30 Apr Norma Pons: la actriz que viajó de la revista porteña al teatro de García Lorca
Por Ricardo Marín
Anteanoche fue una de las figuras en la parodia a la película ¿Qué pasó ayer?, que se presentó como apertura de la nueva temporada de ShowMatch. En una rara coincidencia con lo que pasaría un día después en la realidad, Norma Pons interpretó, en esa pieza humorística, a una tía de Marcelo Tinelli que llamaba insistentemente a su sobrino, preocupada porque éste no le atendía el teléfono.
En la mañana de ayer fue su hermana Mimí la que no conseguía comunicarse con Norma en la vida real, al enterarse de que no había asistido al ensayo del “Bailando por un sueño”. Preocupada, Mimí fue a la casa de su hermana y allí se encontró con la trágica novedad: Norma yacía sin vida, víctima de un ataque cardíaco mientras dormía.
La noticia de que la ex vedette y actriz -cuyo nombre real era Norma Delia Orizi- había fallecido a los 70 años sorprendió a todo el mundo dado que no presentaba problemas graves de salud y su carrera estaba en un buen momento. Porque, además de su inminente participación en el programa de Marcelo Tinelli, seguía llenando la sala del Regina con La casa de Bernarda Alba, en la segunda temporada de la particular versión de José María Muscari del clásico de García Lorca. Sin embargo, Pons hizo ayer un mutis fuera de libreto.
Oriunda de Rosario, empezó su carrera artística en esa ciudad, actuando junto con su hermana Mimí en radioteatros, desde los 14 años.
En los años sesenta, ambas se mudaron a Buenos Aires, donde iniciaron una exitosa carrera como vedettes, encabezando varios espectáculos de revista en el teatro Maipo, junto con José Marrone, uno de los capocómicos más reconocidos de esa época.
No conforme con su actividad como vedette y consciente de que el cuerpo privilegiado que poseía para ese rol tenía fecha de vencimiento, en los setenta comenzó a estudiar teatro con prestigiosos profesores, como Agustín Alezzo, Rodolfo Graziano y Luis Diego Pedreira. Esta formación dio sus frutos años después, cuando Norma mostró un talento especial para la comedia en la obra Fin de semana, de Noel Coward, en la que fue dirigida por China Zorrilla, quien más adelante la volvería a convocar para La mujer invisible, junto con Inda Ledesma.
Esa aptitud para las interpretaciones humorísticas hizo que Antonio Gasalla la llamara para su programa de televisión El mundo de Antonio Gasalla, en el que se convirtió en la gran figura femenina. En 1996, los personajes que interpretó en ese ciclo hicieron que ganara un premio Martín Fierro como actriz cómica y que recibiera otras dos nominaciones por su labor.
En el mismo medio realizó participaciones especiales en programas como Los machos, Situación límite y Franco Buenaventura, el profe.
En 2007, cuando se realizó en el país la versión de Hechizada, interpretó en los dos últimos episodios a Olga, la vecina curiosa de Samantha, en reemplazo de Adriana Aizemberg. Un año después, fue parte del elenco de Aquí no hay quien viva, otra comedia, esta vez de origen español, de la que se realizó la versión local en la Argentina. Pero entre los muchos trabajos que realizó en el medio televisivo, sin lugar a dudas uno de los más destacados fue la participación especial que realizó para El hombre de tu vida, el programa que protagonizaban Guillermo Francella y Luis Brandoni con la dirección de Juan José Campanella.
En cine participó del elenco de una veintena de títulos, en su mayoría comedias ligeras en los años sesenta, como Los debutantes en el amor (foto), cuando era vedette. Sin embargo, en ese medio tuvo una actuación distinguida en la película Sotto voce, en la que actuó junto a Lito Cruz y Patricio Contreras en 1996 y por la que ganó el Cóndor de Plata ese año como Mejor Actriz de Reparto. Su carrera tuvo su gran broche de oro con la Bernarda Alba que estaba interpretando en la versión de José María Muscari de la obra de Federico García Lorca y por la que obtuvo el Estrella de Mar de Oro, el verano último en Mar del Plata.
Sus restos serán llevados hoy al Panteón de Actores de Chacarita, donde se realizará una ceremonia íntima.
LA NACION