Más récords y otra final, el Messi insaciable de siempre

Más récords y otra final, el Messi insaciable de siempre

Por Martín Castilla
Cada vez que se siente desafiado por comentarios que pueden sonar a reproches o cuestionamientos, Lionel Messi responde de la misma manera: con goles. Y son tantos los que lleva convertidos, que cada nuevo paso sirve para alcanzar o dejar atrás algún récord, además de superar objetivos con su equipo. Entrando desde atrás, jugando entre líneas, su zurda endiablada apila rivales y los arrastra al área. Patea y anota haciendo sencillo lo complicado. Expresiones tan particulares como las que “había perdido la pasión por el juego” quedan en un segundo plano con demostraciones tan contundentes. Alcanzó un nuevo récord en su trayectoria profesional al llegar a los 335 goles en Barcelona en el empate 1-1 con Real Sociedad por la Copa del Rey (3 a 1 en el global). Así, alcanzó una marca como el jugador con mayor cantidad de tantos para un mismo club en España. Y llevó al Barca a disputar una nueva final de la Copa del Rey y en la que se medirá ante Real Madrid, su clásico rival y con quien comparte la cima de la Liga española.
La marca que tiene enfrente no es una más. En esta oportunidad, igualó a Telmo Zarraonaindia Montoya, delantero del Athletic Bilbao, el máximo artillero histórico en el fútbol español. Zarra llegó a 335 en 354 encuentros oficiales, mientras que el rosarino lo consiguió en 404. Lo curioso es que Leo lo alcanzó con 26 años y en la décima temporada, contra los 15 años del carrera del goleador vasco. Es decir, el margen para despegarse de esa marca todavía es enorme y asombroso. Pero siempre hay más, pues la Pulga quedó como el máximo artillero de la actual edición de la Copa del Rey, con 5 tantos en sólo cuatro partidos.
Más allá de un remate que ingresó sucio por la intervención del arquero Zubikarai, Messi empezó la jugada con la que abrió el marcador entre cinco rivales. Los desairó y fue en busca de lo que siempre tiene entre sus ojos: el arco. Una acción que puede ser considerada una más en su trayectoria, pero no deja de ser digna del aplauso, como particularmente se ha dado en Anoeta entre los presentes.
El técnico argentino Gerardo Martino sabe, en poco tiempo, lo que es sentir la creciente crítica de los periodistas locales y el gesto torcido de algunos hinchas. El “Tata” hizo historia a nivel personal, pues consiguió llevar a Barcelona en la que será su segunda final como entrenador de club. “Pasamos a la final e iremos a ganarla. Es un objetivo más que cumplen estos jugadores, que año tras año llegan a jugar finales”, destacó el ex entrenador de Newell’s. Los azulgranas jugaron su última final de este certamen el 25 de mayo de 2012, en el último partido dirigido por Pep Guardiola y Barcelona goleó al Athlétic Bilbao de Marcelo Bielsa por 3-0. Desde entonces, el Barça , ganó la liga local el año pasado con Tito Vilanova como entrenador, y la Supercopa de España, disputada en agosto último, ante Atlético de Madrid, en el primer título del Tata.
Como si fuera poco, Messi está a un paso de superar a Alfredo Di Stéfano como máximo goleador de la historia de los choques entre Barcelona y Real Madrid. La Saeta Rubia suma 18 tantos en el historial de los clásicos, los mismos que la Pulga, que en lo que queda de temporada tendrá la oportunidad de superar a un emblema del fútbol mundial en el partido de la Liga, así como en la Final de la Copa del Rey que se disputará el próximo 19 de abril. El choque decisivo se jugaría en Mestalla, el escenario donde hace tres años, por este mismo trofeo, se impusieron los merengues por 1-0 en el tiempo adicionado con un gol de Cristiano Ronaldo.
Los desafíos continúan para Messi. Es el quinto máximo anotador de la historia de la Liga -con 226 goles-, cerca de superar los registros de las leyendas de Real Madrid Di Stéfano (227), Raúl González (228) y Hugo Sánchez (234), mientras que el máximo goleador del campeonato español, Telmo Zarra, ya no está tan lejos, se encuentra a 25 tantos, con 251. Messi demuestra que aún tiene mucho para dar y… cuanto más desafiado, mejor.
LA NACION