08 Mar Pensar a la mujer como generadora de cambios
Por Isela Costantini
No caben dudas de que con el tiempo, las mujeres han adquirido un papel de mayor participación y preponderancia en diversos ámbitos de la vida. No diría que las mujeres son agentes de cambio, pero sí que ellas siguen generando más cambios en las empresas, en los mercados, en las familias. Tanto como colaboradoras como consumidoras, el género femenino ha generado varias discusiones en mesas de producto, servicios y de directorios al hablar de recursos humanos.
Por un lado, las mujeres siguen creciendo como consumidoras sin dejar su rol de influenciadoras. En el sector automotriz, por ejemplo, las mujeres en el pasado participaban al sugerir el color del auto o en análisis más racionales sobre el uso y funcionalidad de un determinado modelo. Hoy las mujeres analizan y deciden la compra de su propio auto. Así como el auto, compran su póliza de seguro, sus gadgets electrónicos en adición a su secador de pelo, zapatos y carteras. Esta incursión al consumo de varios productos y servicios ha generado que las empresas cambien (o deban hacerlo), para escuchar más y atender mejor a este número creciente de consumidoras mujeres, que tienen en algunos casos, necesidades diferentes.
Si el éxito de una empresa se mide por su crecimiento en ventas, participación de mercado, rentabilidad y satisfacción de sus clientes, ciertamente es importante que se escuche cada vez más a este consumidor mujer: que tiene mayores niveles de educación y que se siente cada vez más confortable para opinar sobre productos y servicios.
Una de las mejores formas de poder comprender mejor a este consumidor es escucharlo adentro de la propia empresa. Grupos de trabajo diversos son más eficientes en resoluciones de problemas. La diversidad de la óptica con la que se ve cada problema, genera oportunidades más originales y eficientes. Esto nos lleva entonces a otro ámbito en el que las mujeres han ido generando sus propios espacios: la entrada de la mujer en el mundo laboral en las últimas décadas ha sido uno de los grandes cambios en nuestra sociedad. Como empresarios, además de buscar las oportunidades de crecimiento junto a este grupo de consumidores, también nos preocupamos con la eficiencia de nuestras organizaciones. Hay varios estudios que indican que cuanto más comprometidos los colaboradores están con la empresa, mayor eficiencia la empresa tendrá.
Al aumentar el cuadro de mujeres, las empresas han tenido que hacer algunos cambios. La buena noticia es que gran parte de estos cambios son bien vistos por todos los colaboradores. El tiempo flexible, tan valorado por mujeres que tienen hijos pequeños, es también bienvenido por los jóvenes y por los hombres que pueden ahora compartir con los hijos momentos que antes eran más exclusivos de las madres.
En este día de homenaje a las mujeres, invito a reflexionar a los empresarios que todavía no han visto el valor de tener más mujeres en sus cuadros de colaboradores, les digo que vale la pena intentarlo; a los empresarios que ya cuentan con presencia femenina en sus organizaciones, que sigan haciéndolas partícipes y motivándolas para que colaboren inspiradas.
Y a las mujeres, que sepan aprovechar las oportunidades en las empresas, que sigan opinando, criticando, sugiriendo y colaborando para que nos sigan entendiendo mejor como consumidoras y colaboradoras.
En momentos en donde la palabra cambio se escucha tanto, busquemos alternativas de cómo podemos ser mejores por medio de la diversidad.
EL CRONISTA