Honda R&D: el auto del futuro

Honda R&D: el auto del futuro

Por Gabriel Tomich
Un par de días antes del Salón de Tokio, Honda mostró varios de sus secretos y proyectos a buena parte de la prensa acreditada para el autoshow. ¿Secretos? En esta localidad, a dos horas y media al norte de Tokio, Honda tiene su división R&D (Research & Development; Investigación y Desarrollo) en un enorme campo con oficinas, facilidades para crash test, laboratorios y pistas de prueba (60 km), con un espectacular óvalo peraltado.
Honda R&D abrió sus puertas para exhibir su Earth Dreams Technology, grupo de tecnologías que sintetizan con tres conceptos: diversión, medio ambiente y seguridad. Esto se traduce en el desarrollo de autos eléctricos y con celda de combustible, y utilidades de manejo autónomo para estacionar, evitar colisiones o esquivar peatones.
Además, claro está, de una nueva generación de motores turbo con un máximo exponente en la pista: el espectacular Honda Civic Type R con motor 2.0 Turbo de 280 CV y de un prototipo del deportivo Honda CR-Z con estructura de fibra de carbono.

 

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La jornada estuvo perfectamente organizada. Los japoneses trabajan en forma metódica y nada queda librado al azar. Todo el personal de Honda R&D estuvo involucrado en el evento, tanto en la organización de cada actividad como en los autos de prueba, compartiendo información y escuchando atentamente (y tomando nota) los comentarios que cada periodista hacía al bajar de los vehículos.
En primer lugar nos tocó manejar el MC-. Este Honda Micro Commuter es un vehículo eléctrico monoplaza en estado de desarrollo para la movilidad sustentable en grandes ciudades. De manejo simple, cómodo y silencioso, el MC-, que ya fue probado en ciudades como Saitama, Miyakojima (Okinawa) y en la prefectura de Kumamoto, es un microauto de 2495 mm de largo x 1290 de ancho y 1545 de altura, más distancia entre ejes de 1830 mm, que le permite un radio de giro de sólo 3,3 m. Alcanza 70 km/h y la batería de ion-litio ofrece una autonomía de 80 km.
Luego fue el turno de prueba del concepto Safety for everyone (Seguridad para todos), que Honda resume como el sueño de una sociedad móvil en la que no haya colisiones, en la que todos compartan las calles, rutas y autopistas con seguridad.
Un concepto que se resume como Colisión cero y que se basa en suministrar información al conductor para que éste detecte y reaccione ante peligros como peatones y vehículos pequeños al frente o a los costados, conductas inesperadas de otros conductores (frenadas y giros bruscos), motos o bicicletas poco visibles en medio del tránsito o peligros invisibles como vehículos en el punto ciego trasero o un niño detrás en un estacionamiento.
La prueba práctica de esta tecnología fue con un Honda Accord equipado con el Omni-directional Safety System. Como el nombre lo indica es un sistema de visión omnidireccional que utiliza un radar por micro ondas (informa velocidad y posición del objeto) y cámaras adelante (reconoce el tamaño y las características del objeto) y otras laterales (Lane Watch, que controla el cambio de carril) y traseras con ángulo de visión de 180° (las convencionales son de 130°). Incluye algo más: comunicaciones V2V (vehículo a vehículo) y V2I (vehículo a infraestructura) para evitar colisiones en un cruce de calles.honda-accord-exl-mt_476x315_860_2_0_8 (1)

El uso de esta tecnología se probó con motociclistas que se cruzaban inesperadamente delante del vehículo o lo pasaban por la izquierda (en Japón el volante está a la derecha) fuera de la visión de los retrovisores laterales.

PROTECCIÓN PARA PEATONES
Esta tecnología de Colisión cero va de la mano con otra tecnología a prueba en Honda R&D: el manejo autónomo. Este concepto envuelve, por un lado, el estacionamiento y la movilidad autónoma del vehículo (la prueba en pista fue una verdadera danza de dos Honda Fit en un espacio similar al de un estacionamiento). Por otro, más importante, la detección y protección de peatones. Este sistema ofrece dos sistemas autónomos respecto del conductor, que probamos en Tochigi contra sendos dummies.
El primero, si el vehículo tiene espacio de maniobra torcerá el volante sin tener en cuenta la voluntad del que maneja hasta que deja de detectar el obstáculo, por ejemplo, un peatón iniciando un cruce de calle. Si éste está en el centro de la calzada, el auto frena en forma automática a cero sin embestirlo.

DIVERSIÓN ASEGURADA
Otro de los conceptos en desarrollo fue el de las estructuras superlivianas de fibra de carbono (CFRP Body). Para eso, la gente de Honda R&D dispuso de un trazado intrincado, de curvas cerradas y esquives rápidos, para disfrutar de un prototipo con la carrocería (con paneles plásticos) y el tren híbrido (de la línea Sport Hybrid) de la coupé Honda CR-Z, aunque con chasis monocasco de fibra de carbono. Los beneficios de bajar el peso de este modelo (30% menos) contribuyen a mejorar el comportamiento dinámico (baja el centro de gravedad y es más rígido), a que se gane en aceleración (40% más) y que el consumo de combustible baje (20% menos). En ese trazado también se probó un Accord con el sistema Steer by wire; es decir, con dirección íntegramente electrónica.
El óvalo de Tochigi fue el lugar perfecto para un auto rápido y furioso, que fue la estrella del día: el nuevo Honda Civic Type R (foto de tapa), que saldrá a la venta en Europa en 2015, equipado con la versión mayor de la nueva familia de motores nafteros V-TEC Turbo. Se trata de un 2.0 de 4 cilindros en línea con inyección directa, doble árbol de levas a la cabeza (DOHC) y variación de las válvulas que entrega más de 280 HP y 400 Nm de torque. Lo cierto es que el auto va muy fuerte y todos querían dar más de las dos vueltas reglamentarias para cada uno con el estricto límite de no superar los 200 km/h. Lástima, porque había mucho más debajo del pie derecho. De esta línea también hay versiones 1.0 de 3 cilindros y 1.5 de cuatro.

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En materia de transmisiones, la perla fue la flamante caja automática 8-DCT que combina dos tecnologías: doble embrague y convertidor de par, por lo que es muy rápida para cambiar y también extremadamente suave en su funcionamiento y sin patinamientos.
Era de noche cuando nos fuimos de Tochigi, en medio del caluroso y respetuoso saludo de todos los empleados de Honda R&D formados a lo largo del camino que seguía el ómnibus hacia Tokio.
LA NACION