Tinder, la aplicación de moda para conocer gente a un clic de distancia

Tinder, la aplicación de moda para conocer gente a un clic de distancia

Por Ludmila MOscato
El tema es simple, universal y atraviesa todas las épocas: cómo conocer gente. La respuesta, en plena era de las redes sociales, viene de la mano de una app gratuita para Android y iPhone, de la que todos hablan y que, según sus creadores, genera más de 5 millones de matches por día. Se llama Tinder, fue lanzada en los Estados Unidos en septiembre de 2012, y logró desmitificar la idea de que sólo los nerds hacen uso de la virtualidad para encontrar el amor.
A diferencia de apps como Lulu (en donde se rankean hombres para que otras chicas tengan un profile fidedigno antes de salir) o Down (ex Bang with friends, pensado para elegir amigos de Facebook con los que se quiere pasar una noche), Tinder opera como un intermediario que, tomando en cuenta los datos de perfil de Facebook del usuario, brinda opciones de personas compatibles en edad, intereses, zonas geográficas y amigos en común.
Así, uno puede ver desfilar fotos de posibles candidatos con algo de información (como el nombre de pila y la edad) a los cuales debe calificar con una cruz o un corazón. Según la compañía, este simple ejercicio (rankear profiles ) se lleva a cabo 500 millones de veces en un día. Sólo si uno le dio el OK a una foto y esa misma persona hizo lo propio con uno, el usuario se entera si hubo coincidencia. En ese caso se produce un match y se habilita un chat.
Uno de los mayores logros de Tinder, y lo que probablemente haya generado un crecimiento exponencial en el país, es haberse convertido en una plataforma para conocer gente, sin la carga o el prejuicio de estar frecuentando un sitio de citas. Nada de armarse un perfil como uno puede llegar a encontrar en Macht.com o en Badoo, al estilo “soy romántico, me gusta la música y mi hobbie es ir al cine”. Los intereses se basan en los likes del Facebook, y al encontrar no sólo eso, sino más de un amigo en común, una edad o profesión parecida, y un atractivo físico, el match está casi garantizado.
Así lo entiende Justin Mateen, Co Founder de la aplicación, en diálogo con la nacion: “Tinder es cool . Hay incluso celebrities que lo utilizan, porque no hay un estigma asociado a estar en la plataforma. En realidad es como estar en una fiesta o en un coffee shop”. Y explica qué espacio vacante vinieron a llenar: “Antes, había un montón de redes sociales que hacían un excelente trabajo conectándote con gente que ya conocías, pero no había plataformas sociales que efectivamente te ayudaran a conocer gente nueva. Tinder es una plataforma de descubrimiento social que te conecta con personas que querías conocer”, sostiene.
Según Tomás Balmaceda, periodista especializado en Tecnología, a contraposición de los prejuicios iniciales que vinculaban el uso de Internet o de las redes al aislamiento, hoy gracias a Facebook y Twitter, estamos más conectados que nunca. Y agrega: “El auge de las redes sociales inevitablemente estaba destinado a cambiar varios aspectos de las relaciones humanas y era de esperar que, además de la noción de ?amistad’, cambiaran las formas de conquista y vínculo amoroso. Tinder, Grindr y aplicaciones similares ofrecen una promesa demasiado tentadora como para rechazar: conocer a alguien que te pueda atraer y que esté muy cerca de tu casa o de tu oficina”.
Para que esto sucediera, fueron las redes sociales las que allanaron el camino: “Creo que los mensajes directos de Twitter y los inbox de Facebook acercaron a más personas al ?arte del levante online ‘, una práctica divertida y que puede traer muchas satisfacciones. Eso eliminó prejuicios y preparó el camino para que no haya miedos a la hora de usar una app destinada exclusivamente a encuentros personales”, asegura Balmaceda.
De hecho, dónde conocer gente es el problema de la mayoría de los solteros: “Tinder facilita el proceso -asegura Ana, diseñadora de 27 años-. El famoso mito de tener que salir para encontrar a alguien nunca funcionó conmigo, es más probable que encuentre a un hombre en Tinder que en un bar”.
Otra de las ventajas que tiene es que la información de los usuarios es fidedigna ya que se sincroniza con Facebook: “Lo que me gusta de Tinder es que podés scannear a la persona; lo que habla por vos es la cantidad de amigos y de intereses en común con el otro. A mí me pasó de encontrar chicos con los que por ahí tenía más de 30 intereses en común, estilo ISAT, Mad Men, Miranda July, Centro Cultural Recoleta, Fundación PROA? “, comenta Sofía L, de 31 años.
Sin embargo, no todos buscan encontrar a su media naranja. Pablo, productor de eventos de 35, sólo quiere divertirse, y no le va nada mal: en dos meses ya tuvo doce encuentros con chicas, y en la mitad de ellos pasó algo. Como todos los testimonios recolectados, jamás había incursionado en sitios de citas, pero un amigo le recomendó Tinder, y enseguida se enganchó. Lo que más valora: el target de gente que lo frecuenta, en general profesionales, de cierto grado de nivel cultural, interesados en sus carreras. Y claro, encontrar chicas cerca de su casa.
“Su fuerte es su simplicidad -opina Balmaceda-. Uno puede entender y dominar su uso en menos de un minuto. Esto, más el efecto de recomendación boca en boca desatado en las últimas semanas, multiplicó la cantidad de usuarios en el país, lo que constituye una de las ventajas de Tinder sobre sus competidores: una amplia oferta de gente dispuesta a conocerse a través de esa app.”
El hecho de que los usuarios se lo recomienden unos a otros está incluso premeditado, como explica Mateen: “En todos nuestros mercados focalizamos en atraer primero a influenciadores sociales, y una vez que estos le encuentran valor, sus amigos siguen al líder y se bajan Tinder”. Sin saberlo, fue el caso de Sofía: “Tenía prejuicios, pero cuando una amiga que vivió mucho tiempo afuera me lo mostró, se me fueron. Me dijo: «Mirá, el siglo XXI viene por acá, si querés subite»”.
Además, Sofía sostiene que su vida entera pasa por su smartphone : desde qué es lo que tiene que hacer, mirar el clima para saber cómo vestirse, hasta buscar una receta; por lo cual, toma Tinder como “una actividad más”.
Sosteniendo entonces una mirada desprejuiciada, y tomando como referentes desde los efímeros encuentros que propone Speed Dating, la célebre sección “Da para Darse” del programa de Andy Kusnetzoff en Metro, hasta los clásicos sitios de citas y aplicaciones como Tinder, Grindr, OkCUpid o Down; pareciera que lo que se busca, y lo que se facilita, es darle forma a una sola, milenaria, y común inquietud que nos atraviesa a los seres humanos: cómo y dónde encontrar compañía. Al menos, por un rato.
LA NACION

Tags: