 20% si lo es la madre y el 50% por ciento si lo son ambos”.
Por su parte, el director del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, Facundo Manes, explica que “diferentes investigaciones han mostrado que la lateralización está asociada a factores genéticos, hormonales, de desarrollo e, incluso, culturales”. Aunque aclara que la creencia tiene una parte de realidad y otra de mito, Manes reconoce: “Hay una tendencia a etiquetar a los zurdos como más talentosos en algunas actividades”.
Entonces, ya que la ciencia nos deja un hueco de duda, no es difícil alimentar el mito sobre la inteligencia y sensibilidad de los zurdos. ¿Si somos más inteligentes y creativos? No se sabe, pero la realidad es que la lista de talentos que demostraron hacer magia con su cuerpo o con su mente es interminable. Madame Curie, Miguel Ángel, Rafael, Leonardo Da Vinci, Pablo Picasso, Aristóteles, Napoleón Bonaparte, Beethoven, Mahatma Gandhi, Bill Gates, Charles Chaplin, los presidentes norteamericanos Bill Clinton y Barack Obama, y hasta Jack el destripador, son algunos ejemplos de los zurdos que hicieron historia.
Personajes como Ned Flanders –el verdadero pionero en crear una tienda para zurdos– o de la literatura, como Athos, también eran zurdos. “Pero lucharé con la izquierda y será incluso desventaja para vos: un zurdo es muy molesto para las personas que no están prevenidas”, le advierte a D’artagnan en “Los tres mosqueteros”.
Y hasta en el deporte, algunos se pasaron de bando y se convirtieron en “zurdos artificiales” para favorecer el efecto sorpresa o porque en esa mano desarrollaron más fuerza. Tal es el caso de Rafael Nadal en tenis, o Phil Mickelson en el golf, diestros que sólo al jugar prefieren usar su mano izquierda.
“En el combate, al diestro se le dificulta más porque están peleando en espejo y eso al zurdo lo beneficia. Además, el zurdo está acostumbrado a cambiar la guardia y pelea más de las dos maneras que el diestro”, explica Maximiliano Álvarez, profesor de Kick Boxing. Y Julieta Demarco, profesora de educación física y asistente pedagógica, coincide: “La característica del zurdo es que es excepcional, al ser minoría tiene una ventaja”.
“Perceptivo o real, la historia nos regaló deportistas brillantes que son zurdos. Sin embargo, la enseñanza de maestro a zurdo no es nada sencilla”, remarca el periodista deportivo Julián Martínez. Según explica Demarco, “de acuerdo a los programas escolares o deportivos, se debería buscar un desarrollo armónico de los dos lados, pero la realidad es que todo está preparado para aquel que es diestro”.
¿Limitaciones? Demarco niega que las haya, pero aclara que todo depende del entrenador deportivo. “Por lo general, el profesor de la escuela, salvo que sea zurdo, no genera posibilidades para el chico que es zurdo. Sin ir más lejos, los bancos de la escuela para zurdos aparecieron hace 10 años. Es algo moderno, cuando en realidad debería de haber sido una necesidad anterior. Un zurdo tenía que adaptarse como si tuviese una dificultad y no es así”, señala.
Para algunos, es esa adaptación constante y el enfrentar obstáculos a diario lo que genera que los zurdos encuentran formas más creativas para resolver problemas y desarrollar nuevas estrategias. Sin embargo, Manes vuelve a derribar el mito: “La lateralidad cerebral es compleja y el comportamiento humano no puede explicarse solamente por estas cualidades. Si no, debería existir un 10% de la población en el mundo que fuesen Leonardo, Mozart, Einstein o Messi y está visto que, para ser cualquiera de ellos, se necesita algo más que preferir un lado sobre el otro”.
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