09 Feb Michael Douglas: “es mágico poder disfrutar de hacer films”
Por Diego Gez
Sobre los años y las consecuencias del tiempo. Ese es el centro de una historia en la que cuatro amigos, bien entrados en sus sesentas, nos prueban que en realidad uno no es tan grande como aparenta nuestra imagen, y que siempre hay oportunidad de embarcarse en una nueva aventura con los compinches de siempre.
Así lo plantea Último viaje a las Vegas, el flamante largometraje que se estrenó aquí a fines de diciembre y que reúne por primera vez a cuatro legendarios actores: Michael Douglas, Robert De Niro, Morgan Freeman y Kevin Kline, quienes juntos acumulan seis premios Oscar, nueve nominaciones y películas que recaudaron casi $16 mil millones de dólares a nivel mundial.
El guión es sencillo pero efectivo a la vez, porque –habiendo sido amigos en la década del cincuenta– Paddy (De Niro), Archie (Freeman), Sam (Kline) y Billy (Douglas) transitaron caminos muy distintos. Sin embargo la noticia del próximo matrimonio de Billy, el último del grupo en permanecer soltero, representa la excusa perfecta para juntarse y celebrar como les parece justo y necesario. Sin embargo, el que todos estén grandes no será impedimento para pasarlo bien, por lo que deciden fijar rumbo al destino número uno en cuanto a diversión y excesos se trata: Las Vegas.
El film, una comedia dirigida por John Turteltaub, el mismo de Mientras dormías (con Sandra Bullock) e Instinto (con Anthony Hopkins), llegará a las pantallas locales un día después de la celebración de la Navidad, como una de las apuestas más fuertes de la cartelera veraniega porteña.
Con un reciente premio Emmy por su papel en la serie Liberace, en esta oportunidad, Michael Douglas será el rey no oficial de Las Vegas. Al verlo en plena conferencia de prensa, no parece contar con 69 años de edad. En los últimos años libró una batalla contra el cáncer de lengua, de la que dice sentirse mucho mejor. “Es así desde que salí de la clínica. Eso me permite ser un mejor actor, al no tener nada que esconder, y al mismo tiempo disfruto todo mucho más. Puedo decir que no siempre fui uno de los actores que disfrutaban de su trabajo, y eso fue por un largo tiempo. Siempre estaba censurándome, analizándome o callándome algo, en vez de ir a enfrentar algo y listo”, dice.
–¿Cuál es tu recuerdo más loco de Las Vegas?
–Debería ir hacia los años ’50, cuando visitaba a mi padre, que era muy buen amigo de Frank Sinatra y Dean Martin. Recuerdo haber ido a varios de los shows que ellos daban en Las Vegas, y hasta una vez en un show de Frank, mi padre la sorprendió a mi madrastra por su cumpleaños con una gran torta. En ese entonces, mi papá vino de Alemania, porque estaba filmando allá, dejando todo para esa sorpresa en Las Vegas. Y también viví una gran historia con Kerry Packer, uno de los hombres más importantes de los medios de comunicación en Australia, algo así como la competencia directa de Rupert Murdoch. A ese tipo lo vi ganar cerca de 3 millones de dólares en menos de 45 minutos, jugando a la ruleta. Ese mismo día le dio una propina de 45 mil dólares a una camarera por haberle llevado una bebida a su mesa.
–En la película lucís muy bien, con un bronceado espectacular. ¿Te llevó mucho tiempo lograr las características de Billy, tu rol en el film?
–Estuve trabajando de manera conjunta con John Turteltaub, director de la película. Él tiene muchos conocimientos como vestuarista y muchas cosas más ligadas a la industria. Así que no fue difícil lucir muy bien y refinado cuando estábamos filmando. Hace no mucho tiempo hice una pequeña película llamada Hombre Solitario, un tipo de la Costa Este que es muy parecido a mi papel en esta película, siempre vestido de negro y saliendo con chicas más jóvenes que él. No se lo digas a nadie, pero mi bronceado en el film está hecho con spray (risas).
–Confesalo, ¿usás el spray fuera de tu trabajo?
–Cuando voy a lugares tropicales en las vacaciones, lugares como Hawaii, por ejemplo, me rocío un poco antes. No soy de ir caminando por las calles como para ir quemándome, y quiero lucir como un tipo que está de vacaciones y bronceado siempre. La verdad es que tal vez me quedo no más de tres días y jamás logro broncearme naturalmente.
–Fuiste el primer actor en estar involucrado en la producción de esta película. ¿Con quiénes del elenco estuviste compartiendo más tiempo?
–Estuve muy cercano con Morgan Freeman y con Bobby (De Niro), con quien pasé gran parte de la película. Es un tipo al que conozco mucho, en un sentido liviano de las relaciones, porque nunca pasé mucho tiempo con Robert. Esta vez lo conocí mucho más que en otras oportunidades. Y Morgan es otro gran tipo, realmente admirable, que ama lo que hace tanto como uno. Debo decir que ambos siempre están dispuestos a pasarla bien en el set.
–Cuando mirás atrás en tu filmografía, ¿qué ves exactamente? ¿Qué consideración tenés sobre todo el trabajo que realizaste?
–Tengo un buen promedio de bateo (risas). Hablo en términos de películas, sólo películas. Me gusta el nivel de calidad en general. John y yo hablamos de esto en lo que respecta a todos los actores de nuestra película. Todos compartimos un muy buen promedio de bateo, aunque no soy de hacer esas películas gigantes, esas que hacen explotar la pantalla. En resumen, me gusta el promedio de mis films.
–Siempre se está diciendo que estás por hacer tu última película. Hace poco participaste en la última película de Steven Soderbergh (Behind the candelabra), y ahora en la que parece ser la última de John Turtletub. Es raro, porque siempre estás haciendo algo nuevo.
–Sí, es así. Tuve un pequeño break de los escenarios por mi batalla contra el cáncer durante unos tres años. Esa situación es un punto en el que pensás que nunca vas a trabajar de nuevo. Entonces, he aquí que estoy recibiendo algunos de los mejores materiales que me entregaron en mi vida. Acabo de terminar otra película, con Rob Reiner en la dirección y co-protagonizada por Diane Keaton, llamado Shadow of your smile. Y estoy produciendo una pequeña producción llamada The reach. ¡Estoy muy cansado y con sueño, por lo que podría ser el último film! (Risas) Yo no quiero ni pensar en trabajar por un tiempo, pero es la magia de nuestro negocio, que cuatro tipos como nosotros, entre las edades de 66 y 76, todavía pueden trabajar y disfrutar de hacer una película. ¡Es algo mágico!
–Es muy grato verlo en la pantalla, sabiendo que pudo superar una enfermedad como el cáncer, y sobre todo saber que salió revitalizado. ¿Se siente más inspirado en su trabajo en estos días, o encara las cosas como siempre lo hacía?
–Me siento mucho más libre. Sé que estoy actuando mejor sólo porque no tengo nada que ocultar. Y lo estoy disfrutando mucho más. Durante mucho tiempo no puedo decir que me sentí realmente bien, aunque ahora sí disfruto de la actuación.
TIEMPO ARGENTINO