La NBA se puso firme: aplicó multa y suspensión de por vida

La NBA se puso firme: aplicó multa y suspensión de por vida

Rápida de reflejos, la NBA apenas tardó para aplicar a Donald Sterling la mayor sanción de su historia. Hipersensible a todo hecho que tenga aroma a racismo o marginación social de cualquier origen, la liga de Estados Unidos reaccionó con extrema dureza contra el propietario de Los Angeles Clippers: lo multó en 2.500.000 dólares, que serán donados a entidades antidiscriminatorias, y decidió una suspensión perpetua, que implica la prohibición de entrar a instalaciones de la NBA y de tener contacto con su personal.
Y no solamente eso: intenta que los dueños de los otras franquicias (necesita la aprobación de 75% de ellos) fuercen a Sterling a vender la suya, valuada por la revista Forbes en 575.000.000 de dólares y comprada por aquél en 1981 por poco más de 12.000.000. Además, muchos auspiciantes se han retirado de Clippers y la propia oficina de prensa del equipo angelino difundió un comunicado en el que respaldaba la dura decisión de Adam Silver, el comisionado de la NBA.
Sterling, de 80 años y denunciado varias veces en los últimos tiempos por cuestiones racistas y hasta de abuso sexual, había dicho a su novia de origen mexicano, casi medio siglo más joven que él, que hiciera lo que quisiera con negros, pero que en las redes sociales virtuales no difundiera vínculos con ellos ni los llevara al estadio. “Me molesta mucho que quieras transmitir que te relacionas con personas negras. No lo pongas en Instagram para que el mundo lo vea, y no los traigas a mis partidos”, pidió el empresario en una conversación telefónica revelada por un sitio de Internet y de la que reconoció públicamente que una de las voces era la de él.
La pena fue adoptada por Silver, el máximo directivo de la NBA desde el 1° de febrero, cuando reemplazó al histórico David Stern, comisionado durante 30 años. Para el nuevo mandamás, fue una forma de mostrar poder y determinación en el primer problema importante de su gestión. “Los puntos de vista expresados por el señor Sterling son profundamente ofensivos y perjudiciales. Vinieron de un propietario de la NBA y eso sólo aumenta el daño y mi indignación. Estoy personalmente destrozado”, enfatizó ayer en una conferencia de prensa. “Los comentarios son contrarios a los principios de inclusión y respeto de nuestra liga multicultural y multiétnica. Hemos decidido prohibirle toda relación con la NBA y con Los Angeles Clippers. No puede asistir a ningún partido ni a las prácticas, ni entrar a las instalaciones de Clippers ni realizar negocios relacionados con el equipo”, agregó. Y puso en perspectiva la situación: “Éste ha sido un momento doloroso para todos los miembros de la familia de la NBA. Esto va a tomar algún tiempo, y la curación apropiada será necesaria”, sostuvo serio.
Las expresiones de aprobación fueron inmediatas. “Jugadores y ex jugadores de la NBA estamos felices y satisfechos con la decisión del comisionado Silver”, publicó Magic Johnson en Twitter, red en la cual LeBron James escribió: “Comisionado Silver, ¡gracias por proteger nuestra maravillosa y poderosa liga! ¡Gran líder!” El comunicado de la propia franquicia de Sterling afirmó que “ahora comienza el proceso de recuperación”, y sus jugadores ya se habían pronunciado silenciosamente en la cancha utilizando al revés sus camisetas para esconder el isologo de Clippers.
Hasta el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se manifestó crítico contra el directivo. En vinculación con el asunto, la primera mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, señaló que en la fiesta inaugural del Mundial de fútbol un jugador leerá palabras del papa Francisco en relación con el racismo.
De todos modos, la cuestión Sterling no parece tener un final inminente. En un diálogo con un colaborador de Fox News, el empresario dijo no estar al tanto de la sanción y aclaró que la franquicia no está en venta, y que no la venderá, lo cual no descarta que el tema derive en la justicia.
LA NACION