Sobrevivió tres días en un barco hundido y lo rescataron

Sobrevivió tres días en un barco hundido y lo rescataron

Ocurrió el 28 de mayo. El hombre, Harrison Okene, de 29 años, contó que sobrevivió bebiendo gaseosas que halló flotando, y que respiraba gracias a las bocanadas que le daba a un caño, que conectaba a un sector del barco hundido, y que contenía oxígeno.
Siempre en la oscuridad y sin nada que comer, “me mantenía vivo sólo con breves sorbos de gaseosa cola”, señaló el hombre a los medios nigerianos. El fue el único sobreviviente entre los 12 miembros de la tripulación del buque que naufragó a unos 38 kilómetros de la costa de Nigeria.
La embarcación llevaba petróleo, y se llamaba Jascon 4. Okene estuvo atrapado durante tres días en el fondo del océano Atlántico. Desde la reproducción del video, se vienen conociendo más detalles: Okene utilizó los paneles de las paredes como una balsa, y contó: “Yo estaba allí en el agua en la oscuridad absoluta pensando que era el final, creía que el agua llenaría el barco, pero no lo hizo. No podía ver nada, pero percibía los cuerpos sin vida de la tripulación muy cerca de mí, podía olerlos, y sentir los peces que ingresaban y comían los cadáveres, hasta podía escuchar los chasquidos. Era el horror.” Sumergido en agua helada, casi desnudo –en calzoncillos–, Okene repitió incansablemente el salmo que su esposa le había enviado por mensaje de texto, que algunos ahora llaman “oración de salvación”: “Por tu nombre, Señor, dame vida”, decía el texto.
A Okene le dio resultado, porque según él mismo ha dicho, “mi rescate después de 72 horas bajo el agua y a 30 metros de profundidad es señal de salvación divina, ya que no hubo más sobrevivientes”.
En el momento del rescate, los buzos, que fueron enviados al lugar sólo para hallar a los cadáveres, se alarmaron, porque una mano apareció en la pantalla monitoreada por uno de los buzos. Aun así ellos creyeron que se trataba de un cadáver más.
“El buzo reconoció que había visto la mano y cuando fue a tomarla, ésta se aferró a la de él”, señalaron los buzos. En el video hay una exclamación de horror del buzo. Okene recuerda que lo escuchó gritar: “¡Hay un sobreviviente! ¡Aquí hay un hombre!”.
TIEMPO ARGENTINO

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