Trastornos de la modernidad: cada vez más casos de ansiedad y estrés

Trastornos de la modernidad: cada vez más casos de ansiedad y estrés

Por Sebastián Ríos
En la ciudad de Buenos Aires, los casos graves de afecciones mentales asociadas al estrés -como las distintas formas patológicas de la ansiedad, el estrés postraumático o la depresión- están en aumento. Lo mismo puede decirse de los trastornos derivados del consumo de sustancias psicoactivas, y también, aunque en menor medida, de los episodios psicóticos.
“La demanda aumentó a niveles casi de desborde de la capacidad de atención de los servicios de la ciudad de Buenos Aires”, dijo el doctor Jorge Luis Coppola, presidente de la Fundación del Instituto de Psicopatología, que advierte que entre el 50 y el 60% de los pacientes que aquí se atienden provienen de la provincia de Buenos Aires, “que recurren a la Capital por la oferta deficitaria de servicios en la provincia o porque consideran que tienen más posibilidad de recibir un trato acorde con su necesidad”.
Detrás del aumento de las consultas por trastornos que minan la salud mental se encuentran diversos factores. Uno de ellos es el mayor conocimiento por parte de la población de que ciertos padeceres que quizás antes se consideraban normales -y por lo tanto, tolerables- ahora son reconocidos como claro motivo de consulta. “En parte, el aumento de las consultas se debe a que en muchos trastornos, como los de la ansiedad, hoy la gente sabe que se pueden tratar”, comentó el doctor Daniel Bogiazian, presidente de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad.
“Cuando comencé a trabajar en trastornos de ansiedad, en 1968, una persona con pánico por agorafobia llegaba al diagnóstico después de haber pasado por once médicos distintos -recordó Oscar Carrión, presidente de la Fundación Fobia Club-. Entonces ni los pacientes ni sus familias conocían estos trastornos. Hoy, una persona va a la guarda de un hospital y sencillamente dice: «tengo pánico».”
Pero el incremento de las consultas no sólo se debe a una mayor conciencia sobre esta problemática, así como tampoco es un mero resultado del crecimiento demográfico. Especialistas consultados por LA NACION coinciden en que hay más consultas porque hay más enfermedad. El estrés, la violencia urbana, la inseguridad y la excesiva demanda en el trabajo son algunas de las causas de estos trastornos.

INSEGURIDAD Y TRABAJO
“Agendas con más actividades y compromisos de los que son saludables, tensión y presión en lo laboral, pocas horas de sueño, alerta, preocupación o miedo son algunas de las condiciones que tienen consecuencias en nuestro psiquismo”, comenta la licenciada Marian Durao, psicóloga, especialista en psicoterapia cognitiva-conductual y sistemática del Grupo Arcis, que afirma que el resultado de este cóctel es “un aumento significativo del estrés, y esto tiene un importante impacto negativo en la salud mental de la población. La ansiedad y la depresión se encuentran entre los motivos de consulta más frecuentes de los servicios especializados, así como en las consultas ambulatorias de las unidades generales de atención”.
“Hoy, las personas hacen veinte cosas a la vez -atienden el celular, están en Internet, miran televisión, etcétera-, lo que genera toda una cantidad de información enorme, y eso produce estrés, lo que se traduce en distintos cuadros, como también en síntomas orgánicos como hipertensión o úlceras, entre otros”, señaló el doctor Carrión, y agregó: “Y también están la inseguridad y el exceso de trabajo”.
“La vida en las grandes ciudades estimula que muchas personas tengan falsas alarmas o hipersensibilidad a los estímulos, lo cual se refleja en una preocupación incontrolable y orientada a la amenaza que se observa en muchos casos de ansiedad clínica -advirtió Durao-. La idea de que el mundo es un lugar peligroso que es necesario controlar y, a su vez, la creencia de que cualquier situación que no se puede controlar es peligrosa conducen a un pensamiento ansioso. Se calcula que alrededor del 25 por ciento de la población general cumple criterios diagnósticos de ansiedad aunque no lleguen a constituir un trastorno.”
El mundo labora es hoy una gran fuente de trastornos. “Sentirse sobrepasado por cuestiones laborales o relacionadas con la seguridad, el temor a ser víctima de una situación violenta, todos son temas que hoy aparecen con frecuencia en las consultas -coincidió Bogiazian-. Y personas que no pueden desconectarse de su trabajo; cada vez vemos más consultas relacionadas con el ámbito laboral.”
“El mundo tecnológico va a favor de generar ansiedad -agrega el especialista-. Buena parte de la demanda hoy está en tener más velocidad, más megas y más necesidad de tener cosas bajo control. Y cuantas menos chances hay de controlar, más ansiedad hay.”
LA NACION